Iantzi, desesperado tras el resultado del duelo de 'El Conquis': «Ha sido lamentable»

Llegó la unificación y trajo resultados desgraciados para tres de los participantes que aún resistían en 'El conquistador del Caribe'. Tras asistir a la despedida de los capitanes, ahora manda el amarillo. Rojos, azules y verdes han desaparecido y el juego de la inmunidad ya era individual. Para superarlo, había que salir de la orilla nadando hacia un cayuco. Cada uno debía coger una antorcha, encenderla en un pebetero y, flotando en el mar, aguantar sin que la llama se apagase y sin que aquello tocara el agua. Pirris y Sara fueron los dos que más resistieron, siendo la joven la vencedora. Su pericia y sacrifico la auparon al éxito y decidió compartirlo con Iri.

La campeona y su aliado gozaron del campamento rico y de un festín que les vino de perlas. La conexión entre ellos es brutal y lo demostraron en la isla. «Yo no sé si se puede querer más, la verdad», aseguraba Iri abrazando a su benefactora. Y puntualizaba: «Ya me había ganado antes de esto, eh». Y es que compartir el premio fue un añadido y el de Urretxu quería dejar claro que su complicidad con Sara venía de lejos. Bonitas palabras, risas y hasta masajes aderezaron la velada.

La que no estuvo acertada fue Terete. Ella se convirtió en la primera duelista al perder la prueba antes incluso de empezar. A la navarra se le cayó la antorcha al inicio del reto y ni siquiera pudo comenzar a competir. Quedaba sumar aventureros al duelo final y así comenzaron las estrategias.

El juego es individual, pero los grupos mantienen sus lazos, aunque algunos los rompan por conveniencia. «No os fieis que aquí hemos visto de todo«, advertía Julian. Y en la asamblea se demostró que había pactos. Los antiguos azules apuntaron a Pirris, pero los rojos también se unieron y condenaron a Enetz. Al ser más, el dantzari cosechó más lanzas.

Faltaba un tercero y Sara era la indicada para escogerlo. La dependienta de Berango, siempre clara y directa, nominó a Iker por el «juego sucio» que, según la chica, ha demostrado en más de una ocasión. «A duelo por guarro», ironizó Iker que reconoció que en algún momento había superado límites. Fue un toque de atención, «para que te relajes un poco», castigó Sara. 

Iker, Enetz y Terete se enfrentaban a un duelo imposible. «Un reto que nadie ha completado hasta ahora», amenazaba Iantzi. Se trataba del juego de palos borrachos con bulones. Para superarlo debían subir a pulso un poste vertical en busca del banderín de su color y luego, avanzar en horizontal hasta conseguir la enseña principal.

Para redondearlo, este año los postes estaban inclinados para evitar que se ayudasen con las piernas. «Es una puta locura», clamaba Iker impotente. Enetz trataba de ascender sin conseguirlo y Terete tiró la toalla nada más empezar. «Ha sido lamentable. La peor vez de todas las que hemos hecho esta prueba», afeaba Julian antes de mandar a casa al trío.

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