Todos contra el cura de 'Masterchef': «Si nadie lo soporta, será por algo»

Por alguna razón externa al concurso culinario de 'Masterchef 11', varios concursantes tienen entre ceja y ceja a Fray Marcos, el cura de la edición. El venezolano intenta pasar desapercibido pero sus reflexiones no gustan demasiado. Ya tuvo un conflicto con la camarera baracaldesa, Larritz, quien llegó a asegurar que el cura es «un actor».

Pero a pesar de sus problemas de encaje en la convivencia, los rivales de Fray Marcos caen uno tras otro con una sorprendente rapidez. Si Larraitz se despidió de 'Masterchef' hace unas semanas, ayer fue el turno de Jeremy, que no se marchó en paz precisamente. Antes de su expulsión ya protagonizó un encontronazo con Fray Marcos.

En una de las primeras pruebas del concurso, el sacerdote optó por presentar un tajine marroquí a los jueces. Pocas veces está tan seguro de sus cocinados, pero ayer la sensación era diferente: «De aquí me sale trabajo en un restaurante marroquí», anunció. No obstante, a la hora de la verdad, intentó recuperar la humildad que le caracteriza: «Si no está bueno, voy a eliminación y es otra oportunidad de seguir aprendiendo».

La frase le sacó de quicio a Jeremy, que ya mantenía un conflicto con Marcos de lejos. «Típica frase motivacional, me pone muy nervioso», murmuraba. Lo que era una risa nerviosa se convirtió en enfado cuando el sacerdote fue felicitado por los jueces, y salvado, y el joven acabó nominado. Ante las caras de asombro, Jordi Cruz le preguntó qué es lo que ocurría y Jeremy no se cortó: «A mí las típicas frases de 'no sabía que ponerme y me puse contento', pues me ponen muy nervioso. Pero no pasa nada, cada uno dice lo que quiere». Entonces, el cura vinculó la mala leche de su compañero con problemas en su infancia: «Hay que entender la historia personal de cada quien. A veces no sanamos esa historia y es muy importante sanar el proceso y la vida para no caer siempre en lo mismo, porque si no te conviertes en un amargado y amargas la vida a los demás. Sin ninguna alusión personal», puntualizó irónicamente. «A mí, que una persona que no me conoce apenas porque no le he dado el lujo, que me diga que estoy amargado porque no he superado mis traumas... Quién se cree. Si nadie le soporta, será por algo», sentenció Jeremy.

Con la tensión acumulada, Jeremy debía salvar su cabeza en la prueba de eliminación. Tuvo menos tiempo que sus rivales a la hora de hacer la compra en el súper de 'Masterchef' y el cocinado no salió como esperaba. El plato se quedó «corto y malo, peor que el de Jotha», sentenciaron los jueces. Jeremy se convertía en el nuevo expulsado.

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