Nace un espacio para la ciencia y la divulgación en elcorreo.com
Ciencia, que se actualizará a diario, refuerza la oferta informativa de EL CORREO para los suscriptores con contenidos exclusivos basados en el rigor y la transmisión del conocimiento
Estamos de enhorabuena. EL CORREO incorpora desde hoy un espacio para la divulgación de la ciencia en su edición digital. Ya veníamos ofreciendo contenidos de calidad relacionados con la divulgación de hallazgos científicos y sus protagonistas (mira estas historias recientes de la nave 'Lucy', o esta curiosa guía para el turista espacial), no es algo nuevo. Pero ahora tendrán un espacio concreto y formarán parte de la oferta diaria de nuestra web. Nace así una sección específica (elcorreo.com/ciencia) donde la explicación de los fenómenos que nos rodean, tratados con rigor, serán la principal materia prima. Un contenido que viene a reforzar nuestra oferta para suscriptores. Si aún no disfrutas de la posibilidad de navegar sin restricciones y tener acceso total a EL CORREO, puedes suscribirte aquí.
Porque la ciencia no es solo cosa de científicos, ni es aburrida, ni ininteligible. Al contrario, es fascinante. Es motor de cambios, es palanca de aceleración de un mundo que se mueve cada vez más deprisa. El coronavirus, por escoger el ejemplo más llamativo de cuentos tenemos recientes, ha matado hasta ahora a casi 5 millones de personas -más del doble de la población del País Vasco-, pero podían haber sido muchas más. Se calcula que la llamada gripe española acabó hace cien años con 50 millones de personas en un mundo todavía no globalizado y mucho menos poblado. En 1920 la población mundial no llegaba a los 2.000 millones de personas; hoy somos 7.900 millones. Pero, por fortuna, contamos con el conocimiento como arma defensiva.
La ciencia ha sido nuestra tabla de salvación en esta crisis. Nos hemos beneficiado del conocimiento acumulado durante décadas sobre los virus de transmisión respiratoria, de las vacunas, de la existencia de una comunidad científica mundial, de una potente industria farmacéutica... y, en nuestro caso, de una Sanidad pública y universal que hay que cuidar por el bien de todos. Queremos, de todos modos, que quede clara una idea: no hubiéramos frenado al coronavirus sin muchos científicos que a lo largo de generaciones han puesto su granito de arena en la construcción del gran edificio del conocimiento.
«Si he logrado ver más lejos ha sido porque he subido a hombros de gigantes», decía Isaac Newton. Los gigantes son quienes nos precedieron en la exploración del mundo. Los del mañana están hoy en los laboratorios, en los centros de investigación, en las universidades, en los hospitales, en la empresa privada. Y lo que hacen es intentar explicar el mundo a la luz de las pruebas y de la razón, de la ciencia. Son químicos, historiadores, astrofísicos, biólogos, psicólogos, lingüistas, geólogos... Se dedican muchas veces a la investigación básica, esa que no tiene aplicaciones inmediatas y que, por ello, algunos desprecian.
«Si he logrado ver más lejos ha sido porque he subido a hombros de gigantes», decía Newton, de aquellos que nos precedieron en la exploración del mundo
'Ciencia' es un proyecto de EL CORREO en el que hablaremos de los científicos, sus logros y cómo han cambiado -y seguirán cambiando- nuestra visión del mundo y haciendo que sea más vivible. Uno de los proyectos llamado a revolucionar en los próximos años nuestro conocimiento del Universo es el telescopio James Webb. Despega dentro de unas semanas y hoy te contamos en 'Ciencia' lo básico sobre un observatorio espacial que has financiado con tu dinero. Porque el heredero del Hubble es una iniciativa en la que desempeña un papel clave la Agencia Espacial Europea (ESA), tu agencia espacial.
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Los periodistas que hacemos 'Ciencia' nos asomaremos al Universo, al cerebro, a la vida animal, a la evolución, a nuestros orígenes, a la enfermedad... Y nos rodearemos de expertos que nos explicarán las cosas con la mayor claridad posible. Amanda Sierra (profesora de investigación Ikerbasque en el Departamento de Neurociencias de la UPV/EHU y el Achucarro Basque Center for Neuroscience), firma la primera colaboración: La maraña del cerebro. Ellos saben que la ciencia, para ser apreciada, tiene que ser divulgada, acercada y comprendida por el ciudadano, que es quien a la postre la financia y puede exigir a los responsables políticos que destinen más dinero a investigación. Acompáñanos también en el viaje, porque merece la pena.
