Alaia, la joven bilbaína que crea ropa que vale «para todo el mundo»
Esta vecina de San Ignacio de 29 años diseña y confecciona prendas sin género ni límite de talla en su estudio de Zorroza
Irse de tiendas por Bilbao puede sonar un planazo, pero para muchas personas se convierte en un infierno. No encontrar ninguna prenda que les siente bien, tallas inexistentes para su tipo de cuerpo, unos estándares de belleza irreales y artículos cada vez más pequeños son las barreras que encuentran muchas personas a la hora de vestirse y que desgraciadamente pueden hacer mella en su salud mental. Alaia Arnaiz Del Escobal, diseñadora de moda, tenía claro que quería cambiar ese paradigma y crear ropa para todo el mundo, sin importar la talla, orientación e identidad sexual o cualquier otro filtro que la industria y el 'fast fashion' imponen en sus tiendas. Para hacer frente a la parte más excluyente de la industria, esta creadora bilbaína de 29 años fundó Arde Wear. Se trata de una marca unisex, hecha con cariño en Bizkaia y con valores que implican el respeto por el medioambiente y las personas.
Alaia Arnaiz Del Escobal no soñaba con ser diseñadora desde pequeña, ella se imaginaba un futuro como dibujante de cómics. Crear y caracterizar personajes e imaginar sus historias era su mayor pasatiempo en su adolescencia. Durante esta etapa, la moda empezó siendo algo pragmático para sus personajes, pero dibujarlos y diseñar sus looks le descubriría su verdadera vocación: diseñar ropa. Para comprobar si la moda podría convertirse en su pasión, empezó a estudiar un año de corte y confección en una academia bilbaína. «Yo no sabía coser ni un botón y en mi familia nadie se dedicaba a la moda, así que me apunté por probar», asegura. Este mundo le cautivó, así que decidió estudiar después la carrera de Diseño de Moda y Estilismo en la escuela Inedi Design School del Casco Viejo. Fascinada por este oficio, a principios de año presentó la primera colección de su marca por las calles más emblemáticas de la villa.
Con el deseo de hacer un proyecto que fuera enteramente suyo, Alaia gestó durante varios años la marca en su cabeza hasta darle forma. Así nació Arde Wear, una firma liderada únicamente por ella, que ofrece moda de calle para todo el mundo, independientemente del género, sexo, identidad sexual o forma del cuerpo. Su primera colección, que se puede comprar por Instagram, está compuesta por piezas frescas, ligeras y con tonos pastel que evocan a la tranquilidad.
Emprender de manera independiente no es tarea fácil y uno de los retos que se le presenta a la diseñadora en el día a día es ser fiel a su etiqueta de sostenibilidad. «Intento ser lo más responsable posible con el planeta, pero cometo errores que yo misma publico en redes sociales», reconoce. La sostenibilidad y la calidad van de la mano en Arde y uno de los grandes desafíos para dar vida a esta colección fue encontrar telas que encajaran entre sí y que además por separado cumplieran los estándares de calidad y valores de la marca.
El resultado ha sido un éxito. Tras el lanzamiento, algunos de los modelos se agotaron y no se volverán a reponer. «Lo bonito de encontrar telas especiales es que los metros son los que son y una vez se terminan no hay más», precisa Alaia. De esta manera, la joven vizcaína refuerza la idea de la exclusividad al vestir con ropa local. «Tener pocas unidades hace que las piezas sean más especiales, porque sabes que nadie más va a llevar lo mismo que tú», afirma. En la actualidad, Alaia compagina su trabajo, el vestuario de cine, con su marca, centrada en ofrecer piezas de colección o prendas bajo encargo en su estudio de Zorroza. Paso a paso, no hay quién la detenga en su propósito. «Toda la ropa debería valer para todos», zanja.
