La inesperada reina del ascenso
El mejor estreno. La vizcaína Onditz Iturbe, del Bilbao Atletismo Santutxu, se llevó el Campeonato de España de Kilómetro Vertical en su primera participación en esta modalidad
A la carrera no hay quien le pare, tanto en llano, como en barro o en pleno ascenso en el monte. Precisamente en este último ... escenario la vizcaína Onditz Iturbe (Igorre, 1999) ha descubierto que su rendimiento no tiene límites. Y es que hace unas semanas, en su primera participación en una prueba de kilómetro vertical -carrera en la que se salva 1.000 metros de desnivel positivo en unos 5 kilómetros de distancia-, fue la mejor, proclamándose nada menos que campeona de España en Las Hurdes. Un estreno impecable.
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Y eso que las condiciones en esta zona extremeña eran totalmente adversas, con lluvia, bajas temperaturas y un viento constante y helador. Aún así, ella logró llegar a la meta la más rápida, tras 47 minutos y 35 segundos. «No salí en el grupo de las favoritas, y tampoco tenía referencias de otras veces, así que me centré en mi carrera, a buen ritmo. Fui capaz de mantenerlo durante gran parte del recorrido, aunque al final perdí tiempo en un tramo de piedras en el que tenía que hacer uso de las manos y las tenía heladas. También en un momento en el que se amontonaron varias chicas y tuve dificultades para adelantar».
«Si cuerpo y mente no van en consonancia, difícilmente se puede lograr algo»
Pese a todo ello se pudo reponer, con unas sensaciones que en general fueron «muy buenas» durante toda la carrera. Lo peor le esperaba a la vuelta, con los deberes ya hechos. «En la bajada sufrí muchísimo. Se me hizo largo y duro, no veía el momento de llegar abajo para poder entrar en calor y ponerme ropa seca», confiesa a este periódico.
El título de campeona de España fue para ella «toda una sorpresa». «Estoy muy contenta. Fui totalmente de novata y eso siempre genera muchas dudas e incertidumbres», declara, aunque reconoce que se le dan muy bien las subidas. Explosiva por naturaleza. «Pese a eso, tampoco sabía cómo me iba a desenvolver en esta modalidad. El cómo me iba a responder la cabeza y el cuerpo allí era toda una incógnita, porque tampoco lo había preparado», asegura.
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Para esta vizcaína el atletismo es su «estilo de vida», y dentro de él considera que la parte mental «a menudo es la clave». «Si cuerpo y mente no van en consonancia, difícilmente se puede lograr algo. En ese sentido me siento afortunada porque tanto en la preparación física como en la emocional tengo alrededor gente maravillosa que me apoyan y me dan fuerzas para continuar en el camino».
Sus primeras carreras las dio con apenas seis años, siguiendo los pasos de su hermano. Probó el trail en 2017, «con un mes de entrenamiento, y disfruté muchísimo», y dos años más tarde era una de las corredoras fijas en montaña, una vez terminada la temporada de cross. «Combinaba asfalto con montaña, la pista no me gustaba». En 2020 el trail fue su gran apuesta. «Empecé a entrenarme más específicamente para esta modalidad, en la que disfruto especialmente por todo el ambiente que se genera y los entornos por los que discurre. Tras el confinamiento fue mi motivación, me ayudó a recuperar la ilusión».
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Sus primeras carreras las dio con apenas seis años, siguiendo los pasos de su hermano
Triunfos y más triunfos
Este éxito en La Hurdes le ha llegado a Onditz Iturbe tres meses después de subir a lo más alto del podio en el campeonato de Bizkaia de cross. Poco después, en febrero, triunfó en la Apuko Igoera, con récord incluido (1:53:30), rebajando en un minuto la mejor marca anterior. En 2021 había sumado a su palmarés el campeonato de Euskadi de carreras de montaña (FVA), y el de trail (FVM), en la Mitxarro Bira, siendo además segunda en el Trail Running por federaciones autonómicas, y en la Gorbeia Suzien, subiéndose al podio en otras cinco pruebas más de montaña.
La vizcaína saborea sin duda el mejor momento de su carrera deportiva, aunque destaca que el principio de 2021, «por razones de diversa índole, no fue nada fácil». Por ello decidió tomarse un descanso, «y sin saber muy bien el motivo, mi chip cambió y volví con muchísimas ganas. Me marqué como objetivo Gorbeia Suzien y lo superamos con creces», afirma. Esto le llevó a diseñar entrenamientos más específicos, que terminaron por aportarle una rápida y significativa mejoría. «El cuerpo se adaptó muy bien, respondiendo y no sufriendo lesiones», declara, asegurando que además de todo ello, quien también le empuja por detrás en cada carrera para llegar más rápido a la meta es su sobrino Luka. «Desde que tengo el título de tía no me faltan razones para luchar».
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De sí misma reconoce que la constancia y el esfuerzo son sus fuertes, y que tiene que controlar bastante sus nervios. Además, es realista, y sabe que en el deporte «hoy estás arriba y mañana abajo», por lo que prefiere tener los pies en el suelo y no marcarse demasiados objetivos. «Aprender y mejorar para disfrutar de lo que me gusta, nada más». Un hobby que compagina con otra de sus grandes pasiones, la enseñanza. Onditz es profesora «por encima de atleta», un trabajo que le permite organizarse a la perfección para sumar kilómetros en sus piernas y poder seguir 'volando' cuesta arriba o donde se tercie.
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