La bilbaína que sorprende en 'First Dates': busca ser millonaria y ve a Abascal como un icono sexual
Marta es detective privado y busca un chico que gane mínimo 3.000 euros al mes, porque «con un repartidor y alguien en el paro, no llega»
a.m.
Miércoles, 14 de diciembre 2022, 09:46
Carlos Sobera dio la bienvenida anoche al restaurante de 'First Dates' a una paisana llamada Marta y cuyo objetivo en la vida era ser millonaria. Mira que el presentador ha escuchado de todo en su programa, pero el caso de esta bilbaína será difícil de olvidar.
La joven de 36 años llegó pisando fuerte en su carta de presentación: le gusta la moda y el diseño de interiores pero trabaja de detective privado. Su objetivo en el programa es encontrar a una persona que le ayude a cumplir su sueño de ser «millonaria». Aunque no todo el mundo puede ser candidato. Ella exige unas duras condiciones: «Con un repartidor y alguien en el paro, no llega, tiene que ser un hombre con un sueldo de 3.000€ para arriba». La cara de Sobera ya era todo un poema.
A todo esto llegó su cita. Un chico llamado Daniel y que venía de Alicante. Nada más verle, el joven le regaló una piña decorada con dos chirlas. En principio, el detalle le gustó pero con sus exigencias previas... quizás la cita comenzó a fallar en ese mismo momento. Ella le dijo que no pero por el camino dejó perlas interesantes.
Cuando Daniel le contó que era de Alicante, Marta le dijo que ella tenía un piso en Alcoy. Fue la perfecta introducción para sorprender al joven alicantino. «Vivo en Madrid desde hace cuatro meses porque he vendido los dos pisos que tenía en Bilbao. Y estoy reformando otro en Valladolid». Su plan es alquilar las viviendas durante el invierno a estudiantes y después convertirlos en pisos turíticos. «Mi objetivo es ser millonaria», le decía al joven.
Después de las clásicas preguntas, algunos optan por saber cómo se desenvuelve la otra persona con el sexo pero Marta es diferente. La bilbaína quería conocer la ideología política de su cita. «¿A qué partido votas?», le preguntó sin pudor. El pobre Daniel, sorprendido y con la voz entre cortada, le dijo que era «un poco de derechas». Y Marta, encantada, le sumó un punto a favor. «Yo soy de Vox». A Daniel le sorprendió... y más cuando la joven reconoció que veía a Abascal como un icono sexual.
De hecho, fue ese el motivo que alegó Marta para no darle una segunda cita a Daniel. A la bilbaína no le convenció ni su barba, ni su bigote y estaba buscando a un perfil de chico más delgado y sin pelo en el pecho, es decir, «más metrosexual».
