Estilo 'surfer' y diseño vizcaíno: así son los uniformes de los azafatos vascos en Fitur

– ¿Qué trajes ha hecho?

– El año pasado también diseñé los uniformes. Fue una sudadera inspirada en la estética del stand de entonces. Y este año me volvieron a proponer para hacerlos nuevamente.

– Está de suerte y, por lo que se ve, dijo que sí.

– Es una propuesta muy interesante que te pone en valor, por decirlo de alguna forma. Tuvieron muchísimo éxito las sudaderas, que forman parte de mí y de mis colecciones. Me dijeron por qué no volver a confiar en ellas, que, además, son también como algo muy de Bilbao. Pero esta vez con un punto 'surfer'. Le dimos una vuelta y...

– ¿En qué consistió el giro?

– Este año el stand está inspirado en el teatro y el cine como escenario de la gastronomía. Es como entrar en el proceso de creación de la hortaliza hasta que se lleva a la cocina. Todo el stand está realizado con cortinones. Tras varias reuniones, llegamos a la conclusión de que los uniformes tenían que respirar un poco la idea de los antiguos acomodadores, que iban en rojo o negro. Y también llevaban cosas como color oro.

– Siempre echando la vista atrás.

–Después de darle muchas vueltas y trasladarlo a la parte más comercial, querían que fuese de nuevo una sudadera. Hemos hecho una en tonos burdeos, del mismo tono que se han teñido los cortinones en terciopelo del teatro imaginario. Y, debajo de la prenda, va una camiseta, por si alguno tiene calor. El uniforme oficial queda con pantalón negro, zapatilla y camiseta blancas. Y, claro, la sudadera burdeos.

– ¿Indistintamente para hombres y mujeres?

– Eso es. En 2022 también apostamos por las prendas sin género, unisex. Yo lo sigo manteniendo en mis colecciones y les pareció muy buena idea.

– ¡Abajo la distinción de sexos!

– No hay diferencias entre hombres y mujeres. De hecho es el mismo tallaje. El mismo modelo para ambos.

– ¿Qué siente al crear los uniformes?

– Es una ilusión tremenda y también una responsabilidad. Estamos hablando de una cantidad importante de uniformes. Son entre 200 y 250. No es vender a pequeña escala… Es una cantidad importante y, además,…

– ¿Qué?

– Que llevas el nombre de tu tierra. Al final, obtienes muchísima visibilidad. Qué, ¡jolín!, es estar en Fitur, en Madrid, en la Feria Internacional de Turismo... ¡Es un peso importante! Que estén mis piezas es muchísima responsabilidad pero a la vez me hace muchísima ilusión y alegría de que poco a poco voy consiguiendo este tipo de proyectos.

– Un gran empujón y realce a su prometedora carrera.

– Es un trampolín muy interesante porque es cierto que después de estos uniformes han venido otros. Es un apoyo muy fuerte para que la gente me pueda ver. Una maravilla de que hayan vuelto a confiar en mí.

– ¿Se podría salir a la calle con ellos? ¿No desentonarían?

– Ya he visto por la calle las sudaderas que hicimos el año pasado. Son muy comerciales y de hecho nosotros la hemos reeditado.

– ¡Ay va!

– Tuvo muchísima acogida en las redes sociales. Pregunté a los responsables y me dijeron 'puedes comercializarla pero sin el Euskadi Basque Country', que es el logo protegido. Se la vi hace poco a un padre que jugaba con su hijo a la pelota en la Plaza Nueva de Bilbao. Quiero entender que era parte del equipo de Fitur, que era azafato, o que igual algún familiar se la había dado. Pero es verdad que funcionan perfectamente para la calle.

– ¿Con qué tejido las confecciona?

– Son sudaderas de algodón 100% natural, de algodón orgánico reciclado, y las camisetas, lo mismo. A Fitur y Basquetour les parecía muy bien esta iniciativa.

– Normal, la defensa de la sostenibilidad.

– Lógicamente todo eso tiene un coste añadido pero querían apostar por ello. Hemos apostado por residuos 0 y el menor impacto posible en el sistema. Las prendas no van en cajas. Van envueltas de forma individual en un plástico reciclado.

– ¿Cómo consigue que les sienten bien a la gente? ¿Hace probaturas de algún tipo?

– La referencia utilizada tanto el año pasado como este es un modelo que nosotros utilizamos en nuestra propia colección. Trabajamos con una base que funciona muy bien. Es un patrón que se adapta a todo tipos de cuerpos. Son unisex. Lógicamente, hay diferentes patrones pero es clave dar con uno que siente bien porque al final son muchísimos azafatos, no son modelos.

– ¿Más complicado aún?

– No trabajamos con una chica de una talla 36 o 38 ni con chico con una talla 40. Es obvio que hay un trabajo interno de estudio de patronaje.

– Tarea compleja.

– Hablamos de encontrar esa pieza que funcione bien en todos los cuerpos. El año pasado funcionó muy bien y acabaron muy contentos. Hay un trabajo interno antes de lanzar el uniforme. Hemos utilizado el mismo tejido orgánico e idénticos patronajes y tallajes.

– Fitur te confirma como uno de los grandes diseñadores de Euskadi.

– Bueno, a ver. Ja, ja. Eso no lo puedo decir yo, Luis.

– Ya se lo digo yo.

– Se lo agradezco, pero aquí en Bilbao no somos muchos, hay que ser muy sinceros, somos poquitos. Siempre digo lo mismo. Es importante apoyarnos entre nosotros para crear una industria fuerte, sostenible y real. Tenemos compañeros, ya sabes, Alicia (Rueda), Mercedes (De Miguel), grandes creadoras... Ser parte de ese equipo me hace especial ilusión. Cuando empezaba les veía como algo muy lejano y con el tiempo te vas viendo ya más fuerte y más visible. Nombrarme como uno de los grandes, eso ya lo dejo ahí, para que la gente lo diga, pero no para autodecírmelo.