El eucalipto y unas obras para piano
Entrevista ·
La pianista Andrea González saca a la luz las partituras del benedictino Rosendo SalvadoSu primer disco es un proyecto de ambición muy superior a la de un álbum convencional. La pianista gallega Andrea González ha indagado en la obra del misionero benedictino Rosendo Salvado, nacido como ella en Tui, que vivió buena parte de su vida en Australia. Allí fundó un monasterio, divulgó la música y defendió los derechos de los nativos. Ahora, su paisana ha desempolvado su obra, en algunos casos con adaptaciones para el piano, y lo ha hecho en un trabajo que incluye un DVD en el que hay un paseo por los escenarios vitales del compositor y la interpretación de sus obras, con la solista vestida con los colores explosivos de Ágatha Ruiz de la Prada.
- ¿Cómo conoció la obra de Rosendo Salvado?
- En el centro de Tui hay una estatua que lo representa y todo el mundo sabe que fue quien trajo el eucalipto a Galicia. Hace unos años, cuando preparaba una de las ediciones del IKFEMFestival, que dirijo, una periodista me dijo que en la catedral se guardaban partituras suyas. El archivero me las enseñó y enseguida vi que eran obras muy melódicas, inspiradas seguramente por Rossini y Bellini, dado que él también vivió en Italia, y nada fáciles.
- ¿Y cuándo surgió la idea de dedicarle su primer disco?
- Creo que fue cosa del destino. En 2016 fui a Australia, a conocer la abadía que Salvado fundó. Allí hay instrumentos que él compró para formar orquestas con los nativos y está también su tumba. Durante la estancia coincidí con el roquero Rosendo. Fue el productor de este, Eugenio Muñoz, quien me dio la idea y me abrió las puertas del sello Warner.
- Para hacer también un DVD, además del CD.
- Hemos gastado mucho presupuesto en los videoclips, porque esto es un proyecto discográfico de recuperación de una obra pero también hay una propuesta artística, un proyecto global. Se ve en la ropa con la que aparezco, o incluso en las uñas pintadas por la misma persona que se las hace a Rosalía.
Incluso el vestuario
- Los trajes son de Ágatha Ruiz de la Prada. ¿Cómo se implicó en el proyecto?
- Ya la conocía porque habíamos colaborado antes en el festival, con un desfile con música en directo. Le comenté la opción de usar una ropa de colores muy vivos que represente cosas como los derechos humanos y el carisma y al tiempo dé vida a la música clásica, que necesita desdramatizar.
- Aunque, por lo que se ve en el DVD, algunos trajes no son exactamente cómodos para tocar el piano.
- (Se ríe). Y porque no ha visto las plataformas... La soprano las lleva pero yo no puedo tocar el piano así. En los conciertos que estamos dando uso otros también de Ágatha pero más sencillos.
- ¿Toca este mismo programa en esos conciertos?
- Sí, y como pretendo que sean muy interactivos hablo con el público, le cuento cosas de Rosendo Salvado y pongo algunos vídeos hechos especialmente para esas actuaciones.
- ¿Sus próximos proyectos serán tan complejos como este o escogerá unas sonatas de Beethoven, por ejemplo, y las grabará?
- Creo que no soy capaz de pensar en un disco que sea solo grabar unas piezas. Quizá sea algo más alejado de la música clásica, con un eje narrativo, y trabajado junto al compositor.