Fernando Simón: «Cómo voy a ir en una lista electoral si soy un bocazas»

Con ese aspecto desaliñado que le caracteriza –«me aburren las peluquerías», aseguró- se presentó Fernando Simón ante Jordi Évole que quiso tratarlo de usted, a pesar del 'tuteo' que le propuso el doctor desde primer momento. El invitado no sabe cuándo le tocará vacunarse -«cuando me avisen lo haré», dijo-, pero tiene claro que el ritmo de vacunación se va a acelerar en breve. «Las vacunas van a empezar a llegar con muchísima más frecuencia y cantidad a partir del mes que viene. Es muy fácil que en abril el incremento de población vacunada sea enorme», pronosticó.

Simón no quiso valorar la vacunación de las infantas Elena y Cristina, aunque sí opinó que siendo quienes son «el ejemplo es importante». Sí que repasó los inicios de la pandemia y sus distintas declaraciones ante los medios. «El 31 de enero (de 2020), cuando se diagnosticó el primer caso, no había transmisión más que en China. Era la evaluación lógica que podíamos hacer. Podría haber sido más prudente, claro. Todo cambió cuando supimos que había transmisión comunitaria en Italia», manifestó sobre aquellos primeros días en los que la ausencia de material sanitario fue una constante. «Sabíamos que iban a acabarse y teníamos a los equipos de compras del ministerio buscando debajo de las piedras», reveló el experto asegurando que el mercado «se convirtió en un pirateo» y que «los presupuestos limitados que ha tenido Sanidad no ayudaron».

Sobre las mascarillas y cómo se restó importancia a su utilización en los primeros meses de pandemia, Simón explicó que, «ante la incapacidad de poder abastecernos, debíamos aplicar otras medidas». Con todo, el especialista insistió en que, según él, «las mascarillas no son claves para controlar la transmisión. Lo importante es que la lleve quien está enfermo, y cómo no sabemos quién lo está…», argumentó. La euforia que llevó al presidente a decir en un mitin vasco que habíamos derrotado al virus fue objeto de una cierta crítica por parte del galeno. «Deberíamos haber sido todos un poco más prudentes», censuró al tiempo que retrocedió a las pasadas Navidades para reconocer que podrían haber sido más estrictos. «Espero que en Semana Santa lo seamos porque ahora el riesgo de colapso en las UCI es mucho mayor», sostuvo añadiendo que es «muy optimista» porque confía en el comportamiento de la población.

«A veces me ha tocado hacer más de divulgador que de científico», comentó el entrevistado que tiene claro que no se meterá en política aunque se lo ofrezcan. «¡Cómo voy a ir yo en una lista electoral si soy un bocazas!», ironizó. Y hablando de dirigentes, escogió a Alfonso Alonso para meterlo en su grupo burbuja -«porque cuenta chistes», dijo-, y para ir a un concierto prefiere a Ana Mato, si es sentado, y a Salvador Illa, si hay que bailar. Ante la pregunta de si es de izquierdas o de derechas, Simón aceptó que se le nota. «Soy muy social y creo que tenemos que preocuparnos por las personas que tienen necesidades. Las que las tienen cubiertas me preocupan poco», descubrió.

La fama repentina que lo encumbro tampoco le hace demasiada gracia, de modo que si le sugieren ir a 'Supervivientes' no aceptaría el envite. «A 'realities' no iría, pero si alguien me ofrece hacer una actividad de las que a mí me gusta, en sitios donde yo difícilmente pueda ir, ¿por qué no?», respondió agregando que el programa que le habría encantado hacer es 'Un país en la mochila' con Labordeta.