Los siete círculos
El punto de arranque, y centro de la trama, es la huída del Fuerte San Cristóbal de Pamplona que los presos republicanos realizaron el 22 de mayo de 1938
Jon Kortazar
Viernes, 4 de noviembre 2016, 18:48
'El silencio del cazador', la traducción de la novela con la que Luis Garde ha recibido el Premio Euskadi de Literatura en su modalidad en euskara, se estructura en siete círculos, estableciéndose en la narración una especie de entrada en el abismo de significados cada vez más profundos. El punto de arranque, y centro de la trama, es la huida del Fuerte San Cristóbal de Pamplona que los presos republicanos realizaron el 22 de mayo de 1938. Sobre la huida se construye el primer círculo de narración: se cuentan las circunstancias en las que se produjo la fuga masiva desde el fuerte-prisión. A continuación en el segundo, el narrador se fija en dos presos que consiguieron huir y les sitúa en un espacio perdido donde se llevará a cabo un diálogo sobre la situación general del momento.
El tercero puede considerarse histórico: una serie de noticias sobre la historia del Fuerte, y del lugar en el que se asienta. En el cuarto círculo conocemos a un narrador que está trabajando en una novela que cuenta esa huida, y que desde su punto de vista atiende a su vida personal y a los recuerdos de infancia y juventud, a la vez que narra el proceso de documentación sobre la novela. La reflexión de ese narrador sobre su obra anterior y de qué manera influyó en la que está ahora escribiendo, y nosotros leyendo, configura el quinto círculo de creación.
Para el sexto se ha reservado una confesión: sus antepasados tomaron parte, empuñando las armas, en la caza de los huidos. Y el séptimo círculo cierra la potencia de la novela, porque representa una reflexión sobre el mal, la pulsión que hizo que unos civiles navarros tomasen las armas para matar a sus semejantes. Una estrutura compleja para una novela potente.