«Aprendí a tocar la guitarra escuchando discos y con los amigos de mi padre»

- ¿Es un guitarrista de jazz que toca clásica o de milonga, de samba...?

- Nací en una familia de músicos y tuve un padre muy curioso al que le gustaban todos los géneros. No tuve formación académica y me crié aprendiendo a tocar lo que me gustaba. Los discos fueron mis maestros, junto a los amigos de mi padre que iban por casa. Muchas veces, a media noche, me levantaba para ir al baño, oía que en la cocina estaban tocando una pieza, y me unía a ellos. Soy un 'crossover' de mi tiempo y mi circunstancia y nunca me aburro. Hace unos años me interesé por la música caribeña y ahora acabo de estar en Jerez y he flipado con el flamenco.

- Pasa de géneros en los que la improvisación es básica a otros en los que toca junto a una orquesta, lo que obliga a una disciplina. ¿Cómo se adapta a eso?

- No es difícil. En Bilbao tocaré una obra mía que escribí a la guitarra y cantando las voces de los violines y los chelos. Como es lógico, depende de la conexión con el director. Y, en este caso, Carlos Prieto es mexicano y sabe mucho de la música del continente.

- También es compositor. ¿Solo le interesa escribir obras para o con guitarra?

- Soy un compositor-intérprete y veo que puedo aportar mis cosas, hacer retratos de los lugares por los que voy. Mi intención es que la música coja su camino. Pero sin duda haré cosas sin guitarra. Ya tengo unas cincuenta canciones, por ejemplo.

- Su paisano Villa Lobos encontró huellas de Bach en la música popular brasileña. ¿Usted también las ha hallado?

- Bach es parte de la construcción de la música. Por eso lo hallamos en todo lugar. Y Villa Lobos es quien definió el lenguaje de la música sinfónica brasileña.

- Su 'Concierto de Fronteira' toma elementos del folclore de los vecinos Argentina, Paraguay y Uruguay. ¿Es una construcción cultural o realmente la música popular en esa región toma todos esos elementos?

- Siempre ha habido ahí un gran intercambio. A través de la radio se han entrecruzado las influencias. Por eso, para mí es algo natural. El grupo musical con el que me crié se llamaba Los Fronterizos. Compartimos muchas cosas: el mate, los asados, el rodeo, la forma de vestir, el gauchaje, el respeto por los caballos. Eso viene del sur de España, incluida la guitarra. El gaucho es una mezcla de los indígenas con los gitanos de ese sur español, con su influencia árabe. Y todo eso ha llegado hasta Colombia y Venezuela. Tocar este concierto en España es traer aquí todo esto.

- La orquestación de la pieza la ha hecho su mujer, Elodie Boundy, también guitarrista.

- Ella tiene formación académica, estudió en Europa y me ayuda porque cuando yo hago una pieza para orquesta lo necesito.

- Hace más o menos un siglo, Villa Lobos vino a París y se llevó de regreso la influencia de la música del barroco al impresionismo, y Milhaud se fue a Brasil y volvió trayendo la percusión y unos ritmos diferentes. ¿Cómo está ahora el intercambio entre los dos lados del Atlántico?

- Vivimos una transformación muy rica. Resido en Lisboa desde hace tres años y he descubierto que es uno de los lugares más multiculturales del mundo. Lo que hace un siglo hicieron Villa Lobos y Milhaud ahora está pasando de forma general. En Lisboa estoy conociendo la música de Cabo Verde y Angola. Tenemos otra comprensión del fenómeno musical, la gente vive la música de otra forma, y hay que intentar que no se aleje de la clásica. Creo que conciertos como este de Bilbao van bien encaminados.

- ¿Y la relación con la música de EE UU?

- Hay una enorme conexión de Brasil con EE UU, incluso en lo político, como se ha visto. En los años 30 y 40, la bossa nova se americanizó, incorporó elementos del jazz y hoy es más un género estadounidense que brasileño, a diferencia de la samba. En Brasil, en cambio, la música más popular ahora es el rap. No lo critico, en absoluto. La gente siempre halla la forma de expresarse, y el rap es la fotografía del abandono educacional de nuestro continente.

- Acostumbrado a tocar una música que hace que la gente baile y se mueva, ¿cómo lleva estar ante un público sentado y sin contacto físico?

- Todas las plateas tienen su encanto. Quizá la gente esté bailando por dentro. La música propone cosas y mejora el tiempo. Para mí, este concierto es invitar a la gente a que conozca mi región. Y les traigo sus colores y ritmos.

- No ha anunciado el programa del concierto del lunes.

- Tocaré obras escritas durante la pandemia, inspiradas en los países que dejé de visitar en ese tiempo. Y hablaré bastante, porque iré contando cosas sobre el momento y esas obras.