Una asociación de guardias civiles denuncia a Netflix por humillar a las víctimas de ETA

La Unión de Guardias Civiles ha presentado una denuncia ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional contra Netflix al considerar que la publicidad de su película 'Fe de etarras' constituye «un delito de humillación a las víctimas del terrorismo». Esta asociación profesional del Cuerpo considera «ofensivo y doloroso» el cartel de la comedia que Borja Cobeaga presentará en el Festival de San Sebastián que arranca mañana, en el que aparece la frase «Yo soy españoool» tachada con tinta roja. «Deshonra la memoria de las víctimas», sostienen los guardias civiles, que han solicitado a la Audiencia Nacional que adopte medidas cautelares y ordene «eliminar de manera inmediata el cartel».

La Fiscalía de la Audiencia Nacional incoará diligencias de investigación, según informaban ayer a Europa Press fuentes fiscales. La película de Borja Cobeaga está protagonizada por un comando de ETA que aguarda órdenes para cometer un atentado. Su espera en un piso franco se ve puesta a prueba por la explosión de españolidad que se vive en las calles a causa del Mundial de 2010, que ganó La Roja. Netflix no ha organizado ningún pase previo para los periodistas que cubren el festival, a diferencia del resto de películas españolas que se exhibirán. La cinta se estrenará en el Velódromo de Anoeta el día 29 y el 12 de octubre, Día de la Hispanidad, se lanzará en Netflix.

El cineasta donostiarra, que no hará declaraciones hasta que se exhiba el filme, colgaba ayer en su cuenta de Twitter un libro del dibujante y cineasta Manuel Summers publicado en 1981, que le regaló su compañero en la escritura de guiones, Diego San José. En la portada, dos etarras dialogan frente al cadáver tiroteado de un policía: «¿Tú sabes como se dice RIP en vasco?», pregunta uno. Cobeaga se pregunta si el libro habrá prescrito.

Respecto a la polémica que ha generado el cartel, la denuncia recuerda que la publicidad de la plataforma «ha conseguido el objetivo que pretendía», que consiste en lograr repercusión sobre su película «a costa de la humillación de las víctimas del terrorismo».

Entre quienes han rechazado la publicidad se encuentran algunos miembros de asociaciones de víctimas del terrorismo como Francisco José Alcaraz, mientras que el presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, ha expresado públicamente sus «ganas» de ver la película y ha argumentado que se trata de un filme que se ríe de ETA. A su juicio, la película busca precisamente lo contrario a «avalar» la trayectoria de la banda terrorista.