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Chillida Leku reabre para hacerse un hueco en la ruta cultural de la costa cantábrica
La campa acoge 43 grandes esculturas y la muestra temporal 'Ecos' ilustra en el interior del caserío la trayectoria del artista
alberto moyano
Miércoles, 10 de abril 2019, 00:42
La mañana soleada se alió ayer con Chillida Leku para la presentación del remodelado museo, ocho años después de su cierre. Reabre sus puertas el ... próximo miércoles, en una nueva etapa en el que el centro «se pone al día», «mantiene su esencia de una manera diferente» y se adapta al siglo XXI con la intención de hacerse un hueco en la ruta cultural de la costa cantábrica.
Ignacio y Luis, los hijos de Eduardo Chillida y Pilar Belzunce, oficiaron ayer como anfitriones en el museo hernaniarra, junto a la nueva directora, Mireia Massagué. El resultado de este equilibrio entre lo que Chillida Leku fue y lo que a partir de ahora será se sitúa en una actualización de las estructuras en la que «se ha tratado de respetar lo máximo posible» el espacio concebido por el artista durante los diecisiete años que invirtió en su gestación. «Éramos conscientes de que nos faltaba poner el museo al día», admitió Luis Chillida. Chillida Leku reabre con el objetivo de convertirse en una cita ineludible en el itinerario cultural que se ha conformado en el litoral cantábrico. De hecho, tanto en el Centro Botín de Santander como en el Guggenheim bilbaíno exponen en estos momentos dos artistas –Martin Creed y Jenny Holzer, respectivamente– de la galería suiza Hauser & Wirth, representante mundial de la obra de Chillida y responsable de la reapertura.
No obstante y en lo que al visitante respecta, es básicamente el mismo Chillida Leku que cerró sus puertas el 31 de diciembre de 2010 ahogado por el déficit económico que generaba su funcionamiento. En esta ocasión, con una docena de esculturas en préstamo, el centro vuelve a mostrar su espectacular colección de obras en gran formato expuestas en la campa de Zabalaga –hasta 43 piezas en distintos materiales–, junto a la muestra temporal 'Eduardo Chillida: Ecos', que permite repasar la trayectoria del escultor donostiarra. En esta ocasión, con las obras ordenadas de forma cronológica, lo que contribuye a que el espectador comprenda la naturaleza de la evolución del artista. Se ha mejorado la iluminación dentro del caserío, así como la accesibilidad y la circulación por el interior de la parcela.
En cuanto al entorno de la villa familiar construida en Zabalaga, de acceso reservado en la anterior etapa, ahora está abierto al tránsito de visitantes. Y en el futuro también lo estará su interior, para estudiosos y públicos especializados. En la campa, dos préstamos en grandes dimensiones: el 'Elogio del hierro' (1991) que lució durante años en la sede bilbaína del BBVA y sirvió de logo para la celebración del 700 aniversario de la capital vizcaína, y 'Buscando la luz III', 'hermana' tan diferente de la gran escultura de nueve metros que domina la campa de Zabalaga.
«Hemos intentado respetar el legado» de Eduardo Chillida y Pilar Belzunce, explicó Massagué, quien acotó la intervención realizada en los últimos meses a un intento de «mejorar y adaptar la experiencia del visitante» a los nuevos tiempos. En esta iniciativa cabe enmarcar la apertura de una cafetería con servicio de restauración y la nueva tienda, junto al wifi gratuito en las once hectáreas del museo.
«Turismo y sector negocios»
Massagué situó el renacimiento de Chillida Leku en los nuevos tiempos que se viven en Gipuzkoa, con el auge «en el turismo y en el sector negocios», en un contexto en el que surgen o se consolidan infraestructuras culturales en el entorno geográfico, como el Centro Botín de Santander, el Bellas Artes y el Guggenheim de Bilbao, el Artium de Vitoria, el Museo Balenciaga de Getaria o los centros donostiarras de San Telmo y Tabakalera, según citó la nueva directora del museo del escultor. «Hemos de trabajar en ese eje cultural del norte» para que juegue el papel que «históricamente ha desempeñado la gastronomía», aseguró Massagué.
«De esta reapertura surge un Chillida Leku del siglo XXI», ha recalcado Luis Chillida, director del museo en la anterior etapa, haciendo hincapié en una idea que se repitió durante toda la presentación. «Mantiene su esencia de una manera diferente (...), para el que ya lo conociera, la sorpresa va a ser comprobar que será lo mismo de una manera diferente. Va a ser mucho más de lo que fue. Las expectativas son altísimas», ha dicho Luis. «Hemos intentado adaptar el museo al siglo XXI», coincidió en destacar Mireia Massagué.
Responsable de las exposiciones temporales organizadas durante la anterior etapa del museo y comisario también de la muestra inaugural 'Eduardo Chillida: Ecos', Ignacio también aseguró que «se ha tratado de respetar lo máximo posible lo que era» el museo antes de explicar que el interior del caserío acoge un recorrido por la obra de su padre. Y este itinerario, ordenado de forma cronológica, muestra desde sus primeras obras realizadas en París entre 1948 y 1952, cuando los materiales –en especial el yeso– llevaron al artista a un callejón sin salida, hasta su esculturas de obra pública, una de sus líneas de trabajo favorita porque, solía decir, «lo que es de uno es casi de nadie». Alabastros, 'lurras' y óxidos, hasta un total de 60 obras en formato medio y pequeño.
La muestra ilustra el impacto que el regreso a Hernani tuvo para Chillida, cuando frente a su casa descubrió el trabajo en una herrería y, a la vez, el material con el que quería trabajar. Empachado de las esculturas clásicas que había contemplado en el Louvre y en otros museos parisinos, encontraba sus propias obras demasiado mediterráneas.
De regreso a Euskadi, adoptó el hierro y el acero, materiales y colores apagados, más 'cantábricos'. Y en el piso superior del caserío y con sus proyectos para obra pública como eje central, se exponen sus tierras, 'gravitaciones' –dibujos en tres dimensiones en papel–, y collages. En el coqueto espacio que en la anterior etapa se utilizó para mostrar al Chillida más íntimo a través de diversas muestras, se han instalado bocetos, documentos y esculturas en pequeño formato en torno al 'Peine del Viento'.
1.200 invitaciones este fin de semana y 500 entradas vendidas
Desde que las entradas para visitar Chillida Leku a partir del próximo miércoles, día 17, se pusieron a la venta en la web del museo el pasado día 29, son ya cerca de 500 los tickets adquiridos en estos once días, señaló Mireia Massagué. El museo tiene un aforo máximo de mil visitantes al día, que previsiblemente se verán comprometido este fin de semana, cuando será visitado por las 1.200 personas ganadoras del sorteo de invitaciones puesto en marcha por el centro podrán visitar Chillida Leku en primicia. Para garantizar una visita cómoda este sábado y domingo se han habilitado cuatro turnos –de mañana y tarde– para 300 personas cada uno. Los otros 11.000 participantes obtendrán descuentos a partir de la reapertura. El precio de la entrada es de doce euros.
En su anterior etapa, el museo llegó a alcanzar la cifra de 80.000 visitantes anuales, que fue en descenso año a año hasta los 60.000 de la última época, en la que sólo un 15% de los visitantes procedía de Gipuzkoa. Los rectores del museo esperan superar en esta ocasión aquellas 80.000 visitas de los primeros tiempos. Ayer tarde quedaban entradas para todos los días en todos los horarios.
El lehendakari Urkullu y Guirao en el acto institucional
Si a la primera inauguración de Chillida Leku, celebrada el 16 de septiembre de 2000, acudieron los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, el presidente del Gobierno, José María Aznar, el lehendakari Ibarretxe y el canciller alemán Gerhard Schröder, al acto que se celebrará hoy por la mañana asistirá una representación de rango institucional más modesto. El lehendakari Iñigo Urkullu y el ministro de Cultura, José Guirao, encabezarán una comitiva de la que tomarán también parte el consejero de Cultura, Bingen Zupiria;el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano; el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso; y los alcaldes de Donostia y Hernani, Eneko Goia y Luis Intxauspe, respectivamente, en otros. En cuanto a los monarcas, está previsto que visiten el museo próximamente, en fecha aún por concretar.
Tras los pasados desencuentros entre la familia del escultor y las instituciones a cuenta de las frustradas negociaciones para la reapertura del centro, los responsables del museo se mostraron ayer plenamente satisfechos por la colaboración que han encontrado de cara a esta nueva etapa en todos los estamentos.
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