Los neandertales crearon grandes redes de intercambio para conseguir sílex
Arqueología ·
Los grupos que habitaron la cueva de El Castillo (Cantabria) se abastecían de piezas a más de 400 kilómetros de distanciaJ. Arrieta
Martes, 9 de septiembre 2025, 00:15
En el frondoso arbusto de la evolución humana, la de los neaddertales es la especie que más nos fascina, seguramente porque durante varios miles de ... años compartió espacio y tiempo con la nuestra. Desde su descubrimiento y primera descripción, a mediados del siglo XIX, antes incluso de que Darwin publicara 'El origen del aspecies', la ciencia ha ido afinando la imagen de los neandertales, que a día de hoy ya nada tiene que ver con la de los brutos cavernícolas que de ellos se tuvo al principio. Un nuevo estudio viene a enfocar todavía más el cuadro. Un equipo de investigadores, liderado por José Manuel Maíllo Fernández, profesor de Prehistoria y Arqueología de la UNED, ha descubierto que los neandertales que habitaron la cueva de El Castillo, en Cantabria, hace entre 70.000 y 45.000 años, se desplazaban o intercambiaban materiales a distancias de hasta 427 kilómetros para conseguir sílex con el que fabricar herramientas. Este hallazgo, publicado en 'Journal of Human Evolution', cambia la imagen que teníamos de los neandertales, mostrando que su territorio social y su movilidad eran mucho más extensos de lo que se creía.
Publicidad
La cueva de El Castillo, en Puente Viesgo (Cantabria), descubierta en el año 1903 por Hermilio Alcalde del Río, es uno de los yacimientos más importantes para estudiar el Paleolítico en Europa. En este lugar, los grupos neandertales dejaron rastros abundantes de su vida cotidiana de cazadores recolectores, incluyendo herramientas de piedra y restos de animales, como ciervos, que cazaban sobre todo en otoño y primavera. Maíllo y sus colaboradores analizaron las herramientas de sílex encontradas en varios niveles del yacimiento, correspondientes al período Musteriense, el asociado a los neandertales.
Comprobaron que la procedencia de la materia prima a partir de la cuál elaboraban sus herramientas era muy diversa. Y en algunos caso, su origen era muy distante. Aunque la mayor parte del sílex provenía de fuentes cercanas, como Monte Picota, a solo 23 kilómetros de El Castillo, se identificaron piezas que habían sido traídas traídas de lugares muy janos. «El territorio de estos neandertales era más extenso de lo esperado», dice el resumen del artículo. «Más allá de su área de residencia, podrían haber tenido un 'territorio social' aún mayor, que abarcaba más de 600 kilómetros de longitud, desde la cuenca de Oviedo (sílex de Piedramuelle) hasta el río Adour (sílex de Tercis), incluyendo la cuenca alta del río Ebro (sílex de Treviño)».
Aprovisionamiento
Lo más llamativo ha sido la identificación de sílex procedente de Tercis, un gran taller paleolítico al aire libre dedicado al tallado de sílex, situado en el departamento francés de las Landas, a 427 kilómetros de El Castillo. «El descubrimiento de fuentes de materias primas tan lejanas ha supuesto una sorpresa en la investigación, puesto que esperábamos una distancia máxima de un centenar de kilómetros», explica Maíllo a través de la UNED. «No pensábamos encontrarnos con sílex proveniente de más de 150 kilómetros y lo hemos hallado tanto en Asturias y Treviño como en Tercis, cuyo origen está a más de 420 kilómetros, el lugar de aprovisionamiento más lejano que conocemos para los neandertales en toda Eurasia».
Publicidad
Esto demuestra que la gente neandertal no solo se movía en un radio reducido en torno a sus asentamientos, como se pensaba, sino que mantenía contactos o redes de intercambio a largas distancias, en el caso de El CAstillo desde Asturias hasta el suroeste de Francia. Cabe destacar que el sílex de fuentes lejanas llegaba a la cueva cántabra ya trabajado, lo que indica un uso cuidadoso y una posible valoración especial de estos materiales.
Estas evidencias revelan la existencia de una red social compleja, en la que los grupos neandertales compartían e intercambiaban no solo materiales, sino también ideas y técnicas. Estas redes de intercambio y su capacidad para gestionar recursos a gran escala demuestran una organización social sofisticada, equiparable a la de los grupos humanos modernos. O sea, a nosotros.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión