El sorprendente 'minipiso' de una pareja en el Puerto Viejo: 25 metros y habitaciones que se transforman

¿Cuánto diseño cabe en un piso 'mini' de 25 metros cuadrados? Los más pesimistas mirarán con recelo sus posibilidades, mientras que las mentes más creativas y los profesionales del sector verán en este pequeño lugar todo un reto al que poder sacar chispas. Hiriko Studio ha dado con la respuesta para multiplicar visualmente el espacio y las funcionalidades de una vivienda situada en el Puerto Viejo de Algorta, a través de los colores alegres, las soluciones movibles y una búsqueda incesante de luz natural hasta en los lugares más recónditos.

Apenas 5 x 5 metros y un buen puñado de buenas ideas para pisos pequeños. Esto es lo que nos regala este estudio de arquitectura vizcaíno con su intervención. La escasa amplitud de la vivienda se compensa con un buen diseño, una excelente ubicación y unas maravillosas vistas al mar. Y es que se encuentra en una de esas pintorescas casas de pescadores, con fachadas blancas y verdes cubiertas de teja roja. Hablamos de un lugar situado en la desembocadura de la ría del Nervión, entre las playas de Ereaga y Arrigunaga, donde las tradicionales redes de pesca han dejado paso a las terrazas de pequeños bares y a restaurantes en los que disfrutar de las puestas de sol. Sus propietarios son una pareja que pretenden utilizarlo como segunda residencia, por lo que los metros cuadrados nunca fueron un gran problema, y más ahora, viendo que cuentan con todo lo necesario para pasar temporadas sin renunciar a nada.

Este apartamento es una pequeña osadía que necesitaba optimizarse para que fuera cómodo. Para ello, se potenció la continuidad entre las distintas estancias con una compartimentación mínima y con la utilización de muebles a medida pensados al milímetro. El salón da la bienvenida a esta casa, un espacio recoleto pero inundado de luz natural que goza de vistas directas al mar. Las paredes de color blanco siempre son una solución eficaz para generar sensación de amplitud, algo que se potenció con mobiliario de líneas depuradas y un mueble a medida que se convierte en la pieza clave de la casa. El conjunto es un compendio de elementos que recrean una atmósfera luminosa y alegre, acorde con los deseos de sus propietarios.

El salón sirve de columna vertebral de la vivienda, siendo el mueble hecho a medida - de contrachapado de abedul, rechapado en roble y DM lacado- el que organiza el espacio. De sus laterales sale una gran puerta corredera en color coral que da paso al resto de estancias. De este modo, es posible unificar sala de estar, comedor y cocina si se desea, obteniendo un espacio abierto de más de 20 metros cuadrados (todo un hito en una casa de estas dimensiones) o bien ocultar una de las estancias estancias según las necesidades de los inquilinos.

Cuando se cierra la zona de la cocina, se abre el espacio destinado al comedor, compuesto por una pequeña mesa de madera y dos sillas de diseño. Los armarios empotrados de fondo son una estupenda solución de almacenaje con gran capacidad, cuyas puertas están lacadas en blanco para que se mimeticen con las paredes y, una vez más, den sensación de amplitud. La mesa, sin embargo, está sujeta a una pared en tonos menta que guarda tras de sí un sorprendente truco.

Como si fuera una puerta secreta, esconde una cama grande abatible que transforma automáticamente esa habitación en dormitorio. Incluso, se puede destinar a otros usos puntuales, como la práctica de yoga, recogiendo tanto la cama como la mesa. El dormitorio-comedor se comunica con la sala de estar, de forma que las dos ventanas con vistas al mar están presentes en ambas estancias. Para disfrutar al máximo de las vistas, se han instalado unas ventanas de hoja oculta, ampliando la superficie acristalada.

Al otro lado de la puerta corredera se encuentra una pequeña cocina de dos ventanas con singulares vistas a los tejados de los edificios contiguos. Sus muebles, al igual que los del resto de la vivienda, están hechos a medida en contrachapado de abedul y rechapado en roble. Aquí destacan los tiradores, el mueble alto de la campana, la encimera en contraste de color blanco y una barra de desayunos instalada para aprovechar aún más el espacio. El suelo de esta estancia está compuesto por baldosas de pequeño formato que hacen un guiño a la tradición, dibujando patrones que evocan los antiguos solados de la vivienda.

Por último, encontramos el baño, situado junto a la sala de estar. Cabe destacar una singular idea que ha tenido Hiriko Studio para iluminar de manera sutil este pequeño espacio. Y es que en uno de los tabiques se ha instalado un vidrio mate que es, a su vez, la trasera de la librería de la sala de estar. De esta manera, la casa se impregna constantemente de luz natural, tan demandada, sobre todo, en este tipo de pisos de escasos metros cuadrados.

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