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Una sorprendente casa rosa en el centro de Bilbao reformada con un presupuesto mínimo
Los arquitectos de AZAB han conseguido dar un cambio radical a una casa de 1968 respetando su esencia y añadiendo toques de diseño y color
maría calvo
Jueves, 22 de septiembre 2022, 23:06
Cuando hablamos de casas de color rosa es inevitable acordarnos de edificios 'instagrameables' como La Muralla Roja de Bofill en Calpe o la icónica Casa Rosa de Buenos Aires, cuya fachada ha sido testigo de momentos clave en la historia de Argentina. En Bilbao también tenemos la nuestra, el histórico edificio conocido como Villa María que alberga la actual Capitanía Marítima, en el número 24 de Ibáñez de Bilbao. Pero no todo es de color de rosa de puertas para afuera, porque en la misma villa hemos dado con un piso cuyo interior ha sido reformado siguiendo esta estética de tonos pastel. Hablamos de un apartamento situado en pleno centro, en un edificio proyectado en 1968 por Celestino Martínez Diego. El arquitecto no llegó a calar hondo en el imaginario de los bilbaínos, pero nos dejó alguna que otra joyita que hoy aporta carisma al paisaje urbano del botxo.
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AZAB, el estudio de arquitectura vizcaíno capitaneado por Cristina Acha y Miguel Zaballa, aceptó el reto que propusieron sus inquilinos, el de dar un giro magistral a una vivienda de 174 metros cuadrados con el mínimo presupuesto posible. Si ahorrar costes era la premisa principal de la lista, mantener las bases de lo que fue antaño la vivienda era otro de los requisitos fundamentales para sus propietarios. Querían conservar casi todo, pero dando un lavado de cara radical al interior. Un juego de opuestos que consiguieron hacer realidad unificando los espacios, dando continuidad a sus estancias y poniendo énfasis tanto en el diseño como en el color. Porque respetar el pasado no es una cuestión baladí cuando se habla de arquitectura.
Acha y Zaballa dan buena cuenta de las características del piso, del que destacan «su marcada distribución lineal norte-sur, en la que las estancias comunes se extienden desde el exterior norte hasta la fachada interior que da al patio sur». Una de los puntos fundamentales de esta reforma fue eliminar esas típicas zonas de servicio de las que disponían antes las casas y readaptarlas según las necesidades actuales de los propietarios. En este sentido, hicieron hincapié en tres zonas: la de la cocina-lavadero, la galería o zona común y la sala. En definitiva, quitaron elementos que distorsionaban el paso y la armonía y añadieron puntualmente nuevas soluciones, creando así un diálogo entre pasado y presente, y un remix entre lo antiguo y lo moderno. Pero siempre con un toque que mira al diseño de vanguardia, con tintes retro, Mid-Century y algo naïf.
El color es el alma de la reforma, por lo que aquí se ha dado carpetazo a la extendida tendencia de los tonos neutros y los ambientes que pretenden conectar con la naturaleza. Este piso es de carácter más urbanita, divertido y refrescante, donde las soluciones se adaptan a lo existente. Se mezclan con maestría los toques modernos y clásicos, con tonos lima, musgo, anaranjados y rosados que ya estaban presentes en el edificio original, aunque se habían ido desdibujando con el paso del tiempo. Todo ello ha conseguido «generar una atmósfera serena y optimista al mismo tiempo», tal y como destacan los arquitectos.
La cocina es uno de los puntos visualmente más potentes de la casa. Allí se eliminaron las divisiones existentes, se cambiaron los revestimientos y se renovó el mobiliario. Seguimos por la zona común, un lugar donde una antigua moqueta sin gracia ni fundamento dio paso a un revestimiento de linóleo. Además, se añadió un gran armario en galería de diseño propio. Finalmente, en la sala, quisieron ampliar las zonas de paso y la llegada de luz natural. Para ello, sustituyeron una vieja puerta corredera por una doble de color potente que encajaba en la armonía de la casa. Cada una de las intervenciones que realizaron tenían como objetivo buscar luz natural, unificar acabados y aumentar la sensación de continuidad.
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En cuanto a materiales, han querido jurar fidelidad a la historia del propio apartamento, respetando acabados como la madera de 'sapelly' barnizada en oscuro e instalada en suelos y elementos de carpintería exterior, en los frentes de las persianas y en los dinteles exteriores a las ventanas. «El carácter de la vivienda reside en una remezcla de texturas que persiguen lo clásico con detalles modernos», explican. En definitiva, diseño y detalles como manera ingeniosa para dar un cambio radical a una casa antigua sin dejarse el bolsillo en el intento.
Puedes ver todas las fotografías de la reforma en nuestra galería de imágenes.
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