«Lo que asusta de los avances científicos es que acabarán en manos de los políticos»
En 'Copenhague' recrea con Emilio Gutiérrez Caba un encuentro entre dos físicos enfrentados por la Segunda Guerra Mundial
No solo hay sagas teatrales de intérpretes. Las familias con afición, como la de Carlos Hipólito, también despiertan vocaciones. «Mi padre era arquitecto, pero en ... mi casa la noche de 'Estudio 1' se vivía como el momentazo de la semana», cuenta. «Nos llevaban mucho al teatro y sentía fascinación por aquellas salas donde se levantaba un trapito en una pared y aparecía un mundo de magia». Así empezó una trayectoria prolífica y reconocida en la escena, que combina con trabajos en cine y televisión. Este fin de semana viene a Bizkaia con tres funciones de 'Copenhague', junto a Emilio Gutiérrez Caba y Malena Gutiérrez.
Claudio Tolcachir dirige y adapta la obra de Michael Frayn, que parte de personajes reales. En 1941 Werner Heisenberg, responsable de la investigación nuclear en Alemania, visitó en la capital danesa, ocupada por los nazis, al que había sido su maestro, Niels Bohr. El autor imagina lo que ocurrió en aquel encuentro del que nada se sabe, salvo que no volvieron a verse. Son dos premios Nobel de Física «que se quieren mucho pero están en bandos opuestos: el jefe del programa nuclear de Hitler y un judío a punto de unirse al proyecto Manhattan en Los Álamos, que ya estaba vigilado por los nazis».
- Está rodando una película (la comedia musical 'Explota explota') y una serie ('Dime quién soy') mientras sigue de gira. ¿Su vida siempre es así?
- Afortunadamente, ¡qué maravilla! No me falta trabajo y eso en tiempos como estos y en nuestro oficio...
- Se dice que entre los actores hay un 80% de paro.
- Pues sí, exactamente. Me siento un absoluto privilegiado.
- ¿Acumular premios no permite tomarse la profesión con más tranquilidad?
- Los premios vienen muy bien y te dan mucha moral, pero casi nunca tienen una dotación económica. Hay que trabajar. Los proyectos que me van llegando son tan bonitos que me cuesta resistirme, y me gusta abarcar terrenos diferentes. Es un buen ejercicio para mi oficio.
- Su voz se ha hecho habitual en los musicales. 'Sonrisas y lágrimas', 'Billy Elliot'...
- Cuanto más te familiarizas con un género más consciente eres de tus carencias, pero antes iba al teatro un poco asustado y he cogido confianza. Tengo más práctica a la hora de cuidar la voz para cantar.
- Por 'Follies' ganó un Max al igual que Asunción Balaguer. ¿Cómo lo celebraron?
- Fue una noche muy bonita. Asunción estaba radiante, feliz. La he querido muchísimo y la sigo queriendo, porque la gente se va pero sigue aquí.
«Estoy muy contento porque creo que cada vez va más gente joven al teatro»
Dudas y remordimientos
- En 'Copenhague' interpreta a Werner Heisenberg, Nobel de Física y padre del principio de incertidumbre. ¿Se ha empapado de física cuántica?
- Inevitablemente. También he aprendido muchas cosas sobre la Segunda Guerra Mundial, una época apasionante que conocía de manera relativa. Y sobre el problema que se plantea a los científicos cuando se dan cuenta de que sus descubrimientos pueden caer en malas manos, pero por otro lado su afán de investigar nunca se para. La obra se basa en un encuentro real entre dos personas que se quieren mucho pero están en bandos opuestos. Y la dramaturgia es muy novedosa. «Ahora que estamos todos muertos y podemos hablar de lo que pasó...»
- ¿Así empieza la obra?
- Los sitúa en una especie de limbo desde el que pueden revisitar aquella escena desde el punto de vista de uno y de otro, con saltos en el tiempo. La mujer de Bohr hace de puente entre los espectadores y los dos científicos. La obra habla de física y de la guerra, pero también de la amistad, de la necesidad de la aprobación de nuestros seres queridos, de las terribles consecuencias que tienen a veces nuestras decisiones.
- Como responsable del programa nuclear alemán durante el régimen nazi, su personaje tiene papeletas para ser el malo de esta historia. ¿O no es tan sencillo?
- El autor plantea un posible comportamiento en Heisenberg que no es el de sus biografías oficiales. Él pasó a la Historia como un mal físico porque muchos biógrafos dicen que no supo hacer los cálculos para conseguir la bomba atómica para Hitler, pero quizá fue a hablar a su maestro para decirle que, si él puede parar la bomba atómica, los aliados también pueden hacerlo. Es un ser absolutamente atormentado por dudas y remordimientos, necesita hablar con su maestro para que le ayude a decidir. Todo eso queda un poco ambiguo en la función
- El debate sobre los límites éticos de la ciencia siempre estará vigente.
- Sin duda. Pensemos ahora mismo en la guerra bacteriológica. Sin tanques se pueden destruir ciudades y países. Y en la investigación genética. ¿Se pueden crear ejércitos de clones, por ejemplo? ¿Hasta dónde es lícito intervenir en la variación genética de los seres humanos? Lo que asusta es que al final todos estos avances científicos acaban en manos de los políticos. Y, si echamos un vistazo a los políticos que tenemos ahora mismo manejando el mundo, da mucho miedo.
- En la vida real, ¿quién es más cabezota en las discusiones, Emilio Gutiérrez Caba o usted?
- (Ríe.) Pues la verdad es que los dos tenemos un carácter bastante afable, menos mal. Para mí Emilio, y su familia, siempre ha sido un ejemplo, y no solo por lo grandes actores que son sino por la manera tan elegante de estar en este oficio. Con Malena, gran actriz y compañera, hemos formado un trío y estamos todo el día juntos.
- Sus padres le llevaban a menudo al teatro de pequeño, y así surgió su vocación. ¿Cómo ve ahora el patio de butacas?
- Estoy muy contento porque creo que cada vez más gente joven va al teatro y eso es el futuro de nuestro oficio. En Madrid, el terreno que más conozco, están funcionando muy bien textos de muy diferentes estilos.
Tres funciones
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Santurtzi. Viernes 29, a las 20.30 horas (18-20 euros).
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Basauri. Sábado 30, a las 20.30 horas (14-18 euros).
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Getxo. Domingo 1 de diciembre, a las 20.00 horas (18 euros).
De 'Cuéntame' al narrador de 'Mirentxu'
Carlos Hipólito acaba de participar en la representación de 'Mirentxu' en el Teatro de la Zarzuela, todo un acontecimiento porque era la primera vez que se cantaba en euskera en esta plaza y por recuperar una de las obras más desconocidas de Guridi después de 52 años. Con Ainhoa Arteta y Mikeldi Atxalandabaso al frente del reparto, el bilbaíno Borja Ortiz de Gondra ha adaptado el libreto e Hipólito relataba la trama en castellano, «con algunas frases en euskera. El teatro estaba abarrotado y la gente aplaudió con mucho entusiasmo», cuenta. «La música de Guridi es una belleza, para mí un descubrimiento, y la historia, muy romántica». Se siente cómodo en el papel de narrador después de 18 años en 'Cuéntame', donde la voz del Carlos adulto tiene más recorrido que el propio personaje. Cuando Ricardo Gómez lo dejó, «pensé que iba a terminar, pero me dijeron que la voz se había convertido en una seña de identidad de la serie. Ahora hablo por persona interpuesta. 'Según me contó mi hermana', 'mi abuela me escribió...' Ya estamos en el año 91, pero no se plantea como la última temporada».
- ¿Tiene la sensación de que está contando su propia vida?
- Mi familia no era como los Alcántara, pero siento cercanía con muchas cosas. Por edad estoy entre Carlitos y Toni.
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