Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Badaezpada
Sábado, 4 de abril 2020, 01:39
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
No. Gestionar tampoco. Tampoco dices gestionar. Y fíjate que gestionar está, sobre todo ahora, en boca de todo pichichi, de todo hijo de vecino: no hemos sabido gestionar esta situación; tienes que aprender a gestionar tus zonas erróneas; el éxito consiste en gestionar correctamente los fracasos. Como si trabajáramos todos en una gestoría o estuviéramos en un jodido congreso de administradores de fincas.
Ni gestionar, ni empoderar, ni mochila, ni lo siguiente, ni complicado. Me pone de los nervios un no deberías cargar con esa mochila o tienes que empoderarte. Estuve a punto de embarcarme en esta aventura con un tipo que una tarde en plena calle me soltó resiliencia. ¡Resiliencia! Como lo oyes. A otro de los posibles candidatos se le escapó running… Flipa. Que le gustaba el running; que era un enfermo del running. No me jodas… Imagínate mañana, tarde y noche escuchando eso.
Porque el día a día -la gente no lo sabe, lo terrible es que la gente no lo sabe- se va a quebrar con una simple palabra. He tenido que estar muy atenta, andar con cien ojos: un compañero de la oficina tenía muchos boletos pero decía cool. Sí, muy de cuando en cuando pero yo estaba continuamente temiendo ese instante. Cool. Es muy cool. ¡Qué cool! Imagínate convivir con alguien así.
Por un momento me temí que ibas a decir -siento tanto haberte subestimado- brutal. Pero no, tampoco dices brutal; ni con lo cual. Si dijeras un solo con lo cual no hubiera pensado en ti; un simple brutal y te hubiera descartado.
No, tu discurso durante estas semanas de locos no ha patinado ni un segundo; con lo fácil que hubiera sido caer en algún lugar común en medio de esta crisis del coronavirus. Cualquiera, yo incluso, hubiera dicho estamos viviendo una experiencia brutal; las cifras son brutales…; tienes una mirada brutal.
Cuesta encontrar un hombre así, como tú, con esa entereza léxica. Será un lujo, un alivio tener a alguien al lado que dice arrecife pero también boniato; sevicia pero también polvo; incertidumbre pero también acojonarse.
Resumiendo ¿te confinarías conmigo? No te puedo decir hasta cuándo. ¡Confinémonos..!.
Y no me respondas que me lo haga mirar. No lo estropees, cielo. Te lo ruego.
¿QUIERES PARTICIPAR? CONSULTA LAS BASES DEL CONCURSO
ESTOS SON LOS RELATOS PUBLICADOS HASTA LA FECHA:
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.