La mesa y la calle

El comienzo del lunes fue inquietante. Muy 'walking dead'. Paz Padilla delante de muchas personas entre las que se veía a Kiko Hernández, Terelu o Belén Esteban. Al fondo, en el pantallón, la cara del niño muerto. Y Padilla, de negro pero con escote, haciendo un discurso. «Ayer a las dos de la tarde, acorralada por las sospechas, la pareja del padre fue detenida mientras desplazaba su cadáver en el maletero de su coche. Una vez más, la crueldad del ser humano parece no tener límites… Esta tarde, 'Sálvame' va por ti, para el pequeño Gabriel». O Grabiel. Y luego se fueron a una mesa de debate con Montse Suárez (llegó a escenificar el estrangulamiento), Javier Negre (leyó un mensaje que le llegó de la madre de Diana Quer y dijo cosas como «aleccionó a su pareja adoptiva»), Javier Urra en conexión (qué boda sin la tía Juana) y un subinspector de la Policía Nacional tan vehemente, justiciero y 'gentenormal' como todos los demás.

También estaba Mila Ximénez, que les debió de parecer la más presentable de los colaboradores habituales para un tema semejante. Ayer, con Carlota Corredera, retomaron. Hasta se fueron a la República Dominicana. A la mesa se añadió Marcos García Montes. Javier Negre, que repetía, había estado por la mañana en 'Espejo público'. También tenían un «experto en psicópatas».

El lunes pusieron imágenes de la jauría que bramaba en la puerta de la casa de Ana Julia Quezada (qué filón este ser) cuando fue con la Policía. Personas que la llamaban «hija de puta» mientras grababan con el móvil. Daba más miedo la calle que la mesa. Y Félix perdiéndose a esta fauna. Ibérica o no.