Las traiciones y guerras individuales protagonizan la recta final de 'El Conquistador'

La llegada de la unificación generó un cambio entre los concursantes de 'El Conquistador' que ya no juegan en equipo y cada cual vela por su continuidad en el juego. Y claro, comienzan las estrategias y las traiciones. Para empezar, todos debían enfrentarse a una prueba de resistencia y concentración: Fuego eterno. Se trataba de mantener la antorcha encendida nadando en vertical en el agua. Manteniendo siempre la tea completamente fuera del agua. Amayita fue la primera en caer. «No has durado ni un segundo», evaluaba Julian Iantzi. Nahiara sucumbió la segunda y, sorprendentemente, Loren el tercero. Las heridas del navarro y los continuos duelos a los que le han sometido estaban mermando su fortaleza.

Mati fue el ganador del juego de inmunidad y ahí comenzaron las deslealtades. A pesar de saber que su amigo estaba lesionado, Mati optó por otorgar la inmunidad a Euxebi. «Ahora van a llover los cuchillos», avisaba Mati oteando el horizonte.

Llegada la asamblea, los votos estuvieron muy repartidos, pero acabó destacando Loren. «No le dan descanso», opinaba Raquel Sánchez Silva. El titán tenía heridas por todo el cuerpo y lloraba de dolor e impotencia. «No me ha dado un respiro nadie», se lamentaba entre lágrimas. Aún faltaba un tercer condenado y era Mati el encargado de escogerlo. El mallorquín exponía sus maniobras en el campamento rico. «Voy a ir a intentar quitarme a los más fuertes de encima», aseguraba. Y para ello decidió castigar a Gorka, sin tener en cuenta que aquello dejaba en una situación muy comprometida a Loren. «Estoy preparado para la guerra», aseguraba Gorka al saber la noticia.

El duelo era de altura. «La aventura se vuelve más exigente. Solamente continuará en la aventura el ganador. Dos se van a casa», advertía la presentadora muy solemne. El trío nominado torcía el gesto. Y para colmo la prueba era muy compleja. Los duelistas debían nadar hasta un islote donde estaba la base de una tirolina de cien metros muy ascendente. El primero que lograra dos banderines, ganaba. Pero, para empezar el reto, había que resolver mentalmente unas pruebas matemáticas. Y los números perjudicaron mucho a Loren. Amayita fue la más rápida en acabar las operaciones logrando una gran ventaja, pero no pudo escalar la primera pared. Gorka salió segundo y aprovechó su distancia con Loren al que le superaron los cálculos. Loren demostró garra, entereza y dignidad, pero no fue suficiente. «La decepción es grande», comentaba el navarro cabizbajo y consciente de que su nobleza le ha perjudicado. «Cuando llegué a España, tuve que ingresar en el hospital porque tenía unos abscesos infectados», indicaba en el debate. Sus lesiones eran impactantes y sus compañeros las conocían bien, y aquello no impidió que le nominaran. Loren ya está fuera, pero no han sido las heridas las que le han expulsado, si no es por las matemáticas, seguro que el navarro seguía dando guerra.

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