Un científico de la UPV/EHU crea junto a expertos chinos una 'supermadera' más resistente y ecológica que el acero
La madera 'BioStrong' serviría para vigas de edificios, la carrocería de los coches, las farolas o los cubiertos
Una madera más resistente que el acero y además respetuosa con el medio ambiente. Este es el proyecto que ha desarrollado el científico vasco Erlantz ... Lizundia en colaboración con expertos de la universidad china de Wuhan y la Academia de Ciencias del gigante asiático. «La madera es uno de los materiales biológicos más accesibles, pero fuera de su uso convencional, apenas está siendo explorada para aplicaciones de altas prestaciones. Nuestros resultados demuestran que es posible obtener materiales con prestaciones mecánicas muy altas, y que a su vez sean económicamente viables y ofrezcan capacidades de captura de carbono», dice Lizundia, profesor del Departamento de Expresión Gráfica y Proyectos de Ingeniería e investigador del Life Cycle Thinking Group, de la Universidad del País Vasco.
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La inspiración les vino de la propia naturaleza, en concreto, de lo que sucede con algunos árboles cuando caen a los lagos en China. «La madera tiene tres componentes principales: celulosa, hemicelulosa y lignina. Bajo ciertas circunstancias de presión, temperatura y la acción de microbios, se modifica su estructura natural, que es porosa. Lo que ocurre es que los poros se comprimen, de manera que se hace más densa», explica el especialista vasco. Este proceso, que dura 5.000 años de forma natural, lo han reproducido en el laboratorio en solo cinco días.
El resultado es una especie de 'supermadera' cuya resistencia mecánica es ligeramente que la del acero inoxidable. Son 540 megapascales frente a los 520 del acero», detalla. Además, este nuevo material, que han bautizado con el nombre de madera 'BioStrong', es más ligero y más resistente a la humedad, a las altas temperaturas y a choques térmicos extremos. «Podemos pasar la madera de un entorno muy frío de 180 grados negativos hasta los 120 grados positivos y no sufre expansión mecánica», añade.
Uso durante 50 o 100 años
No es esta la única ventaja de esta 'supermadera'. Además, es respetuosa con el planeta. «Tiene una huella de carbono total negativa. No es que el material absorba dióxido de carbono, sino que si se cuantifica la cantidad de CO2 que ha absorbido durante la fotosíntesis y que ha dado lugar a la celulosa o a la lignina, el resultado es beneficioso», detalla, que añade que el procedimiento vale para cualquier tipo de madera.
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Sobre sus aplicaciones, está pensadas inicialmente para «estructuras destinadas a durar 50 o 100 años» como «vigas de edificios», pero también serviría para «la carrocería de los coches (puertas, techo…), farolas, piraguas o cubiertos». En este último caso «se ha hecho para demostrar que esta madera es moldeable, que tiene ventajas de manufactura». La patente la tiene la universidad de Wuhan.
Desde que comenzara a gestarse el proyecto hasta su publicación en la prestigiosa revista 'Science Advances' han transcurrido «dos años y medio». «Conozco a estos científicos chinos de trabajos previos y de congresos. Hemos publicado ya 4 o 5 trabajos de forma conjunta», dice el especialista vasco sobre la colaboración con sus homólogos chinos.
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No es este el último proyecto de Lizurdia enfocado a materiales sostenibles y aplicaciones con la finalidad de colaborar en los que se conocen como «retos globales». Hace dos años presentó una batería que se puede cargar cada día durante 27 años construida a base de celulosa y el pegamento natural que utilizan los moluscos para adherirse a las rocas. Aunque su rendimiento no iguala al de las de litio omnipresentes en teléfonos móviles y coches eléctricos, servirían para dispositivos pequeños como los propios smartphones, los relojes inteligentes o los marcapasos.
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