La Perra Blanco: «Mis padres eran músicos y no querían que yo me dedicara a la música»
Lo primero es el show», defiende una las grandes revelaciones del rock nacional antes de su actuación en Hell Dorado
Aunque sus padres no querían que se dedicara a la música ha acabado por ser considerada 'la nueva reina del rockabilly'. Casi nada. Así definía hace unos años una revista británica a Alba Blanco (1995, La línea de la Concepción), ideóloga y líder de la formación La Perra Blanco. Presenta este sábado en la sala Hell Dorado (13.30 horas, entradas agotadas) su álbum 'Get it Out', una descarga de rock que parece sacada de otro tiempo. Un viaje a la música americana de los años 50.
– A los 13 años aprende a tocar la guitarra y se sube a los 14 años a un escenario. ¿Qué tipo de evento era?
– Fue un concierto en una sala pequeñita, en un pub de pueblo. Ahí solo tocaba la guitarra y era un grupo heavy metal.
– O sea que ha habido una evolución.
– Sí ha habido una evolución a mejor (risas).
– Sus padres (del grupo andaluz Los destrozamitos) eran músicos también.
– Mi padre era guitarrista y mi madre cantaba y tocaba el piano Era profesora de música clásica, pero no me enseñaron nada de música ninguno de los dos. Yo soy totalmente autodidacta, aunque crecí en ese entorno. No querían que me dedicara a la música pero no lo consiguieron.
– Las cartas estaban echadas.
– Parece que sí. Por desgracia no he podido evitarlo.
– En su repertorio encontramos canciones que a un ritmo frenético y en los directos las enlaza sin parar. ¿Acaban el concierto agotados?
– La verdad es que sí. Físicamente no porque yo la verdad es que voy al gimnasio y nos preparamos para aguantar muy bien. Pero de los conciertos te vas con un subidón y a mí, por ejemplo, me cuesta mucho dormir. Al día siguiente ya sí que te ves todo el día durmiendo y descansando.
– Esa imagen de entrenar en el gimnasio está alejada de los estereotipos del rock.
– Sí, nosotros estamos más tirando a los Rolling Stones en su última época con las transfusiones de sangre (risas). En realidad somos una banda bastante sana porque somos profesionales de la música. Lo primero siempre es el show, a diferencia de otras bandas cuyas prioridades son otras como la fiesta y pasarlo bien.
– Le vimos en el Azkena Rock en una carpa abarrotada el pasado junio. Vuelven este año al festival vitoriano.
– Fue un concierto fantástico y lo disfruté mucho. Recuerdo que lo pasamos un poco mal en el aspecto de que luego no dormimos porque teníamos un concierto en Inglaterra y teníamos que ir temprano al aeropuerto. Pero fue superdivertido, a pesar de que el calor era insoportable.
– Uno busca en Google 'La perra blanco' y se encuentra con un montón de elogios, como esa etiqueta de la revista 'UK Rock'n'Roll Magazine'. ¿Cómo sientan estos halagos?
– Siempre está bien que te digan cosas buenas. Yo tampoco me lo creo demasiado. Tampoco por estas cosas me creo mejor que nadie, simplemente lo agradezco y acepto porque es un trabajo de muchos años y estoy recogiendo los frutos.
Carl Perkins y jazz
– Comenzó tocando metal. ¿Ha pasado por muchos estilos antes de llegar al rockabilly?
– Sí. Después de las músicas de los setenta, las músicas de los setenta, de los sesenta... llegué a los años cincuenta y a los años cuarenta.
– Da la sensación de que ha estudiado cada etapa y ha escuhcado mucha música. ¿Hubo algún disco que le volara la cabeza?
– En cincuenta principalmente empecé a escuchar lo básico, con Little Richard, que siempre ha sido de los que más me ha llamado la atención, y me gusta mucho el rock and roll negro, pero también blanco, de gente como Jerry Lee Lewis. Y también artistas como Carl Perkins. Me he movido un poco por todos los géneros que se desarrollaron entre los treinta y los sesenta.
– ¿Esto es lo que se escucha también en la furgoneta cuando están de gira?
– En la furgoneta se escuchan muchas tonterías y mucha estupidez de la gente (risas). Pero cuando entre tonterías sí se escuchan y nos gusta mucho el jazz a los chicos y a mí.
