Un nuevo caso aviva la polémica: ¿Contra rivales de qué género debe competir un deportista trans?
Luc Equivel, que nació chica hace 14 años, demanda al estado de Tennesse, en Estados Unidos, al no permitir la competición de jóvenes transexuales con un género distinto al de su nacimiento. La ley fue aprobada para «salvar al deporte femenino»
Su sueño es practicar golf, después de haber probado el fútbol y el baloncesto, y llegar a competir en este deporte, pero una ley se lo prohíbe. Luc Esquivel, un adolescente estadounidense de 14 años, que nació con sexo femenino, ha acaparado los focos en las últimas semanas al iniciar junto a sus padres una batalla contra la propia Justicia en un tema que levanta polémica en Estados Unidos y cada vez más en otros países: la idoneidad de permitir a los deportistas transgénero tomar parte en las competiciones correspondientes al género en el que se reconocen y no en el biológico. En el fondo del debate, como también ha quedado en evidencia con el caso de la nadadora Lia Thomas, es si llegan a contar con ventaja respecto al resto de competidores.
En el estado de Tennessee, donde reside esta familia, su gobernador, Bill Lee, estampó hace unos meses su firma en una norma que excluye a los estudiantes trans de la participación en deportes interescolares. Solo les permiten entrenar y medirse a compañeros con el mismo género que aparece en su certificado de nacimiento. «Esto era necesario porque sino se acabaría destruyendo el deporte femenino», sostienen los impulsores de la norma. La ley también se ha implementado en los últimos meses en otros nueve estados más de Estados Unidos.
El golfista lo entiende como una medida totalmente discriminatoria. «Que se haya llegado a aprobar algo así, que me señala a mí y a otros niños como yo para que formemos parte de un equipo, me dolió mucho. Yo solo quiero jugar, como cualquier otro chico. Me molesta mucho pensar que algunos niños no practicarán deportes y que otros puedan sentirse tan fuera de lugar como yo», afirmó en un escrito. Por ello, presentaron en su nombre un denuncia de 29 páginas en el Tribunal Federal de Tennessee sus padres, Shelley y Mario Esquivel, a quienes confesó ser trans en 2019.
«Me molesta pensar que algunos niños no practicarán deportes en absoluto por esto, y que otros se puedan sentir tan fuera de lugar como yo»
Luc, quien todavía por edad no ha iniciado una terapia con testosterona, considera que esta ley es «totalmente discriminatoria» y que viola sus derechos, solicitando la prohibición de esa norma «o cualquier otra, costumbre o política» que le impida competir «en el equipo apropiado». «Me siento maltratado y no respetado». En la demanda resaltan además que obligarle a competir en un conjunto femenino sería «extremadamente dañino y generaría graves repercusiones en su salud». La madre del joven también ha expresado su pesar en un comunicado. Asegura sentir «mucho dolor al ver cómo mi hijo está sujeto a una discriminación por ser quién es»«. «Siempre queremos verles felices, disfrutando como niños, y los deportes a nivel escolar son una parte importante para conseguirlo».
El fondo del asunto es si los deportistas que han cambiado de género deben competir con uno u otro sexo. En el caso de la nadadora Lia Thomas, que nació hombre, emprendió un cambio de sexo en la adolescencia y ahora compite contra mujeres, ha dado la vuelta al mundo porque está pulverizando records femeninos en el deporte universitario estadounidense. Deportistas profesionales, medios especializados y otras entidades deportivas han protestado porque entienden que Lia (llamado Will antes de su cambio de género) mantiene un físico masculino que le permite nadar más rápido. Frente a estas críticas, Thomas defiende que se ha sometido a terapia hormonal para la reducción de testosterona y a un tratamiento bloqueador de estrógenos, mediante los cuales asegura que ha perdido el músculo y la fuerza que tenía cuando aún no había empezado su transición, pero sus palabras no han convencido a sus detractores.
