«A las mujeres nos niegan la madurez, yo lo viví en el cine con 35 años»

- Cada vez vemos más espectáculos que fusionan teatro y danza.

- Yo creo que hay una tendencia natural a encontrar un camino transversal que mezcle las disciplinas, que se utilicen todos los lenguajes para expresar una idea, una emoción...

- Pero no es habitual ver a una actriz de larga trayectoria cambiar el paso. ¿Le ha costado?

- Ha sido un camino progresivo que empezó con 'Capitalismo', mi primer trabajo con Andrés Lima. Él tiene una manera de trabajar muy de investigación, va desarrollando talleres de trabajo y de búsqueda. Tuvimos a Sol Picó, el coreógrafo Antonio Ruz, vino gente de circo, acróbatas... utilizamos el cuerpo de una manera que yo nunca había utilizado en un escenario y empecé a sentir el gusanillo.

- También lo utilizó en 'Medea', uno de sus grandes personajes.

- Sí, el trabajo físico que hice con 'Medea' fue muy fuerte, y en 'Troyanas' también tuvimos un director de movimiento. Luego vi 'En el desierto' de Chevi Muraday en Matadero y fue como una revelación. Vi a Ernesto Alterio, Maru Valdivielso... actores que bailaban, bailarines que actuaban, y me pareció deslumbrante. Pensé: «Yo quiero formar parte de algo así». Abordé un día a Chevi sin conocerlo y le dije: «Hazme bailar. A lo loco».

- ¿Ha hecho un espectáculo a su medida?

- La creación es de él pero llevamos más de año y medio de trabajo conjunto, de ver hasta dónde puedo llegar con mi cuerpo, que tampoco es mucho. El que espere verme haciendo piruetas se va a defraudar.

- Pendientes de las palabras, ¿nos olvidamos de que los actores tienen un vocabulario corporal?

- Claro, es fundamental y en este caso se ha potenciado al máximo. Yo no tengo fomación de bailarina. Ellos bailan, yo me expreso con el cuerpo. Hemos encontrado el lugar posible para hacer un viaje sobre todo emocional.

- Con cinco personajes históricos trazan un retrato de la mujer contemporánea.

- Sin duda. En el espectáculo no hay una dramaturgia lineal, en muchos momentos el espectador no sabe exactamente de qué Juana se está hablando porque para nosotros es la misma. Juanas para mí son las mujeres anónimas que de manera heroica y solitaria se atrevieron a ser, a derribar muros, a salirse de la casilla en la que las habían encerrado. A partir de finales del XIX empieza a haber una conciencia de grupo, de género, pero durante siglos estas mujeres son heroínas silenciosas, aplastadas y acalladas. El precio que pagaron fue altísimo porque la Historia ha sido inclemente con nosotras, la han contado siempre los hombres y esas voces han sido especialmente acalladas.

- En un momento del espectáculo dice que en la vida hay cuatro estaciones y a las mujeres nos dejan tres: infancia, juventud y vejez. ¿Nos niegan la madurez?

- Sí. Para mí ha sido clarísimo en mi carrera cinematográfica. Fue cumplir 35 años y dejar de hacer prácticamente cine, pasé de ser la chica a la madre de la chica. Yo tenía un hijo de dos años y acababa de tener a mi bebé, estaba en un momento vital de plenitud, y con 35 años la actriz que interpretaba a mi hija tenía 27.

- ¿Por eso se prodiga poco en el cine, a pesar de que fue la primera mujer que presidió la Academia?

- Bueno, porque dejaron de contar conmigo. Menos mal que con la carrera teatral que tengo, y también en televisión, siento que como actriz sigo madurando y estoy valorada, si fuera por el cine creo que habría entrado en una depresión. Afortunadamente, las cosas están empezando a cambiar.

- ¿En qué se nota ese cambio?

- Con la eclosión de la ficción televisiva cada vez se escriben personajes más acordes con la realidad de las mujeres, es algo que viene de EE UU y se está contagiando a nuestro país. En la ficción audiovisual en general, porque la barrera entre lo que se hace en televisión y en cine casi está borrada, estamos en un momento de eclosión. Se abren estudios, vienen a coproducir productoras muy importantes de otros países, cualquier cosa se ve en cualquier parte del mundo... No sé hasta dónde va a llegar porque no tenemos tiempo para consumir todo lo que se produce.

- Usted interpretó a la protagonista de 'Casa de muñecas' y recientemente ha dado continuidad a la trama con 'La vuelta de Nora'. ¿Hacia dónde cree que evolucionará el feminismo?

- Las conquistas de las mujeres siempre han tenido que ser sangre, sudor y lágrimas. Ahora estamos en un momento muy importante, creo que hay una cuarta ola de conciencia y de acción pero también se ha despertado una reacción muy virulenta y peligrosa que cuestiona derechos adquiridos que dábamos por sentados. No hay que bajar la guardia, ahora menos que nunca. Y ten en cuenta que estamos en la parte evolucionada del mundo. Imagínate en el resto, que están en la Edad Media.