La catalana Sweet Marta conquistó al público del Arenal
El roquero murciano Al Dual también estuvo por encima de Delanie Pickering, una peaky blinder que vino con banda francesa
El Bilbao Blues Festival está teniendo diversos tipos de éxito: se llena el Arenal en sus dos escenarios, viene gente de fuera, el cual es ... uno de los principales propósitos del Ayuntamiento, y las camisetas que se ven en los conciertos revelan el interés de los melómanos, desde los roqueros hasta lo bluseros.
Y se lo vamos a demostrar enumerando camisetas guays: se llevaban la palma las de las diferentes ediciones del Bilbao Blues Festival, y había prendas únicas del SanBar Blues Fest de Leioa, del 33. Blues Baltica, del Benicassim Blues, del Crossroad Fest asturiano, y de grupos y solistas como The Band, Led Zeppelin, Rolling Stones, Bruce Springsteen & The E Street Band, The Kleejoss Band, The Cramps, Jason Kane & The Jive, Rush, y divinas camisetas bluseras de Kenny Neal, Johnny Winter, Vargas Blues Band, Anna Dukke, C.W. Stoneking, Jimmie Vaughan (que recibió la txapela de honor del festival), Fantastic Negrito, Robert Johnson, del sello Ace Records, y una supermolona de Muddy Waters.
En la programación de ayer hubo dos bolos de bandas nacionales, una de blues y otra de rock and roll, la primera la de la gerundense Sweet Marta y la segunda del murciano Al Dual. Sweet Marta, etiquetada como la única mujer armonicista de España, afirmó a modo de saludo que el Bilbao Blues es el mejor festival de España y añadió que éramos el mejor público, y luego dio un bolo estupendo de 13 temas en 73 minutos.
Sweet Marta & The Blues Shakers, un cuarteto con su pareja Johnny Bigstone a la guitarra solista, arbitraron rock and roll deslizante como el de los Mighty Flyers, genuinos lentos blues ('The key to your door' de Sonny Boy Williamson II, de los hitos de la matinal), boogie woogie olímpico también en plan The Mighty Flyers ('Lollipop papa') y por el epílogo rocanroles y rumba onda Los Fabulosos Thunderbirds ('Sugar baby').
Sonó muy bien el bolo de la blusera catalana en cuarteto, y un poco peor el del rocker murciano en septeto con dos saxos. Al Dual encadenó un repertorio de una veintena de temas en 74 minutos. Lo malo de su bolo es que le quedó muy reiterativo entre la sucesión ininterrumpida de canciones y la similitud entre ellas. Se supone que el grueso de los títulos eran originales, pero recordaban inmediatamente a otras canciones: de los Stray Cats en el arranque, de Colin James, de Buddy Holly en al menos un par de ocasiones, de Eddie Cochran, de los Blasters, de los Sha Na Na de 'Grease', al 'Mistery train' de Elvis...
Estilo recio y genuino
La única actuante que dio dos conciertos fue la joven guitarrista y vocalista Delanie Pickering, vestida cual peaky blinder y cuyo estilo recio y genuino, anclado en la onda de los negros de los 50, se desarrolló a lo largo de un repertorio poco estructurado de 17 temas en 85 minutos que a la postre fueron una sucesión de canciones a pachas entre ella y sus tres escuderos franceses.
Sí, seguramente por eso abundaron las versiones, por no ser una banda fija. Algunas las presentó ella, caso de la de Sugar Ray & The Bluetones o de la de Darrell Nulisch, practicantes blancos de blues con alma negra y solera que se infiltraron en un concierto con el sol dando de pleno en el escenario, trufado con numerosos solos de teclado combinados con los de la guitarra Les Paul de ella, que miraba al teclista galo y le indicaba que llenara el espacio con su órgano.
Y así a lo largo de un listado con boogie woogie, blues bibikinesco, blues del westside de Chicago (ora dramático a lo Otis Rush, ora afilado a lo Magic Sam), un tema original suyo que sonó a plagio de Little Charlie & The Nightcats, y el sincero contento de ella, que insistió varias veces que era su primera vez en España y estaba encantada con la explanada del Arenal llena de gente viéndola.
Jimmie Vaughan, txapela de honor del Bilbao Blues
El guitarrista texano de 74 años Jimmie Vaughan recibió ayer en el Arenal la txapela de honor del Bilbao Blues Festival. El año pasado se la concedieron a su viejo camarada Kim Wilson, líder de Los Fabulosos Thunderbirds, donde se hizo famoso Jimmie. Y si Kim hizo poco caso al galardón, esta vez Jimmie recibió la txapela con aparente orgullo: se la caló con cara de encantado, dijo «gracias y gracias», y al poco comenzó su concierto en septeto a dos guitarras (las dos de su modelo favorito, Fender Stratocaster), contrabajo, batería y tres vientos con demasiado protagonismo en los solos. Más flaco que hace un año, elegantemente vestido con americana, Jimmie cantó con una voz muy limitada, y más si se compara con el vozarrón de su viejo amigo Kim en temas como 'Dirty work', cuando ya se había cerrado el acceso al recinto de tanta gente que había.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión