«La vida nunca sale como esperas, sobre todo los hijos»
Verónica Forqué encabeza el reparto de 'Las cosas que sé que son verdad', una tragicomedia familiar en conexión con la naturaleza
La familia siempre está ahí, en la vida y en el teatro, aunque a veces intentemos huir de ella. Es una fuente inagotable de argumentos ... que parecen ocurrir aquí al lado aunque se hayan escrito, como en este caso, en nuestras antípodas. 'Las cosas que sé que son verdad' es la segunda obra del autor australiano Andrew Bovell que dirige en España Julián Fuentes Reta tras el éxito de 'Cuando deje de llover', que logró tres Max en 2015. Desde ayer hasta el domingo han convertido el escenario del Arriaga en el jardín de una casa donde reside un matrimonio con sus cuatro hijos.
Junto a ellos viviremos un año intenso, de esos en los que «las cosas ocurren en cascada», y veremos el paso de las estaciones como símbolo del crecimiento de los hijos, que se alejan de las expectativas de sus padres. La obra «no es lo que parece», avisa el director, que la define como una tragicomedia. Tras la aparente armonía llegan «los bandazos y te saca de la zona de confort». El gran árbol invertido que domina el escenario puede ser un refugio o una amenaza. Nuestra relación con la naturaleza, «aquello que está más allá del conocimiento y el dominio humano», es uno de los grandes temas del dramaturgo australiano.
El punto de vista va cambiando y pasa por diferentes generaciones, desde los padres que han trabajado duro para que sus hijos tengan más oportunidades que ellos hasta la hermana pequeña, de 21 años. La ambición, el desengaño amoroso, la identidad de género... «todos los temas sociales» pasan por este jardín. Verónica Forqué interpreta a una madre «muy potente y muy vital, que nunca tira la toalla. Da mucha alegría ver seres así», dice la actriz madrileña en su regreso al Arriaga, donde se siente como en casa. «La vida nunca sale como esperas, sobre todo los hijos. Crees que van a ser como tú quieres pero no son tuyos, sino de ellos». La suya, María, es «de una osadía sin límites».
Tampoco Verónica siguió el camino que esperaba su padre. El director y productor José María Forqué no quería que su hija eligiera una profresión «tan inestable, porque nunca sabes si vas a poder vivir de ello. De niña siempre le pedía salir en las películas pero me engañaba y al final no me sacaba, y yo me enfadaba mucho», recuerda. Cambió de opinión al verla en un ejercicio de la Escuela de Arte Dramático. «Algo vio, confió en mí y desde ese momento no había proyecto en el que yo no estuviera. Me dio seguridad, lo que más necesita un actor para salir al escenario. Echo mucho de menos ese apoyo, le echo de menos a él. ¡Nena, has estado ma-ra-vi-llo-sa!».
En la escuela «los compañeros me puteaban. Claro, como tú eres hija de José María Forqué... pero si tú no eres actriz, da igual el apellido». Vive con orgullo cada edición de los premios Forqué, aunque mañana no puede asistir a la gala porque estará en Bilbao. Tras años de ausencia se ha reconciliado con el cine y ha rodado 'Salir del ropero', una comedia «muy francesa» con Rosa María Sardá. Pero sigue en el teatro. En febrero estrena como directora 'Españolas, Franco ha muerto', una obra «didáctica y feminista 100% que cuenta la Transición desde el punto de vista de la mujer». Una mirada «muy crítica» que le parece necesaria en estos tiempos en que «la sensación es de retroceso. Yo soy de Madrid, que es muy grande. Viene gente de Córdoba, de Jaén, de Mataró y de Ermua y todo el mundo se siente en casa. Ahora con el tema de la inmigración la gente está muy pesada, espero que se acostumbren porque no hay otra. Cerrar fronteras me parece reaccionario».
En el Arriaga
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Autor. Andrew Bovell.
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Director. Julián Fuentes Reta.
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Reparto. Verónica Forqué, Julio Vélez, Pilar Gómez, Jorge Muriel, Borja Maestre, Candela Salguero.
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Funciones. Del 9 al 12 de enero.
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