Primeras traiciones en la fase unificada de 'El Conquis'

Lágrimas de emoción resbalaban en los rostros de capitanes y capitanas en su despedida de esta edición de 'El conquistador del Caribe'. Por un lado, Aini y Arantxa se abrazaban lamentando dejar tan mermados a los Corocote, tras la huida de Oxkar y la expulsión de Marta y Fellini la semana pasada. La otra cara de la moneda se vivía en un resort en el que los amarillos disfrutaban de su recompensa. Pero Iri y Lobo también debían irse y, lógicamente, los líderes Guabán se emocionaban. Iri no podía evitar el llano a la hora de valorar su paso por el programa, ponderando a Lobo que le devolvía los piropos.

Ya sin jefes, los aventureros se enfrentaban al primer juego de inmunidad de la fase unificada. Y ya era un todos contra todos. Lur Errekondo explicaba que todos debían lanzarse de la barca porque les aguardaba una prueba de resistencia. El que más aguantase sujetando una antorcha encendida sin que tocara el agua ganaba. Y no solo estaba en juego la salvación, también una opípara comida. El tiempo para degustar el banquete dependía de lo que resistiesen en el mar. Irune fue la primera en salir del agua al no entender que el palo de su antorcha tampoco podía tocar el agua. Le siguieron Helen e Irune. Poco después claudicaban Ilia, Locuras y Hamza. Zuru y Sojo aguantaron un poco más, pero también fracasaron, seguidos de cerca por Txoskin y Aitor. Al final, el duelo era entre Tole y Etxe, siendo este último el que logró la inmunidad, que decidió compartir con Txoskin.

Tras el festín engullido en tiempos diferentes, Julian Iantzi anunciaba que Irune iba a ser la primera duelista al ser la peor en el juego. El resto se reunía en la asamblea donde se iban a realizar las nominaciones. Y allí surgían las dudas. Hamza, por ejemplo, había prometido a los Corocote que no iba a nominarles, pero el de Tánger tampoco quería fallar a los Yocahu y Helen decidió que lo mejor era nominarle a él para que se aclarase y no jugase «a dos bandas», dijo. Lo que ella aún no sabe es que dos de sus compañeros, Locuras e Irune, iban a nominarle a pesar de haber lucido camiseta azul durante las últimas semanas. Locuras adujo que quería ponérselo fácil a Irune, y la de Arrasate pensó lo mismo al considerar que Helen era un rival más sencillo para ella.

El capítulo acababa con suspense, al dejar en el aire el nombre del primer nominado o nominada, lo que también sorprendió (y asustó) al personal fueron las colosales olas que chocaban contra el acantilado donde se celebraba la asamblea y cubrían por completo a concursantes y presentadores. «Gracias por servir de parapeto», ironizaba Iantzi empapado de arriba abajo, a igual que los aventureros.

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