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El director y productor Ibon Cormenzana estrena 'Cuatro paredes'.

El cineasta portugalujo que corre por los demás

Ibon Cormenzana gana Goyas como productor y dirige películas con conciencia social: 'Cuatro paredes' nos advierte que cualquiera puede acabar en la pobreza

Miércoles, 4 de junio 2025, 17:16

Ibon Cormenzana (Portugalete, 1972) siempre ha corrido. Corría en la universidad, cuando competía y llegó a hacer los 400 metros en 50 segundos, una marca muy respetable. También fue deprisa cuando era consultor financiero en Arthur Andersen en Houston y Londres. Y corrió aún más cuando cambió los despachos por los platós y fundó la productora Arcadia en Barcelona, que triunfó en los Goya con películas como 'No habrá paz para los malvados', 'Blancanieves' y 'As bestas', y hasta llegó a los Oscar con 'Robot Dreams'.

Cormenzana no se conforma con producir, sino que también dirige películas como 'Culpa', 'El bus de la vida' y 'Cuatro paredes', esta última en los cines desde el 6 de junio. Es la segunda producción de Mundo Cero, su otra productora, con la que busca remover conciencias. La primera, 'Hate Songs', abordaba el genocidio de Ruanda. Presentada en el Barcelona Film Fest, 'Cuatro paredes' habla de la pobreza que puede dar un vuelco a la vida de cualquiera de nosotros.

Tráiler de 'Cuatro paredes'.

Manuela Vellés, compañera del director, y Sofía Otero, Oso de Plata en Berlín por '10.000 especies de abejas', protagonizan este drama que arranca con la muerte de un padre, lo que deja sin ingresos a su mujer y su hija. Primero se empieza por no poder pagar el agua caliente; después por no llenar la nevera. Y aparecen los servicios sociales a interesarse por esa pequeña, a la que sus compañeros hacen 'bullying' por ser pobre. Solo el teatro permite soñar a una niña de diez años en este descenso a los infiernos de la miseria, una ficción documentada con la experiencia de la ONG Save the Children.

«Conocimos a muchas madres, españolas y migrantes, que nos contaron historias plasmadas en la película. Parece imposible pasar de clase media a pobreza extrema en solo un año, pero así es, incluso en menos tiempo», constata Cormenzana. «Save the Children se esfuerza en estos casos, que no reciben mucha empatía. Por eso la protagonista es una madre española con una vida normal, que se va de vacaciones y paga el alquiler. Basta una circunstancia –una separación, la pérdida del trabajo– para convertirte en pobre».

Manuela Vellés y Sofía Otero en 'Cuatro paredes'.

Tal como informan los créditos finales de esta cinta rodada en Orduña, el 81% de las familias monoparentales pobres están compuestas por una madre y sus hijos. 'Cuatro paredes' muestra cómo no solo son pobres los sintecho, sino que podemos serlo en nuestra propia casa. Sofía Otero conmueve. «No solo sufre en casa, sino también en el colegio: no puede ir a colonias, ni ir a cumpleaños porque no puede pagar un regalo. También hay un tema alimenticio. Los niños pobres están más gordos porque comen carbohidratos y no prueban la fruta ni el pescado».

200 pozos en Etiopía

Más detalles sangrantes extraidos de la realidad. Ibon Cormenzana descubrió que lo último que venden estas familias es el televisor, el canguro de los niños mientras los padres tratan de traer dinero a casa. 'Cuatro paredes' debe su título a que la acción apenas sale de la casa familiar (el filme está rodado en doce planos secuencia, uno por cada mes del año) y al teatro, el único alivio para el personaje de la actriz basauritarra. «Es la salvación de esta niña, la herramienta de escape a la realidad. El arte y la cultura sanan y ayudan a sobrellevar una realidad difícil, como comprobamos durante el covid».

El director califica el trabajo de Otero, de 13 años, como «espectacular». «Llegará adonde quiera, es como si llevara 25 años trabajando en cine. Le tienes que decir muy poco para que entre en situación, sabe estar con el resto de actores en escena, se mueve de forma natural... Todo lo hace bien sin aparente esfuerzo. Además, es una niña majísima y su familia la cuida mucho». ¿Y trabajar con su mujer, con la que ya lleva varias películas, no pone en peligro la relación de pareja? «Nos llevamos el trabajo a casa, ja, ja. Manuela y yo nos entendemos con pocas palabras. Las discusiones son creativas, nos hemos peleado más trabajando que en nuestra vida personal».

Ibon Cormenzana en el rodaje de 'Cuatro paredes'.

Ibon Cormenzana sigue machacándose corriendo en la montaña. Se apuntó al Ultra-Trail del Mont-Blanc, una agonía de 30 horas plasmada en el documental 'El hombre que empezó a correr'. Con su recaudación se pudieron excavar 200 pozos en Etiopía. La Fundación BBK también colabora con Mundo Cero (su canal en YouTube supera los 90.000 suscriptores) para plasmar en logros sociales el empeño de este cineasta siempre a la carrera. «Intento buscar el equilibrio entre un cine comprometido y el entretenimiento. Nunca pienso que me voy a hacer millonario, pero tampoco quiero perder dinero para cerrar la productora». ¿Sería más rico si siguiera como consultor? «Seguramente, pero no más feliz. Me siento muy afortunado de hacer lo que hago, me siento realizado».

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