Lagarto Errante: «Tengo claro que Dios, al menos en términos conceptuales, existe»
Por algunos llamado 'el Dyango de Getxo', Asís Arana, escritor, guionista, athleticzale con canciones dedicadas al club y cantautor springsteeniano, lanza su tercer álbum, bautizado 'Paciencia', y avisa: «no me gusta mucho tocar en bares»
El getxotarra Asís Arana tiene 51 años recién cumplidos, siete libros a su nombre, un puñado de guiones de cine circulando por ahí, y tres discos bajo el apodo o alter ego de Lagarto Errante (y además tiene viejos discos con grupos como Shamrock y Ebow). En los últimos tiempos Asís está más centrado en su faceta de músico, de cantautor políglota y athleticzale (atención: al menos tiene dos canciones lanzadas en honor del club: su versión springsteniana del himno oficial y su composición original 'Dios es del Athletic'), y lo plasma o desarrolla en su último álbum, 'Paciencia', grabado a lo largo del último año.
Publicidad
Lo de grabarlo a lo largo de tanto tiempo ayuda a que 'Paciencia' parezca más un disco irregular por poco homogéneo, pero atesora un hondo encanto, las letras dan mil vueltas a la media del pop-rock, y encadena distintos hitos, pues su onda se mueve entre el rock acedecesco y el indie que comulga, pasando por el folk-rock actual a lo Carlos Ares ('Feliz', con su final a lo Daniel Romano, 'Himalaya' y su paradójica brisa andina...), y el gran rock americano escuela Bruce Springsteen ('Krabu' en inglés, 'Sapiens' en castellano y sonando también entre La Granja y La WOP Band, 'La chica del delantal' con salpicaduras a lo Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, 'El chándal de Rosalía'...), o la citada rendición al Athletic y esa introducción a piano solo tipo Richard Clayderman fusilando el 'Rien de rien' de la Piaf.
- Asís, para empezar contéstanos a la misma pregunta que en la entrevista anterior, la que hicimos por tu segundo disco, 'La esperanza': ¿Dónde andas?
- Pues me pillas en Bilbao, preparando ya el videoclip de uno de los temas del próximo disco. 'Mi enfermedad' es el título provisional del single y la canción habla sobre el problema de las adicciones en general.
- El mismo título que la mejor canción de Los Rodríguez. Entonces, durante esa entrevista, ibas en bus camino de Madrid para entrevistarte con un guionista. ¿En qué quedó ese proyecto? ¿En papel mojado?
- Sí, lo recuerdo y, aunque parezca increíble, el proyecto sigue en la misma situación porque al tratarse de un guionista de mucho prestigio su agenda es una verdadera locura. A la vuelta de verano volveré a hablar con él para conocer su situación actual. El tratamiento previo al guion creo que ha quedado muy bien, así que no me queda otra que seguir acumulando paciencia. Puede que el título de este último disco haya tenido bastante que ver con esta circunstancia, ja, ja...
Publicidad
- Ja, ja, ja...
- De todas formas, lo de «papel mojado» en cine es bastante relativo, ya que algunos proyectos ven la luz muchísimos años después de su gestación original. Sin ir más lejos, otro proyecto mío que llevaba mucho tiempo arrinconado ha recobrado ahora la posibilidad de rodarse con un director de bastante prestigio. Ya veremos. La industria del cine me parece de hecho una buena metáfora de cómo funciona la vida en términos generales. Me refiero a eso que decía Lennon de que nuestras vidas son lo que nos pasa mientras hacemos otros planes.
- ¿Sigues teniendo siete libros o has publicado alguno más en un año? El último era 'Mi suertELAdecido yo'.
- No, este año no he publicado ningún libro. He estado bastante más centrado en la música. Sin embargo, acabo de retomar una idea que me venía rondando la cabeza desde hace tiempo y que creo podría dar lugar a una novela bastante interesante. Sobre todo porque no sé hasta qué punto podría calificarse de novela en términos estrictos, y eso es precisamente lo que más me atrae del proyecto, que respondería a un género muy difícil de definir.
Publicidad
- Una nueva vanguardia, je, je... ¿Qué estás leyendo ahora?
- 'El dinero', de Emile Zola. En su día me gustó mucho dicho autor, y creo que lo que me ha impulsado a leer ahora una novela escrita hace tanto tiempo es comprobar hasta qué punto hemos cambiado en términos de capitalismo galopante. Ya he leído casi la mitad y me ha quedado claro que, lamentablemente y tal y como se apuntaba en 'El Gatopardo', algunas cosas cambian para que sigan siendo exactamente iguales. Y es que por mucho que las formas aparentes puedan ir variando, el fondo subyacente sigue siendo el mismo. Más aún si hablamos de algo tan concreto y abstracto a la vez como el dinero. De hecho, si tuviera que contarle a un extraterrestre que acabara de llegar a la Tierra cómo es la naturaleza humana, trataría de explicarle qué es y cómo funciona el dinero. Y no tengo nada claro hasta qué punto dicho E.T. lo entendería del mismo modo que nosotros.
- Asís, hombre errante, ¿viajas en bus porque no tienes coche? ¡Qué paradoja para un springsteeniano!
- Ja, ja... Buena prueba de lo que pienso a ese respecto sería confesarte que no conozco a nadie que sepa menos de coches que yo. Y efectivamente, viajo en bus porque ni tengo coche ni demasiadas ganas de tenerlo. Bueno, miento, sí que me gustaría disponer de uno para utilizarlo cuando fuera estrictamente necesario. Pero es que a día de hoy cada vez lo veo más como un producto casi de lujo, y además en ocasiones tampoco me parece muy práctico.
Publicidad
- ¿Algún ejemplo?
- El otro día sin ir más lejos tuve que ir a Donostia de curro y, aunque podría haber ido en coche, con el parking, las posibles multas y demás, el coste potencial de dicha apuesta se me antojó prohibitivo a más no poder. Aparte de que yo dispongo de mucha flexibilidad horaria, por lo que suelo organizarme para viajar en buses que casi siempre van medio vacíos.
- Ajá.
- Otra cosa que me gusta del bus es que suelo aprovechar el viaje para leer, trabajar, ya que he escrito ahí más de una letra de mis canciones, o simplemente mirar por la ventana tratando de no pensar en nada, una pasividad ésta que recomiendo encarecidamente a todo el mundo. Y mucho más en los tiempos que corren, cuando «perder el tiempo» parece haberse convertido en el más imperdonable de los pecados.
Publicidad
- Todos el mundo estresado, ya... Oyendo el disco me asaltó esta pregunta: ¿Te influyen más Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán o Springsteen?
- Me sonrío un poco porque de verdad que no soy tan del Boss como igual parezco. Te lo iba a comentar antes con lo del bus y los coches... Y créeme que no tengo ni idea de quiénes son Cánovas, etc. Luego los oiré en Spotify (y nos comentó tras hacerlo: «acabo de escucharles un rato por Spotify y la verdad es que me han resultado muy interesantes»). Con las influencias creo que pasa una cosa muy extraña e interesante a la vez, la segunda probablemente a causa de la primera. En el sentido de que la música que más he escuchado o más me ha gustado puede no ser necesariamente la que más me haya influido a la hora de escribir canciones. Básicamente porque forzar una composición de cara a orientarla en una dirección determinada suele hacer que el resultado sea bastante lamentable, al menos en mi caso.
- Ya.
Noticia Patrocinada
- Por poner ejemplos citando a dos artistas muy conocidos, los dos que probablemente más he escuchado en toda mi vida, que son Bowie y Pearl Jam...
- ... Pearl Jam, jo, jo jo... ¡Cuánta mala influencia han sembrado!
- Pues bien, como autor nunca nadie me ha sugerido la posibilidad haber sido influido por ninguno de ellos. Es uno de los más grandes y maravillosos misterios del hecho de escribir canciones, que muchas veces no salen como uno espera. El otro día, por ejemplo, un amigo productor me habló de una canción que estaba produciendo para una banda que al parecer pretendía mostrarse muy cañera. Le pidieron por tanto que dicha canción sonara muy cruda, potente y visceral. El problema era que la esencia de la canción, al menos en opinión del productor, para nada era ésa, y se generó entre ellos una suerte de conflicto creativo.
Publicidad
- Vaya...
- A mí también me pasa a veces, que me salen canciones demasiado ñoñas o incluso abiertamente cursis. Pues bien, hace años trataba de aderezarlas con un sinfín de guitarras distorsionadas de cara a maquillar su verdadera naturaleza, un poco como si me avergonzara resultar un poquito blando, excesivamente pop o acaramelado. Sin embargo ya no me pasa eso y no me importa un carajo que algunos roqueros talibanes me llamen «El Dyango de Getxo». Supongo que algo bueno tenía que tener también eso de ir cumpliendo años.
- Jo, jo, jo... Eso del Dyango de Getxo al menos hay que ponerlo en el subtítulo de la entrevista. En el disco anterior se notaba más el influjo de la canción melódica española, de hecho versionabas el 'Hey' de Julio Iglesias. ¿Qué esperas de tu versión del himno del Athletic? ¿La han pinchado ya en San Mamés?
Publicidad
- No, que yo sepa. Me consta que lo han pinchado bastante en eventos y cosas así, pero creo que San Mamés es muy tradicional a ese respecto. Y la verdad que me parece muy bien. Cada cosa tiene su espacio y su momento. Esa versión surgió por casualidad, a raíz de un proyecto de cine en el que estaba trabajando y que tenía al Athletic de protagonista. Me pareció interesante hacer una versión del himno para presentar la película en algunas reuniones. Luego surgió la idea del videoclip, que coincidió a su vez con la final de Copa. Pero eso fue pura suerte, por más que en algunas entrevistas dijera que lo había hecho todo ex profeso para apoyar a los leones. Supongo que no quería decepcionar a algunos periodistas muy hinchas del Athletic, ja, ja...
- Ejem... ¿Por qué combinas ahora el inglés y el castellano, aparte del euskera del himno…? Creo que lo del inglés es un paso en falso.
- Bueno, es una opinión perfectamente respetable, pero tengo mis razones para haberlo hecho así en dos de las canciones. En una de ellas, 'Krabu', lo hice porque es una especie de homenaje a mi hermano, que es una persona bastante discreta y pudorosa. Y al tratarse de una letra muy explícita pensé que así su figura quedaba algo menos expuesta.
Publicidad
- Eso va en contra de lo que debe hacer un artista, pero bueno...
- Sin embargo, la razón principal y común en ambas canciones obedece al tipo melodía que tienen. Quiero decir con esto que en algunas composiciones de fraseo muy entrecortado y percusivo, el castellano me resulta a veces un poco brusco fonéticamente hablando. Prueba de ello es que en 'The waiting' incluso probé a hacer la letra en castellano, pero no me gustó nada el resultado. Considero que lo que debe mandar a la hora de escribir canciones es ser fiel a su naturaleza, si bien tampoco quería dejar de grabar ninguna de ellas sólo por preservar la supuesta coherencia lingüística del disco. En mi opinión, escribir en varios idiomas no supone ninguna incoherencia. Pero lo dicho, ni eres el primero al que no le ha convencido mucho lo de escribir en inglés, ni a buen seguro serás el último, ja, ja...
- He pensado que podrías poner en una cara del LP los temas en castellano y en la otra los en inglés y euskera.
- Muy de acuerdo, me parece una solución más que lógica. El problema es que sólo tenía dos temas en inglés porque mi proceso de grabación es algo distinto al de la mayoría de bandas. Me refiero a que el disco se ha grabado canción a canción a lo largo de muchísimo tiempo, un año prácticamente. No me encierro en el estudio un par de semanas, al estilo clásico. Y la verdad que a mí me resulta mejor así, le veo más ventajas que inconvenientes, lo cual por supuesto tiene mucho que ver con mis circunstancias personales, tanto estrictamente creativas como financieras. De todas formas, para nada descarto volver a grabar en el futuro tal y como lo hace la mayoría. Mis circunstancias lo dirán.
- Te ha salido un disco muy variado. Aunque puede lo springsteeniano…
- También muy de acuerdo, porque entiendo muy bien a lo que te refieres con lo de springsteeniano y en mi caso tiene mucho sentido. Por muy ecléctico que intente ser, está claro que no dejo de ser quien soy y que mi voz es la que es. Vamos, que aunque siempre trato de sorprenderme a mí mismo, tengo mis limitaciones a la hora de experimentar con nuevos estilos. Muchas limitaciones. No obstante, mi intención de partida suele ser sobrepasar dichas fronteras tácitas.
- ¿Las letras de qué van? ¿De lo mismo en inglés y castellano?
- Aunque hay cierto hilo conductor común a toda ellas, el cual podría responder a una suerte de pesimismo esperanzado en clave un tanto irónica, cada una de ellas es muy particular y especifica, y hablan por tanto de cosas muy distintas. Por poner algunos ejemplos, 'The waiting' es una especie de carta de amor a la muerte en tanto en cuanto es ella la que a mi entender más vida nos procura, y 'Ser humano' es una especie de confesión retrospectiva y nostálgica sobre la pérdida de la virginidad de una mujer madura.
Publicidad
- Esta sí que es una postura artística...
- Por otro lado, 'Sapiens', 'Feliz' y 'El chándal de Rosalía' tienen en común cierta crítica socio-digital, un humor ácido y mordaz en cuanto al absurdo de muchas de las tendencias y modas actuales. Sin embargo, buscan también algo así como la sonrisa cómplice y asertiva del oyente, como invitándole a pensar que pese a todo nada es tan grave como a veces nos lo pintan. Ni siquiera el reguetón, ja, ja...
- Ya, qué manía con meterse con el reguetón y por ejemplo no con el rap. Asís, usas conceptos religiosos en algunas de tus canciones, ¡como los del reguetón, ja, ja, ja...! Igual hay muchos oyentes que no los entienden en estos tiempos que vivimos…
- Es cierto, y aunque comprendo que puede suceder, me da mucho juego a la hora de hacer metáforas. No eres el primero que me lo destaca, y de hecho tengo un amigo que siempre me hace hincapié sobre ello. Yo le respondo con un poquito de sorna que a ver qué esperaba de un tío que estudió doce años en un colegio del Opus Dei.
- ¡Yo cuatro! Los de secundaria.
- No lo digo ni para bien ni para mal, pero es algo que llevo dentro. Y aunque tengo buenos amigos del cole más que críticos con dicho tipo de educación, también tengo otros que incluso son miembros del Opus. Por mi parte, y aun considerándome una especie de agnóstico esperanzado, tengo claro que Dios, al menos en términos conceptuales, existe, aunque no sea del modo en que lo conciben la mayoría de creyentes católicos. Aparte, por muy ateo y crítico con cualquier religión que alguien quiera o pueda ser, en Occidente hay un hecho incontestable: todos nosotros vivimos en el año 2025 después de Cristo, no en el 85 después de Lennon, por más que pueda pesarle a algún fan de los Beatles. Y que nadie me malinterprete porque adoro a los Beatles.
Publicidad
- Lanzaste un single titulado 'Dios es del Athletic'. ¿Qué tal funcionó esa canción en plan U2 bailongos?
- Ja, ja... Me gusta mucho tu forma de describirla porque no vas nada desencaminado. Es más, es ahí hacia donde más o menos quería llevarla cuando se la presenté al productor por primera vez. Esta canción se gestó en cambio de forma muy distinta a la del himno del Athletic. Aquí todo partió de mi intención de grabar una secuela del videoclip de 'All Iron'. Quería ver qué pasaba con esos mismos personajes si el Athletic llegaba a la final de la Europa League, cuya final se jugaba en San Mamés como todos sabemos. Así que, por decirlo de alguna forma, escribí 'Dios es del Athletic' para dar sentido al vídeo, un poco lo contrario de lo que suele hacerse. El problema fue que presentamos tanto el vídeo como la canción el mismo día que el Athletic perdió 0-3 con el Manchester, así que no tuvieron un recorrido tan espectacular como en el caso anterior.
- Qué mala suerte...
- En cualquier caso, y para serte sincero, no estoy del todo satisfecho con el sonido de ese tema. Pretendo hacerle una especie de remix que presentaré dentro del próximo disco. Quiero llevarlo más al terreno de lo abiertamente bailongo, más en la onda de Pet Shop Boys que de U2, ja, ja... Pero bueno, ya veremos, tiempo al tiempo. Ante todo, paciencia.
- Asís, ¿El Lagarto Errante se presenta en vivo? O sea, ¿das conciertos?
- Sí, presentamos el disco el pasado junio en Madrid, y tengo pendiente cerrar la fecha de Bilbao porque ha habido un pequeño malentendido con la sala y al final creo que tendré que mover el bolo a noviembre. Lo anunciaré tan pronto tenga la fecha definitiva.
- ¿Cómo son los conciertos?
- Si bien Lagarto Errante es un proyecto personal, suelo tocar siempre con los mismos músicos y funcionamos casi como una banda al uso. El guitarrista es Dani Vicente, que al ser también mi productor de cabecera me facilita muchísimo las cosas a este respecto. En cualquier caso, ahora mismo no toco tanto en directo como me gustaría. Seguramente porque no me gusta mucho tocar en bares, y las condiciones de las salas que mejor me encajan no me facilitan mucho las cosas. Dicho de otro modo, conseguir unas condiciones económicas mínimamente decentes se está volviendo complicado para determinadas bandas.
Publicidad
- Y acabamos con otra pregunta repetida de la anterior entrevista: ¿Qué esperas de este disco? ¿Cuáles son tus objetivos?
- Para serte sincero, no suelo ponerme demasiados objetivos cuando hago un disco. Tal vez porque las grandes expectativas son un poco traicioneras y más de una vez admito haberme sentido un tanto decepcionado a nivel de éxito comercial. Mi objetivo por tanto es seguir trabajando todo lo que pueda, hacer siempre el mejor disco posible y luego promocionarlo también en función de mis posibilidades reales. Aun así, también te digo que si tengo que escoger entre financiar la promoción de un disco o la producción del siguiente, me quedaré siempre con lo segundo. Por supuesto que me gustaría que mi música llegara a mucha gente, sería estúpido afirmar lo contrario, pero eso es imposible garantizarlo y además tengo mucho material que me encantaría poder grabar. Sin ir más lejos, la canción de la que te hablaba al principio la escribí hace más de diez años, si bien sólo ahora he tenido la oportunidad de producirla.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión