Los mejores planes culturales para los próximos días

«Estoy un poco asustada. No sé adónde me llevará esta libertad mía», dice Juana -la Papisa, la de Arco, la Loca, la poeta De la Cruz, cualquiera, todas las 'juanas', las mujeres que han sido, son y serán- en el espectáculo que llega al Teatro Arriaga este fin de semana. «Pero ando suelta», dice también. Y aleluya, que sea por mucho tiempo, hermana. Danza y teatro se unen aquí para mostrar esa lucha por la libertad, por ser alguien más de lo que te han dicho que puedes ser; y lo hacen por boca de Aitana Sánchez Gijón, que sigue siendo una de las mejores actrices que hay por aquí y que se enfrenta en este espectáculo a una manera diferente de estar sobre las tablas. Así que parece que hay unas cuantas razones para acercarse a ver esta propuesta, ¿no?

También de teatro -y, ay cómo se nos olvida que este existe, y que tiene el mismo poder que en otros formatos e incluso, a veces, más- va lo del Festival de Títeres de Bilbao. No, no es solo para público infantil. No, no es solo pedagógico ni solo fantasioso ni... El programa, que empieza el sábado, nos da la oportunidad de ver a grandísimos artistas llegados de diferentes partes del globo y de alucinar con lo que son capaces de hacer con marionetas, con objetos, con sombras... y hasta con los pies. No, no es broma. Es lo que hace 'Il teatrino dei piedi di Verónica González' en el montaje 'Cocina en punta de pies', el martes el Teatro Campos y el miércoles en el centro cívico de Rekalde.

Fin de semana intenso de conciertos en Bizkaia. El jueves calentaremos motores con Jabier Muguruza y Travelling Brothers en el último capítulo del ciclo 'Kandelen artean' organizado en la Sala BBK. Una oportunidad única de ver una faceta distinta de los músicos. Ojalá haya pronto más conciertos a la luz de las velas. Muy recomendable, tanto como el directo de Muguruza.

El viernes el fenómeno fan estallará en Santana 27. Musicalmente será el concierto menos apetecible de los que destacan ese día, pero moverá masas. No en vano Ana Guerra y Luis Cepeda eran dos de los concursantes más aclamados de 'OT 2017'. La primera reventó todas las pistas de baile junto a Aitana gracias a 'Lo malo' y el segundo se está labrando una carrera al más puro estilo Antonio Orozco que tiene mucho éxito especialmente entre el público juvenil femenino. Se han montado una gira a dúo que alterna las canciones en solitario con temas a dos voces. Hace pocas semanas pudimos ver a sus compañeras de edición Aitana y Amaia cumplir con nota en el Bilbao Arena y en el BIME, respectivamente.

¿Y el sábado? Más madera. Amaral triunfará en el BEC. No hay dudas. El dúo de Zaragoza presenta 'Salto al color' y promete un directo tan potente como siempre y una puesta en escena de las que dejan con la boca abierta. Tras dos décadas de carrera se mantienen como una de las bandas más sólidas y respetadas de España. Han sabido reinventarse a los tiempos sin caer en lo que dicta el mercado musical. Será lo mejor del fin de semana.

Fui sola a ver 'Jauría' cuando pasó por el Arriaga. Pocas veces he encontrado tanta suspicacia entre mis cómplices teatreros. «Esa obra no me llama...». «Me da mal rollo», me decían algunas amigas, sin ganas de recordar la violación múltiple en los Sanfermines de 2016. Yo lo tenía claro y después de verla me reafirmo en que quienes se resisten a acudir, por el motivo que sea, se pierden algo importante. El teatro documento es una herramienta de reflexión cada vez más pulida y el montaje de Kamikaze Producciones está medido al milímetro.

Sin una palabra de ficción –el texto de Jordi Casanovas se basa en las transcripciones del juicio– y sin concesiones al morbo nos sitúa en el portal de Pamplona donde la joven fue violada y en la sala de vistas donde juzgaron a los cinco acusados, y por momentos también a ella. Un reto para Fran Cantos, Pablo Béjar, Ignacio Mateos, Javier Mora y Martiño Rivas, que escenifican la intimidación de La Manada y al momento se ponen las togas, y para María Hervás, sin duda una de las actrices del momento tras su rotundo éxito con 'Iphigenia en Vallecas'. A ella le corresponde transmitir la verdad de una víctima a la que, a diferencia de los agresores, nadie conoce. Con una juventud que la hace vulnerable y fuerte a la vez porque, como ella dice, le queda mucho tiempo. También encarna a la fiscal.

Por mucho que hayamos leído sobre el caso en los periódicos, la obra dirigida por Miguel del Arco nos hace sentir y pensar en la violación y la manera en que la sociedad la juzgó con otra intensidad, porque el teatro consigue ese efecto. Se está usando como material didáctico en institutos y en el Arriaga me alegró ver a grupos de chicas muy jóvenes que no quisieron perdérsela. Hay dos oportunidades muy cercanas, el viernes en el Serantes Kultur Aretoa y el 30 de noviembre en el Teatro Barakaldo.

P. D: El Serantes Kultur Aretoa tiene otra cita de lujo el sábado con 'El coronel no tiene quien le escriba', la novela de García Márquez llevada a escena bajo la dirección de Carlos Saura y con Imanol Arias como protagonista. Solo para afortunados, porque las entradas para el sábado están agotadas. El 14 de diciembre hay otra oportunidad en el Social Antzokia, pero deben darse prisa si quieren verla.

Pocos cuadros hay más populares que los de Sorolla protagonizados por niños bañándose en la playa bajo la luz blanca del Mediterráneo. Es, por así decirlo, su marca, la que se distribuye en pósters, postales y demás soportes de la cultura popular. Pero hay otro Sorolla más íntimo y más libre, menos dependiente de los gustos de sus clientes y menos conocido, el que se muestra ahora en el Bellas Artes de Bilbao.

El pintor salía siempre de casa con sus útiles de trabajo. Como a todos los artistas, un lápiz le bastaba para recoger apuntes sobre aquello que le llamaba la atención, que solía ser casi todo. Pero además, cuando se iba de viaje o de vacaciones, llevaba un estuche con pinturas y unas tablillas de madera para que no se le escaparan sus primeras impresiones de paisajes y ambientes. Pintó unos dos mil cuadros de dimensiones muy pequeñas, que no pasaban de los 20 por 30 centímetros, de los cuales 186 se muestran ahora en el Bellas Artes de Bilbao.

En vez del pintor perfeccionista de los grandes lienzos, como los panorámicos que se vieron en 2008 en el museo de la colección de la Hispanic Society de Nueva York, ahora se cuelga la parte más distanciada de esa parte de su producción. Campos, montañas y valles que le aproximan al impresionismo y fauvismo o le meten en estas corrientes, que conocía bien, y los paisajes urbanos de París, Biarritz, San Sebastián y otras partes de España demuestran lo que podía hacer con un par de pinceladas. Una exposición muy recomendable no solo para los fans de Sorolla, que son muchos, sino también para los que no lo son.

Tuve el privilegio de ver '¿Qué fue de Ana García?' durante uno de los últimos ensayos en Pabellón 6, con apenas cuatro personas en el patio de butacas. Había más gente en el escenario, nueve jóvenes que despliegan una frescura trabajada a fuego lento. Se nota que no se limitan a interpretar el texto de Javier Liñera, que empieza cuando los miembros de una compañía teatral recuerdan a una joven bilbaína que pasaba los veranos en Vinaròs. Han estado en el proyecto desde el principio, han aportado experiencias propias y cercanas a esta denuncia de la violencia que se ejerce sobre los «cuerpos periféricos, los que de mujeres, niños, transexuales, lesbianas, gais...» y de las actitudes que la alimentan. «Aquel que insultó en el colegio, aquella que calló, esos que sabes que golpearán...».

Borja Ruiz y Juana Lor, de la compañía Kabia, estuvieron en el proceso de selección de los intérpretes y trabajaron con ellos hasta lograr la complicidad que exhiben en escena. El autor ha utilizado sus propias voces para completar la dramaturgia, y saca partido a la música y la escenografía como recursos expresivos. La historia de Ana García no es real, pero está impregnada de las verdades que ellos transmiten. Su mensaje ha calado, sobre todo entre los jóvenes. Tras un mes en Pabellón 6 con llenos en casi todas las funciones, han llevado la obra a institutos y han emprendido una gira que este fin de semana tiene parada en Elorrio (en euskera) y Durango.

'Los miserables' arranca con las celebraciones del Mundial de Fútbol de 1998, que ganó la selección anfitriona, Francia, tras derrotar a Brasil por tres a cero. Los títulos de crédito iniciales del primer largometraje de Ladj Ly se alternan con las imágenes de los habitantes de la 'banlieue', los suburbios parisinos que cíclicamente estallan, reuniéndose en el Campo de Marte, a los pies de la Torre Eiffel. Un crisol de razas que, por unos momentos, convive en paz y celebra el orgullo de ser franceses.

Candidata por Francia en la carrera de los Oscar, Premio del Jurado en Cannes y acreedora de tres nominaciones a los Premios del Cine Europeo, 'Los miserables' toma su título de la inmortal novela de Víctor Hugo, que ambientó parte de la historia en Montfermeil, un barrio al este de París en el que transcurre la acción del filme. Ladj Ly (Mali, 1978) sabe de lo que habla. A los diez años sufrió la primera detención y registro de la policía en Montfermeil, el mismo barrio en el que sigue viviendo. Lo único que une a sus habitantes, viene a decirnos, es el fútbol.

Tres policías son nuestros guías en este polvorín, uno de ellos recién aterrizado que actúa como los ojos del espectador. Un tipo decente que asiste atónito al cansancio y el racismo de uno de sus compañeros, de vuelta ya de todo. Ellos viven en el mismo barrio, están mal pagados y tienen que bregar con unos vecinos azotados por el paro, la injusticia social, las mafias locales, el fundamentalismo islámico y el desarraigo infantil.

La anécdota dramática es mínima: un chaval negro roba un cachorro de león en el circo de unos gitanos y la policía debe encontrarlo antes de que estalle una guerra entre clanes. Para complicar aún más las cosas, otro crío graba con un dron los abusos de los protagonistas. Suena inverosímil, pero el director jura que se basa en sucesos reales.

'Los miserables' no cuenta nada que no hayamos visto en otras películas sobre la 'banlieue', pero lo hace combinando a la perfección la intriga del thriller policial con la crónica social urgente. Los personajes no caen en el estereotipo y hasta el policía más cretino y racista acaba por contener cierta humanidad. «Intento filmar cada personaje sin juzgarlo», sostiene el director. «El mal y el bien están en ambos lados. Vivimos en un mundo tan complejo que resulta difícil hacer juicios rápidos y definitivos. Los barrios son polvorines, hay clanes y, a pesar de eso, todos intentamos vivir juntos y evitar que las situaciones estallen. Eso lo que muestro en la película: las concesiones que hacemos todos los días para sobrevivir»

El arte urbano y las propuestas de jóvenes autores tienen cabida en SC Gallery, una superviviente de la última hornada de galerías que llegó a Bilbao a principios del XXI. Pero la propuesta con la que ha abierto la temporada es para todos los públicos y no dudo en calificarla como uno de los alicientes de este otoño. M9 es un colectivo de artistas, a caballo entre Bilbao y San Sebastián, que reivindica la pintura como una disciplina contemporánea, tanto en su vertiente abstracta como figurativa. Su nombre alude a un módulo del máster que cursaron en la Facultad de Bellas Artes y esa sólida formación se encuentra en todos sus lienzos. La muestra no es amplia, pero sí extraordinariamente diversa. Yo aconsejo una interpretación abierta y reposada, que descubra tanto la contemporaneidad de las imágenes, propias de una mirada generacional, como el legado de la historia del arte. Resulta una propuesta muy interesante si nos gusta la pintura y queremos saber qué se cocina en los estudios de los más jóvenes.

Aquí van una serie de pistas para acercarnos a cada uno. La abstracción de Gabriel Coca es dinámica, llena de tensiones y cierta violencia, reflejo de una investigación muy personal, mientras que Amaia Suberviola parece situarse en un lugar sin fronteras, a mitad de camino entre la representación y la abstracción, con un trabajo en el que se superponen planos aparentemente quebrados. Por su parte, el trabajo de Sebas Velasco constituye, en mi opinión, uno de los principales atractivos de la muestra. Este artista es un sensible cronista de su época. Su abanico de intereses incluye arquitecturas, espacios urbanos y retratos, con preferencia por áreas periféricas y ambientes nocturnos, como si se tratara de una exploración sociológica. Imaginen a su personaje como un individuo del Barroco, con la apostura de la época y el estudio de los claroscuros.

La perspectiva sociopolítica es aún más evidente en los lienzos de Iñigo Sesma, otro notable ejemplo de la pintura actual, heterogénea y sugestiva. Las dos piezas que podemos hallar en SC Gallery son fruto de un viaje por Estados Unidos y reflejan una mirada crítica. El individuo que posa en el porche de su casa nos sugiere la marginación, el 'white trash'. La arquitectura de la segunda obra, en cambio, tiene ecos hopperianos. Por último, el trabajo de Mikel del Río es radical y nos remite a la influencia de la fotografía en la pintura. La elección de planos y la composición rompen con las convenciones de la disciplina y nos hablan de una interpretación rápida y fragmentada de la realidad.

El concierto que la Filarmónica ha programado para el martes 26 va del corazón de la vieja Europa a la Península Ibérica. El violonchelista Alban Gerhardt y el pianista Steven Osborn ofrecerán en la primera parte del mismo las obras de dos amigos unidos por varios vínculos: se trata de Robert Schumann y Johannes Brahms. El primero fue quien antes se dio cuenta del enorme talento del segundo, y en un ejercicio de generosidad infrecuente lo proclamó al mundo. Luego, un secuencia de depresión y la locura lo retiró de la música y de la vida. Y el joven Brahms se convirtió en el gran apoyo para Clara, su viuda. A partir de ahí, una historia digna de una versión algo más moderna de 'El perro del hortelano' de Lope de Vega. Brahms propone matrimonio a Clara, pero ella rechaza esa posibilidad. Años después, le pedirá la mano de su hija, y tampoco aceptará. Pero volvamos a la música. Gerhardt y Osborn tocarán a Schumann y Brahms en la primera parte, y a Falla, Debussy y Ravel en la segunda, en un conjunto de obras de inequívoco sabor español. Una de las piezas es 'Soirée dans Grenade', de Debussy, que forma parte de las 'Estampes'. Por cierto, que Debussy jamás estuvo en Granada, y qué pocos compositores hay que hayan sabido recoger tan bien su esencia.

Josu Belmonte puso en marcha la primavera pasada un proyecto para organizar sencillas y agradables excursiones en las que el senderismo y la marcha montañera se combinan con el Shinrin-yoku o baño de bosque, una terapia contra el estrés y sus secuelas fisiológicas y psicológicas que se basa en el contacto con la naturaleza y la observación atenta y serena del entorno. Bilbaíno, con experiencia en travesías por Pirineos, Picos de Europa, Alpes, los Andes y Nepal, y enamorado del libro 'El leopardo de las nieves', de Peter Matthiessen, Josu ha bautizado su propuesta como 'Caminar en silencio', el mismo nombre que ha puesto a su blog, donde los interesados en sus salidas pueden en ponerse en contacto con él. La librería Cámara, «un lugar íntimo para los que buscan refugio y libros», es el lugar que ha elegido para exponer su proyecto y contar cómo se gestó, haciéndolo desde dos perspectivas, la experiencia personal y los libros que le han inspirado.

Los muchos seguidores de 'La Guerra de las Galaxias' tienen una cita ineludible en Barakaldo, el único lugar de la galaxia en el que conviven una réplica perfecta de Darth Vader, un diorama de la batalla de Hoth, una moto speeder, un Han Solo congelado en carbonita o una armadura mandaloriana. La exposición está llena de curiosidades agolpadas en vitrinas, escenografías y en llamativos montajes. No faltan las recreaciones a tamaño real de míticos personajes como el robot R2-D2, el afable Chewbacca, el repulsivo Jabba el Hutt o el misterioso Kylo Ren, uno de los protagonistas de la película que cerrará la actual trilogía el próximo mes de diciembre. Imprescindible