Insultos entre los Cocorote y drama en el equipo rojo de 'El Conquis'

La prueba de las jaulas sorprendía a los aventureros de 'El conquistador del Caribe'. El objetivo era que todo el equipo saliese de su encierro para hacerse con la ikurriña. Primero debían alcanzar un garfio con una cuerda y, luego, llegar a una pala para cavar y sacar al grupo. Al final, había que trasladar a los capitanes elegidos que tenían que mantener el equilibrio encima de unos bambúes. Los Corocote llegaban al desafío rotos. Las tensiones con Oxkar son más que evidentes y prácticamente todos tienen en el punto de mira al donostiarra. Paradójicamente, ellos fueron los que mejor disputaron el reto adelantándose desde el primer minuto. Los rojos les seguían de cerca, pero Arantxa demostró garra sobre los palos y aguantó el tipo alcanzando primero la bandera.

Los Guabán se encontraron con una salida llena de raíces y agua que hizo imposible que pudieran escapar de la jaula, quedando en último lugar. Olaia, Aitor e Ilia fueron los nominados amarillos, mientras en el grupo colorado era Giacchi el condenado. Y mientras, en el conjunto azul, continuaba el drama. Oxkar no encaja con los suyos y acabó chocando frontalmente con Arantxa. «Igual he venido aquí para desenmascararte», espetaba la líder Corocote indignada con el guipuzcoano que reaccionaba mal al ataque. «¿Pero, qué dices? Aburrevacas», le contestaba de malas maneras Oxkar. «Tú, solo gilipolleces. Estás todo el día de agonías», recriminaba Arantxa harta de la situación.

Ya en el campamento rico, Oxkar tiraba la toalla. «No quiero ser partícipe de ninguna historia rara. Me voy», anunciaba afirmando que no se veía capaz de continuar en la aventura por su lesión en el brazo. «Necesito salir de aquí porque me va a dar un ataque de ansiedad por estar con ciertas personas, y lo más primordial es cómo tengo el brazo», avisaba. Aini ejerció de capitana y trató de que su pupilo razonase. «Llevo dos días amargado perdido», asumía el donostiarra buscando comprensión. Pero su líder fue dura. «Llevas dos días echando balones fuera. Alguna culpa también tendrás, ¿no?», aleccionaba con tino. Aini, cuando Oxkar le dijo que quería marcharse, explotó. «Tú y yo hablamos de una cosa, de que ibas a ir al siguiente duelo. Tú verás. Si llego a saber que te ibas a marchar, te mando al duelo anterior», rebatía enfadada. Sus palabras convencieron al Corocote que dio marcha atrás y acabó pidiendo disculpas a su grupo.

Llegado el duelo, Giacchi escogió batirse contra Aitor e Ilia. El reto estaba dividido en dos partes. Primero debían ir nadando hasta una pared que debían escalar hasta alcanzar dos banderines. Luego, lanzarse de nuevo al agua, llegar al Islote Pelícano y jumarear otro muro de roca. Aitor destacó desde el primer minuto consiguiendo la victoria. Ilia, más cansada, demostró garra al no rendirse y completar la prueba en segundo lugar. Giacchi perdió y su derrota condenaba a los rojos. «Por primera vez en la historia, el equipo Yocahu, exterminado», proclamaba Julian Iantzi ante un destrozado Seleta. «¿En qué piensas?», preguntaba el comunicador. «En el fracaso que me llevo a casa», zanjaba el capitán colorado. Antes de retirarse, Seleta y Andrea tienen una última misión: repartir a Hamza, Txoskin, Etxe y Tole entre los dos equipos restantes. Y no será equitativo; tres irán al amarillo y uno, al azul.

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