«Tiene menos riesgos el cannabis medicinal que otros opiáceos o ansiolíticos»
La investigadora de la UPV subraya que los cannabinoides son «moléculas relativamente seguras y con efectos adversos poco relevantes»
Miguel Ángel Mata
Sábado, 2 de marzo 2024, 08:00
«Cualquier ley basada en la evidencia científica que mejore la calidad de vida de los pacientes y aporte una nueva herramienta a los médicos ... es bienvenida». La doctora Leyre Urigüen, farmacóloga investigadora de la UPV-EHU y vocal de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides (SEIC), valora positivamente el arranque del proceso legal para regular en España el cannabis medicinal. Defiende que estos productos tienen «menos riesgo que otros fármacos de uso cotidiano como muchos opiáceos, ansiolíticos o pastillas para dormir».
- ¿Qué propiedades ofrecen los derivados del cannabis?
- La planta del cannabis contiene muchos compuestos activos. Los más importantes son el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol). El THC es el principal compuesto psicoactivo de la planta y el responsable de sus efectos euforizantes y adictivos. Lo que buscan los fumadores de porros. El CBD, por el contrario, no es psicoactivo y no produce adicción. Ambos compuestos, solos, combinados o en presencia de otros han demostrado potencial terapéutico para el manejo de síntomas asociados a enfermedades.
- ¿Como cuáles?
- Los cannabinoides son útiles en el tratamiento del dolor (oncológico, neuropático, endometriosis...), la espasticidad (en esclerosis múltiple, por ejemplo) y en algunos tipos de convulsiones asociadas a la epilepsia. Además, son útiles también para las náuseas y los vómitos asociados a la quimioterapia en tratamientos oncológicos. Y en personas con cáncer o con sida, aumentan la ingesta de alimento, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
«Solo unos pocos componentes de la planta tienen efectos euforizantes y adictivos; otros, como el CBD, son inocuos en eso»
- El principal estigma es el miedo a que creen adicción...
- Los cannabinoides son moléculas relativamente seguras y con efectos adversos poco importantes. El CBD no crea adicción, el THC sí, y también otros efectos adversos, dependiendo de la dosis y de la frecuencia de consumo. Pero eso ocurre también con otros fármacos que se utilizan para el tratamiento del dolor (opioides como la morfina y sus derivados), o con los que se usan para la ansiedad (ansiolíticos) o la inducción del sueño, como benzodiacepinas.
- ¿Son menos adictivos y peligrosos que un Valium?
- Sí. Piense también en la morfina. Quita el dolor, pero puede producir adicción y situaciones de sobredosis. En ese sentido, es más peligrosa que los cannabinoides.
Dos fármacos aprobados
-¿Hay ya productos de este tipo?
- Así es. Hay dos fármacos basados en cannabinoides que han sido aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Son el Sativex, para el tratamiento de la espasticidad en esclerosis múltiple, y el Epidyolex para el tratamiento de las convulsiones epilépticas en el síndrome de Dravet y el síndrome de Lennox-Gastaut. El primero contiene THC y CBD, y el segundo solo CBD. Además, existe un mercado negro al que recurren muchos pacientes.
- ¿Les viene mejor?
- Es un hecho que hay bastantes pacientes que van disminuyendo la toma de opiáceos y prefieren aumentar las dosis de cannabinoides.
«El Valium o la morfina son más peligrosos y adictivos y por su eficacia demostrada nadie se plantea prohibirlos»
- Quizá a estas alturas es necesario aclarar que no hablamos de fumar porros...
- Por descontado. El cannabis terapéutico no tiene nada que ver con el consumo lúdico. No hablamos de fumar, sino de fórmulas magistrales elaboradas a base de preparados estandarizados y aceites.
- Por lo hablado hasta ahora, deduzco que está de acuerdo con la iniciativa del Gobierno...
- Cualquier ley basada en la evidencia científica que mejore la calidad de vida de los pacientes y aporte una nueva herramienta a los médicos es bienvenida.
- ¿Vamos tarde?
- Muchos países europeos ya tienen leyes que regulan el cannabis medicinal, como Portugal , Alemania o Dinamarca. Es lógico que España lo regule también y que esté disponible para médicos y pacientes.
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