Discutible
La gestión y el reparto de los fondos europeos está siendo ciertamente discutible. Pensemos que si hasta el propio Ejecutivo vasco no oculta y critica ... el reparto territorial decidido por el Gobierno Sánchez, también los eventuales destinatarios finales son conscientes de la escasa transparencia, las parcialidades y los oportunismos políticos que impregnan aguas abajo todo el proceso decisor. Ya de partida los epígrafes susceptibles de beneficiarse con los fondos son suficientemente amplios como para justificar cualquier petición o cualquier concesión: transformación digital, transición ecológica, cohesión social, territorial e igualdad. Un cajón de sastre descomunal, donde se adaptan viejos proyectos de las administraciones que no se habían desarrollado por falta de dinero, donde caben planes de inversión o políticas keynesianas de gasto puro que podrían servir como palanca de crecimiento económico y donde en algunos casos, eso también, se incluyen verdaderos planes y proyectos que realmente van a modernizar nuestro tejido productivo y que cumplen en todo con el enunciado de los fondos.
El que estos fondos europeos se materialicen a través de los Presupuestos Generales del Estado, el que exista tensión política a la hora del reparto entre el Gobierno y las autonomías, el que los considerandos políticos de su concesión en el ámbito estatal y autonómico sean casi un arcano y el que la consulta y la relación con las empresas privadas al respecto sean casi nulas reflejan la escasa confianza en la gestión eficiente de unos fondos que son fundamentales para nuestra recuperación. Mucho más en el ámbito de la cultura pública y privada, un sector especialmente golpeado por la pandemia y no siempre capaz de demostrar a las administraciones públicas su importancia económica y su dimensión industrial.
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