Zozoak clausurando las habaneras de Getxo
El coro de Las Arenas dejó y el pabellón muy alto y al respetable veterano y femenino encantado en el auditorio Muxikebarri
Buenas sensaciones ha sembrado y grato sabor postrero ha dejado el 34º Festival de Habaneras y Canción Marinera de Getxo. El público, de edad avanzada y mayoría femenina, ha disfrutado de las tres jornadas y también de la dominical, la final, la única doble, la del cartel compuesto por dos corales getxotarras. Habría unas 200 almas en el auditorio principal del teatro municipal Muxikebarri, y abrió plaza el coro de la Escuela de Música Andrés Isasi (antes Coro Arrigunaga, desde 2004 usa su apelativo actual y tiene su base en la escuela de música local), dirigido por Imanol Ormaza, que con mascarillas y severo atavío de negro durante 20 minutos afinó demasiado suavito 6 piezas, la última con más relieve: 'En mi viejo San Juan'.
Curiosamente, también seleccionó la misma composición durante su actuación de otras 6 piezas en 25 minutos el coro Zozoak Abesbatza (Las Arenas, 1999), que voló mucho más alto gracias a su capacidad de expresión, a su mayor énfasis vocal (eso que también llevaron mascarillas), a sus camisas blancas y a la comunicación directa de su director, Xabier Méndez Aretxabaleta, quien presentó someramente el repertorio elegido. También con una treintena de integrantes mixtos, el coro Zozoak comenzó con su mejor interpretación, 'Habanera salada' del maestro Ricardo Lafuente, y entre adaptaciones de tradicionales asturianos y arreglos de vigor zarzuelesco (el vigor que le faltó al coro precedente), destacaron también 'La sirena' y el adiós con el mentado 'Viejo San Juan', de Puerto Rico.
Más que breve fue una cita de duración fugaz en contraste con las formaciones mínimas habaneras catalanas de viernes y sábado, que se tiraron dos horas, pero todo el mundo salió encantado el domingo.