Lunes, 31 de octubre 2022, 00:31
‘Afraid to go to School’. Aminah Labaran llora dos días después del rapto de sus hijas en Nigeria. En plena noche, un grupo armado secuestró a 279 chicas. Las niñas temen ir a la escuela.
SODIQ ADELAKUN ADEKOLA
‘Amazonian Dystopia’. Un miembro de una comunidad afrobrasileña descendiente de pueblos esclavizados yace desmayado en un banco. «Un símbolo de la degradación moral», señala Gutiérrez.
Lalo de Almeida
‘As Frozen Land Burns’. Verónica está en su habitación en Yunkyur, en el sur de Sakha (Siberia, Rusia). Los incendios forestales, una grave contaminación por el humo y la degradación del permafrost están provocando el derrumbamiento de las casas, visible en las grietas de la pared. «Una mirada de la crisis climática que, en algunos lugares, atraviesa la vida cotidiana», resume el fotoperiodista de EL CORREO.
NANNA HEITMANN
‘The People Who Feed the United States’. José trabajaba junto con su hermana Sara en la industria cárnica hasta que contrajo el covid-19 y estuvo en el hospital durante cinco meses. «La potencia es la mirada perdida de alguien que no ve el futuro», indica Gutiérrez.
Ismail Ferdous
‘The Promise’. Antonella posa frente una alfombra de pelo en su terraza de Buenos Aires. Su cabello es su tesoro, pero con la ansiedad que le está generando la pandemia promete cortárselo si recupera su vida en la escuela. «Un retrato casi escultórico, con tintes publicitarios».
Irina Werning
‘Ukraine Crisis’. Mujeres ucranianas cosen un traje de camuflaje para los francotiradores. En el ‘Centro Novy’ de Mariupol, una organización que reúne recursos para los soldados de Ucrania. «Una escena cotidiana en la que se muestra cómo la guerra afecta hasta al que no está en el frente matando», valora Gutiérrez. En definitiva, «la imagen de lo que ocurre en la retaguardia de un conflicto bélico».
Guillaume Herbaut
‘The Book of Veles’. El paisaje corresponde a Veles, una ciudad de Macedonia del Norte que se colocó en el mapa mundial en 2016 como epicentro de la producción de noticias falsas. El oso no se corresponde con el espacio. Si bien lleva su nombre, está hecho con realidad virtual. Todas las personas que aparecen en el proyecto son inventadas. Sin embargo, nadie incurrió en la cuenta hasta que el fotógrafo se autodenunció.
Jonas Bendiksen
Publicidad
Te puede interesar
-
Diez rincones con sabor a Cantabria se estrenan como 'Soletes' de Navidad
El Diario Montañés
-
El fenómeno 'Stranger Things' y su demogorgon invaden Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
- 1 Pello Reparaz, líder de Zetak en La Revuelta: «Rascas y solo queda el euskera para entender nuestro éxito»
- 2 Amplían la alerta sanitaria por la venta de agua mineral contaminada
- 3 El mensaje de Courtois a San Mamés tras la polémica con Vinicius
- 4 «Que la directiva de Arrate diera el brazalete de capitán a Guerrero no gustó en el vestuario»
- 5 El emérito revela la verdad sobre el polémico rifirrafe de Letizia y la reina Sofía en Palma de Mallorca
-
6
Muere Jums, el elefante más viejo de Cabárceno tras una fuerte pelea con su hijo
- 7 Normalidad en el metro tras los retrasos provocados por el desmayo de una mujer que ha caído a las vías en Algorta
-
8
Denuncia por acoso a un policía de Bilbao que vigilaba a su mujer con un GPS camuflado en su coche
- 9 España no participará en Eurovisión tras negarse el festival a expulsar a Israel
-
10
La presidenta de Confebask: «¿Qué aporta el sindicato ELA al país?»
-
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad