INSTAGRAM

Eliminada del Tour de Flandes por lanzar un bidón. «El castigo es excesivo, me siento una criminal»

La ciclista italiana Letizia Borghesi fue descalificada, a 25 kilómetros de la meta, por deshacerse del botellín en una zona no autorizada, siguiendo la nueva normativa de la UCI

Miércoles, 7 de abril 2021, 23:45

Tomó la salida en el Tour de Flandes pero no logró llegar a la meta. Y no fue por una caída, o por encontrarse mal durante el recorrido. La ciclista italiana Letizia Borghesi, del Aromitalia-Basso Bikes-Vaiano, fue descalificada a 25 kilómetros del final, por arrojar un bidón durante el recorrido, en una zona no autorizada. Se trata de una nueva norma introducida recientemente por la Unión Ciclista Internacional (UCI), y en vigor desde este pasado 1 de abril, en la que se penaliza de esta forma tan severa el lanzar envases fuera de las zonas delimitadas por la organización.

Publicidad

Le pasó en esa misma prueba, en la carrera masculina, al suizo Michael Schär (AG2R - Citroen), cuando no se dio cuenta y le arrojó su botella a un grupo de aficionados, entre los que había varias niños, en las proximidades de una rotonda. Después de asimilar lo ocurrido, la corredora ha reconocido en sus redes sociales sentirse "como una criminal", considerando "excesivo el castigo", y afirmando que además de la expulsión ha tenido que hacer frente a una multa con una cuantía superior al premio que recibió la ganadora de la carrera, la ciclista del Movistar Annemiek van Vleuten, y que estaba estipulado en 1.535 euros.

"Me equivoqué y lamento mucho lo que pasó, pero al final de una carrera dura como esta, cuando estás al 110% y estás sacando toda la energía que te queda, ya no piensas con tanta claridad", explicó Borghesi, que en el momento del incidente ocupaba la posición número 30. "Me habían explicado bien las nuevas reglas, pero el gesto que hice, ya que hasta el 31 de marzo era la norma para los ciclistas, me vino automáticamente".

La italiana considera que ocurren cosas "mucho más graves" en las carreras para castigar, y que en el caso de las botellas de agua, "no contaminan porque son recogidas por los aficionados". "Ver la sonrisa de un niño cuando se lleva un bote al borde de la carretera no tiene precio. Con esta medida veremos muchas menos, y ciertamente no es bueno para el ciclismo", destacó, reconociendo que en el caso de los envoltorio y los geles sí está de acuerdo en que no deben de tirarse en cualquier lugar pensando en el medio ambiente.

La historia de Schär

Precisamente Michael Schär, sancionado por ese mismo gesto en la mítica prueba de Flandes, ha revelado estos días que se hizo un gran aficionado al ciclismo después de recoger una botella de un corredor en el Tour del Jura en 1997. "Por ello me convertí en un apasionado de este deporte, el que luego ha pasado a ser mi trabajo. En momentos de calma durante las carreras espero a pasar cerca de un grupo de niños para darles una botella vacía. Me enteré de que a una chica que le di una, hace dos años, le encantaba contar esa historia, y quién sabe si tal vez ella se convierta también en ciclista. Esta es una de las cosas por las que amo nuestro deporte y que nadie jamás podrá quitárnoslas".

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad