«La falsa sensación de impunidad incentiva los delitos en internet»
La criminóloga Paz Velasco hablará hoy de los crímenes 'online' en el Aula de Cultura de EL CORREO
La invisibilidad, el anonimato y que, quizás, la víctima se halle en sincronía con nosotros o, tal vez, se halle lejos de una pantalla estimulan la desinhibición de los que utilizan el ordenador con perversas intenciones. «Gente que jamás acosaría en la vida real, que no se atrevería a robar un banco, comete estas fechorías mientras la persona perjudicada duerme a 5.000 kilómetros», señala la criminóloga Paz Velasco. «La falsa sensación de impunidad incentiva los delitos en Internet».
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La jurista, especializada en personalidad psicopática y crímenes violentos, hablará de la delincuencia de nuestro tiempo en un nuevo encuentro 'online' del Aula de Cultura de EL CORREO que tendrá lugar hoy, a partir de las 20.00 horas. El acto, organizado en colaboración con la editorial Ariel, cuenta con el apoyo de la Fundación 'la Caixa'.
La oportunidad y la motivación impulsan todo tipo de acciones punibles, señala en su libro 'Homo criminalis'. Algunas son antiguas y, simplemente, se han trasladado al espacio virtual, mientras que otras han surgido en este contexto. El ciberacoso atenta contra el derecho al honor y la intimidad de las personas, y también puede adoptar las características del 'bullying' cuando se perpetra entre menores. Pero también se han popularizado otras como el 'happy slapping', que consiste en llevar a cabo y grabar actos de violencia física para colgarlos posteriormente, y el 'cyberstalking', el uso de los medios de comunicación para acechar, hostigar y amenazar a alguien para desestabilizarlo.
El 'sexting' es, según su experiencia, la práctica más extendida. «Se produce con frecuencia entre adolescentes. Consiste en la difusión de imágenes con contenido erótico o de sexo explícito sin el consentimiento de su propietario», explica, y señala que muchos de esos materiales acaban en webs pedófilas.
La multiplicidad de formas criminales no implica que el número de delitos se haya incrementado. «Hubo una época en la que el público acudía a la plaza del pueblo para contemplar el desmembramiento de un individuo vivo. Somos mucho menos crueles y violentos, pero tenemos mucho más acceso a la violencia», recuerda, y señala la fascinación que ejercen los sótanos donde han permanecido encerradas las víctimas de secuestros y las casas de los asesinos. «Jack el Destripador fue el primer criminal mediático y, a partir de ahí, surgieron imitadores. Es un patrón que no ha dejado de repetirse».
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Hoy hay menos asesinos en serie, aunque la literatura y los medios de comunicación les dediquen tanta atención. Las nuevas tecnologías, la mejor formación de los cuerpos de seguridad y las condenas rigurosas impiden su desarrollo, aunque también admite que los delincuentes son mejores ocultando sus actos. Además, explica Velasco, «todos somos capaces de matar en una situación de amenaza inminente y estrés, pero eso no nos convierte en asesinos múltiples».
LA CHARLA
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Ponente. Paz Velasco, en conversación con la periodista Eva Caballero.
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Lugar y hora. Hoy, a las 20 horas, encuentro 'online' en elcorreo.com.
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Con la colaboración: Fundación 'la Caixa'.
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