Jeremy se abre en canal y cuenta en 'Masterchef' su terrible infancia
Una prueba en Vejer trajo recuerdos tremendos al joven granadino que sufrió malos tratos siendo niño. «No pude ir al colegio durante dos meses porque estaba lleno de moratones»
Vejer de la Frontera era el escenario de la prueba de exteriores de 'Masterchef'. En la Fundación Montenmedio, el museo de arte contemporáneo al aire libre más importante al sur de Europa, los aspirantes debían cocinar tapas diseñadas por el chef Paco Doncel. Ana y Marta eran las capitanas de los dos equipos y la diferencia de actitud entre ambas fue evidente. Mientras la primera se agobiaba con los continuos cambios a los que les sometían los jueces, la segunda afrontaba el liderazgo con seguridad y eficacia. «Me estoy agobiando un montón porque no hacen más que ponerme impedimentos», se lamentaba Ana abandonando los fogones desbordada.
"Le quiero decir a la gente que está sufriendo, o ha sufrido, malos tratos que ese miedo se va yendo. Al final conoces a alguien que te hace volver a creer en la humanidad" @jeremymchef11 #MasterChef pic.twitter.com/feJRkCfE11
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El momento más emotivo de la noche lo protagonizaba Jeremy, un joven concursante que se abrió en canal para contar su durísima infancia. Con una madre politoxicómana, el granadino sufrió malos tratos siendo solo un niño. Y la vuelta a Andalucia trajo recuerdos amargos. «Hacía mucho que no venía al sur. La última vez que vine discutí con mi madre y luego, de ahí a Algeciras, que es donde viví con mi madre y su pareja y donde sufrí maltrato. Tenía sólo 7 años», confesaba abatido. Pilu se interesaba por su historia y él la desgranaba. «No pude ir al colegio durante dos meses porque estaba lleno de moratones y no podían verme así», recordaba.
"Has hecho un plato casi de alta cocina. PLATAZO" @Pepe_elBohio @alexmchef11 https://t.co/5KB3O2Hudc #MasterChef pic.twitter.com/UYzLRFNuuc
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Jeremy afrontaba sus recuerdos con entereza. «En 2011 perdí todo el contacto con mi madre», explicaba. Y añadía: «Fui a verla unas Navidades, pero hubo una discusión y decidí apartarla. Ahora estoy en un proceso de demanda contra ella por el maltrato, porque yo jamás la denuncié», contaba. Pilu le arropaba y preguntaba cómo se conoció su desgracia. «El problema salió a la luz cuando yo entre en un centro de menores porque mi padre entró en coma. Allí vieron mis moratones. Y mi hermano lo contó todo», respondía. «Y aunque sea tu madre, ¿te compensa realmente retomar la relación o prefieres ya poner tierra de por medio y no volver a tener contacto?», insistía la gaditana. «Lo más duro de todo es saber que tú madre tiene otros hijos y aquellos formen una familia sin tomar tú parte en ella. Siempre me ha dado mucha rabia cuando me dicen que como una madre no hay nada», zanjaba el joven antes de enviar un rotundo mensaje de esperanza. «Le quiero decir a la gente que está sufriendo o ha sufrido malos tratos, sobre todo de niño, que ese miedo que tienes durante mucho tiempo, al final se acaba yendo. Al final conoces a alguien que hace que confíes de nuevo en la humanidad. Yo he tenido la suerte de conocer a mucha gente así», zanjaba el comercial inmobiliario.
Hoy despedimos de las cocinas de #MasterChef a @tukimchef11. Gracias por ser un aspirante increíble, con ilusión y trabajar duro. ¡Te queremos! https://t.co/5KB3O2GWnE pic.twitter.com/Q4UTjWEVNu
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Al finalizar la prueba de exteriores, Marta estaba pletórica y Ana, hundida. «Caóticos, dispersos, desorganizados…», así calificaba Jordi Cruz el trabajo del equipo de la sevillana que pasó un cumpleaños terrible. «Me he sentido desbordada», afirmaba llorando. Fray Marcos tampoco tenía su mejor día. «No me veo en 'Masterchef', siento que en vez de ayudar a un equipo lo que hago es estorbar y no es mi intención», aseguraba el sacerdote. Todos ellos fueron condenados al 'foso' y Tuki estuvo a punto de salvarse cuando los delantales blancos le salvaron del juego de eliminación, pero a continuación debían condenar a otro y decidieron que Tuki volviese a colocarse el mandil de luto. Y fue fatal, porque debía elaborar un plato de la cocina japonesa y no supo hacerlo. «Has hecho un revoltijo», valoraba Jordi mientras Samantha Vallejo Nágera lo definía como «un atasco». «Me he atolondrado, siempre me pasa igual», asumió Tuki. Pepe Rodríguez puso la guinda antes de eliminarle. «Tu plato era imposible de comer», opinaba el chef.