El final más cruel de 'El Conquis': un concursante, nominado al azar y expulsado por no poder subir una cuerda

Lobo, Arantxa y Andrea han aterrizado por sorpresa en 'El conquistador del Caribe' para compartir liderazgo con Izeta, Aini y Seleta. Para decidir a qué equipo se incorporaban los recién llegados, tenían que arrancar la prueba del laberinto y llegar hasta los distintos grupos a ciegas. Una vez con cada cuadrilla, juntos debían arrastrarse atados por el delirante recorrido hasta alcanzar la ikurriña. Lobo acertó a la primera, salió muy veloz y se unió al equipo Guaban. Los amarillos ganaron cuando el resto ni siquiera entrado al laberinto, Arantxa y Andrea seguían pérdidas. La primera consiguió unirse a los azules, que consiguieron la segunda plaza. Andrea prefirió sacrificar la prueba para aliarse con los Yocahu, que acabaron en el campamento muy pobre.

Los Corocote criticaron la actitud de Andrea por no querer unirse a ellos. «Me han llamado los azules y no he ido. Ha sido mi decisión», admitía la de Hondarribia. Además, Aini expresaba su desesperación por el hambre. «Necesito comer, estoy al límite. No sé cómo queréis que tire del equipo estando como estoy. Quiero mi saco de comida», clamaba. Julian Iantzi apeló a la solidaridad de su equipo sin ceder. Los que no pasaron penurias fueron los amarillos que recibieron como recompensa una fiesta en catamarán en la que no faltaron manjares y más sorpresas, porque en la embarcación estaba Iri, que se sumaba a la banda como capitán a medias con Lobo.

Los Yocahu estaban condenados y su recién estrenada capitana tenía la difícil misión de nominar directamente a uno de ellos. Como no conocía a sus pupilos, optó por escogerlo a boleo. «Nomino al más alto», lanzó. Jartan dio un paso al frente. Más tarde, en la asamblea, Tole fue el que más lanzas recibió, pero aún quedaba un nominado que fue elegido por Izeta. El líder Guabán sentenció a Etxe, «porque te consideramos el más fuerte, para desgastarte», explicó. Mientras, en el equipo Corocote eran las jefas, Aini y Arantxa, las que debían condenar a alguien. Ambas optaron por castigar a Helen.

Llegado el momento del duelo, Helen escogió batirse con Jartan y Tole, librando a Etxe de la prueba. El reto era de altura. Los duelistas salían de una cueva para llegar nadando hasta un islote donde tenían que encender una antorcha y trasladarla de nuevo a la galería sin que se apagase. Una vez allí, había que trepar por una cuerda varios metros en vertical, hasta llegar a un pebetero que debían prender. Los rojos cogieron ventaja y a Helen le costó coger la antorcha y cuando lo logró tuvo que volver a por otra porque se le apagó. La navarra no se rindió y acabó alcanzando a Jartán que era incapaz de subir por la soga. Tole ganó el desafío sin problema y su compañero colorado acabó tirando la toalla, Helen demostró su garra finalizando la prueba y llegando hasta el pebetero final. El concursante de Urnieta lloraba de impotencia antes de abandonar el juego entre lágrimas.

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