Entrena un descanso reparador
Descubre qué rutinas poner en práctica para conseguir recobrar las fuerzas tanto a nivel físico como mental
¿Te cuesta dormir? ¿Cuando te levantas sientes que no has descansado lo suficiente? Todos conocemos los beneficios del descanso a nivel físico y mental, por eso hoy os propongo diferentes rutinas para entrenar ese descanso reparador. Sí, el descanso también se entrena igual que la agilidad, la fuerza o la resistencia, solo necesitamos rutinas concretas que nos ayuden a lograrlo.
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Lo primero que necesitamos es observar cómo está cuerpo y mente. Esto es fundamental ya que produce cambios de manera natural. A veces no descansamos porque no conseguimos soltar esa tensión física y mental acumulada durante el día. Esa tensión activa la parte del sistema nervioso que limita el descanso. Por eso las rutinas que os propongo están enfocadas en activar la otra parte del sistema nervioso que nos ayuda a descansar.
Vamos a dividirlas en tres partes:
1. Rutinas relacionadas con la organización del entorno donde descansamos
Igual que organizamos la bolsa de deporte con esas zapatillas o con la camiseta que nos gusta, así mimaremos también nuestro entorno con oscuridad, con la temperatura agradable. Dejaremos el vaso de agua en la mesita de noche y apagaremos los dispositivos ya que su luz activa el cerebro, y lo que necesitamos es relajarlo. Esta secuencia de rutinas que repetimos cada noche nos va preparando para descansar.
2. Rutinas relacionadas con la calma mental
Para eso observo dónde está mi mente: está preocupada, no sabe qué hacer, está recordando algo, está planificando el próximo día... Antes de ir a dormir trato de ordenar la mentey lo saco de la cabeza escribiéndolo en la agenda. Anoto las llamadas por hacer y lista de tareas pendientes, así evito llevarme todo eso a la cama. Y la agenda la dejo a lado de la taza del desayuno para retomarlo al día siguiente con una mente más tranquila.
3. Rutinas relacionadas con la calma del cuerpo
Observo cómo está mi cuerpo, cómo está mi mandíbula, mis manos, mi cuello, mis piernas... Presto atención a cómo es mi respiración. ¿Está situada en la zona alta de los pulmones? Entonces el objetivo es bajarla desde la parte alta hasta la tripa. Así, activamos sistema nervioso parasimpático que nos ayuda a descansar. Y lo hacemos con esta rutina muy sencilla que podemos practicar cada noche:
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-Consiste en centrarnos en la respiración tratando de que la exhalación sea ligeramente más larga que la inhalación. Cogemos el aire en dos tiempos y lo soltamos en tres tiempos y mientras lo hacemos dejamos la boca ligeramente abierta, relajando la mandíbula. Así evitamos la vocalización que inconscientemente hacemos al pensar. Esto nos ayuda a calmar y a relajar el cuerpo y la mente.
Y para terminar, me gustaría hacer una última reflexión. Nos dicen que practicar deporte nos activa, sin embargo, os animo a que os observéis a ver qué os pasa. Muchas veces dar un paseo o realizar algún ejercicio concreto nos ayuda a soltar esa tensión física y mental.
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Ya me contaréis qué tal os va. Un abrazo.
¡¡Y os deseo sueños reparadores!!
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