«El micromecenazgo debería tener una consideración fiscal, como en otros lugares»
Califica la temporada de «excelente» para la ABAO pero sigue preocupado por las cuentas y reclama que las leyes de mecenazgo contemplen a los particulares
CÉSAR COCA
Viernes, 28 de junio 2019, 00:04
La temporada 2018/19 terminó para la ABAO con la mejor de las noticias: un récord de taquilla en 'Los pescadores de perlas'. Un éxito ... de público que permitió reducir el déficit anual a 342.000 euros (algo más de la mitad de lo previsto), lo que da un respiro a la entidad. Pero su presidente, Juan Carlos Matellanes, es consciente de que el buen balance artístico del ciclo que ha terminado no puede distraerlos de la tarea urgente de equilibrar las cuentas. Y considera que en ello podría tener un papel relevante una nueva ley de mecenazgo que contemple las aportaciones de particulares, como pasa en otras autonomías.
- ¿Qué balance hace de la temporada? A primera vista, ha tenido muchas menos incidencias que la anterior.
- Ha sido más tranquila porque no se han dado tantas cosas atípicas, lo que nos ha permitido centrarnos en la búsqueda de la calidad, la ampliación de escenarios donde estamos presentes, el incremento de la actividad y, en este año concreto, la celebración de la función número 1.000. En cuanto al balance artístico, creo que ha sido muy bueno, con un ciclo equilibrado que ha gustado mucho a la crítica y el público. Si habláramos de vinos, diría que ha sido una añada excelente que nos gustaría repetir en las temporadas próximas.
«El déficit del ejercicio se situó en 342.000 euros gracias a un aumento de los ingresos»
- ¿Cuáles han sido los hitos de la temporada a su juicio?
- 'La Bohème' se convirtió en nuestra ópera más representada y el resultado fue excelente. Para la función 1.000 queríamos hacer algo distinto y como nos gusta adelantarnos nos anticipamos a los festejos por el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven. Y 'Los pescadores' ha supuesto un nuevo récord de taquilla, gracias a que contamos con el mejor elenco del momento para ese título y una producción perfectamente pensada y de una enorme elegancia. En cuanto al recital de Jessica Pratt, fue espectacular, un lujo para Bilbao, pero con menos repercusión de público de la que cabía esperar.
- ¿Cuál ha sido el índice de ocupación medio?
- El 87,4%.
- Dos puntos y medio menos que la temporada pasada.
- Sí, aunque en 'Los pescadores', como le decía, pusimos un día el cartel de 'no hay billetes' y estuvimos a punto el resto de las funciones. También hubo ocupaciones superiores al 90% en 'La Bohème'. La venta de entradas se mueve por el título programado, el grado de popularidad de los cantantes y el boca a boca; por eso estamos teniendo mejor ocupación en la tercera y cuarta funciones que en las primeras.
- ¿Y el resultado económico?
- Los gastos fueron un poco superiores a lo presupuestado, pero los ingresos sumaron 259.000 euros más de lo previsto, por lo que cerramos con 342.000 de déficit.
Déficit y modelo
- ¿Hasta cuándo se puede aguantar un déficit continuado?
- Tenemos unos fondos propios de un millón, así que nos quedan tres años. Pero eso ya venimos advirtiéndolo desde hace tiempo. Y tenemos además el agravante de que, por el tipo de entidad que somos, no podemos tener superávit. Por eso nuestro reto principal es equilibrar el resultado sin bajar la calidad. El problema no es de costes, que ya no se pueden reducir más, sino de ingresos. Ahora, las subvenciones públicas suponen el 25% del presupuesto, las entradas y abonos el 50% y el resto son los patrocinadores privados. Entendemos que ese modelo no es sostenible.
- ¿Hay previsión de mayores subvenciones a corto y medio plazo?
- El año pasado creció la aportación del Ayuntamiento y, en el ámbito privado, la de la Fundación BBVA. El tema está pendiente con la Diputación, la del Gobierno central es una incógnita tal y como están las cosas, y la del Gobierno vasco está estancada, aunque es cierto que en lo peor de la crisis no la redujeron. Creo que la solución es ir a un modelo de colaboración con el sector público que suponga una mayor implicación. Y una nueva normativa en cuanto a mecenazgo que contemple ventajas fiscales para las aportaciones de particulares, como pasa en otras autonomías. Estoy seguro de que si yo pudiera enviar una carta a los asociados pidiéndoles 150 euros y diciéndoles que tendrían una bonificación fiscal, muchos lo harían.
«Al reducir los títulos a cinco tuvimos que renunciar, pero en la 2020/21 haremos 'Jenufa'»
- ¿Cómo ha sido acogido el cambio de imagen y denominación?
- De forma inmediata nos llegaron felicitaciones, pero lo importante es el cambio general y eso no se notará en una temporada ni en dos. Lo relevante sería salir de la descoordinación que ahora tenemos y sentarnos a hablar con las instituciones de calendarios, actuaciones conjuntas, etc. Algo se va haciendo: por ejemplo, en junio de 2020 haremos varios conciertos sobre Beethoven con algunas instituciones de la ciudad.
- La ópera del siglo XX sigue desaparecida en sus programas, porque la estética de Puccini es del XIX.
- Ya estuvo y la perdimos al pasar de siete títulos a cinco, pero la vamos a recuperar. En la 2020/21 haremos 'Jenufa'... El problema es que hay que lograr un 'mix' que equilibre lo artístico con lo económico. Y cuanto más contemporánea sea la ópera, menos taquilla.
- También han cambiado el recital por una función semioperística.
- Es un guiño a la sexta función. No tenemos seis, pero son como cinco y media. El de Rossini será un concierto importante, con más contenido que un recital.
- Algunos sectores de la vida cultural piensan que Bilbao necesita un teatro lírico porque el Euskalduna está cada vez más ocupado en otras actividades. ¿Qué opina?
- La iniciativa privada no puede hacer frente a algo así. El Euskalduna se concibió como un espacio multiusos pero al principio su ocupación era mucho menor. Ahora es muy superior y eso genera tensiones. Para nosotros el aforo es idóneo, pero es cierto que no estamos en las mejores condiciones en cuanto a actividad. La acústica es buena, pero hay teatros más fáciles para cantar... De hecho, hay gente a la que no se puede traer por ese motivo. Si la vida musical es importante en Bilbao, debería pensarse en una solución. Y puede ser una ampliación del Euskalduna o la construcción de un nuevo teatro.
Un ligero rejuvenecimiento de los socios
La ABAO cuenta en la actualidad con un colectivo de socios estabilizado en torno a 4.300 y su edad media se ha reducido algo porque las altas corresponden a aficionados algo más jóvenes que las bajas. Este rejuvenecimiento y la captación de nuevos públicos son algunos de los temas pendientes de la asociación, más allá de la faceta artística y la gestión económica.
Los esfuerzos en ese sentido están ofreciendo resultados pero con lentitud. «Somos conscientes de que son actuaciones que darán resultados a medio y largo plazo», explica Matellanes. Se refiere a Gazteam, la iniciativa para atraer jóvenes a la ópera que se enfrenta ya a una primera renovación de sus 'activistas', y a las gestiones hechas con ayuntamientos de la provincia para formar grupos de aficionados a quienes se facilita la tarea de «vivir» la lírica. La entidad ha ofrecido precios más bajos y los ayuntamientos corren con la organización de grupos y facilitan el transporte, lo que sobre todo para personas sin coche constituye una ayuda muy grande. Además de eso, la ABAO mantendrá los programas dirigidos a los más pequeños y las actividades en hospitales, así como las organizadas en colaboración con la Fundación Juan March y las habidas dentro del programa Bizkaia Koopera, que incluso han llegado a Bolivia.
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