Llegábamos del colegio con tanta hambre que devorábamos lo que fuera. Después de comer nos repartíamos por los sillones y poníamos Canal Plus. Y siempre, ... sin prepararlo, la televisión de tubo se encendía justo en el momento en que sonaban las palmadas de 'Friends'. «I'll be there for you», decía la canción. «Nana nana na naná», respondíamos nosotros. Con los años supimos que todos, todo el planeta, veía la serie. Pero en aquel momento parecía que era nuestra, sin redes sociales ni tendencias ni móviles con los que hablar de ella. A veces me pregunto cómo hubiera sido ver 'Friends', aquella primera vez, con la tecnología de hoy. Y lo cierto es que creo que hubiera perdido parte de su magia. 'Friends' era casa.
Pasaron los años y empezamos a piratear. Estudiamos carreras y nos fuimos de Erasmus o a trabajar al extranjero una temporada. Y allá que íbamos, cargados con archivadores repletos de cedés con las temporadas de 'Friends'. Las llevábamos más que nada por si un día apetecía echar unas risas con Chandler y Mónica; por si una tarde, lejos de casa, queríamos recuperar las sobremesas del colegio. Aunque luego no la viéramos nunca.
Ya mayores, con el primer empleo, a alguien se le ocurrió que podría ver 'Friends' entera, otra vez, pero en versión original. «Así aprendo inglés», explicaba. Y todos los demás empezamos a hacer lo mismo. Y fuimos padres y dejamos de salir tanto y los pañales dejaban poco tiempo para nada más. Nos hicimos cuentas de plataformas digitales y, un día, estrenaron 'Friends' entera. Tras repasar el listado de capítulos, pusimos el que Joey habla en francés.
El 27 de mayo se estrena 'Friends: The Reunion' y pienso que es la serie más importante de nuestra vida. Nana nana na naná.
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