Euskadi reparte un millón de los fondos europeos entre ocho proyectos escénicos

La asignación económica oscila entre 40.176 y 239.546 euros y cubre por término medio el 83% del importe solicitado. Según explica el viceconsejero de Cultura, Andoni Iturbe, buscan que la aportación pública «haga viable el proyecto» en lugar de repartir pequeñas cantidades. «El Gobierno vasco ha sido pionero en la redacción de las bases y la gestión de los fondos europeos no está siendo fácil», dice. «Hay que justificarlo todo ante el Ministerio de Cultura y ante Europa y si se reparte entre muchos puede que tengan problemas para financiarlo». Las actuaciones deben ejecutarse este año y en 2023 habrá otra convocatoria dotada con 711.000 euros.

De las 51 solicitudes recibidas, 48 cumplían los requisitos y 11 alcanzaban el baremo fijado por la comisión de expertos que preside la directora de Promoción de la Cultura, Aitziber Atorrasagasti. Las tres de menor puntuación han quedado fuera porque ya se había agotado el dinero. Entre ellas, la modernización y digitalización de la maquinaria escénica del Palacio Euskalduna. El viceconsejero afirma que no había un criterio territorial, aunque cuatro de los beneficiarios son vizcaínos, dos alaveses y dos guipuzcoanos. Sí han apostado «por dar peso a la iniciativa privada, con organizaciones que llevan años trabajando» y «por apoyar proyectos fuera de las grandes urbes», con actuaciones en el Espacio Azala, en Ribera Alta, y en Garaio, ambos en Álava. Entre las 37 propuestas rechazadas hay planes de modernización de varios teatros municipales (Arriaga, Barakaldo, Social Antzokia) y mejoras en entidades como Pabellón 6, La Fundición y la ABAO.

El proyecto mejor valorado es el del Centro de Innovación en Producción Escénica Harrobia. La antigua iglesia de Otxarkoaga persigue la autosuficiencia energética con paneles fotovoltaicos, aislamiento de la fachada y el cambio de luminarias a luces led, tanto en el edificio como en el escenario. Se pondrán sensores para reducir el consumo y las compañías que ensayan en esta sala lo podrán controlar con una App. En diez años han pasado por este centro 1.500 profesionales, por lo que esperan que esta iniciativa tenga «efecto multiplicador para promover el debate y la conciencia ecológica en el sector», dice Amaia Ibáñez, gerente de la asociación de productoras Eskena.

Azkuna Zentroa impulsará su escenario Kubo Baltza, situado en el tercer edificio, Lantegia. «Hemos pasado de un espacio blanco y diáfano a una caja negra que permite idear nuevos imaginarios y derribar la cuarta pared», indica Bárbara Epalza. La estructura se equipará con instalaciones digitales para ofrecer una experiencia «enriquecedora para el sector y para los públicos».

Los fondos europeos apoyan también la transformación de dos edificios industriales. Haceria arteak implantará en La Terminal de Zorrozaurre paneles solares y sistemas de domótica y usará la tecnología para estar en comunicación con los usuarios como una «fábrica cultural inteligente». En Zorroza, Sorkuntza faktoria es un espacio de referencia para la danza donde imparten talleres figuras del flamenco como Eva Yerbabuena y la directora adjunta del Ballet Nacional, Guiomar Fernández Troncoso. Con esta ayuda modernizará el espacio escénico y reducirá el consumo de energía pasando a sistemas led.

978.349euros suman los fondos Next Generation para artes escémnicas que se reparten este año en Euskadi.