Y ahora el Satisfyer masculino arrasa en Bilbao

Fue uno de los artículos más codiciados del año pasado, como los auriculares inalámbricos o los relojes inteligentes. Aunque la felicidad que provoca no es comparable. Posiblemente, algunas habían dado con el Satisfyer con anterioridad y lo habían usado en secreto. Hasta que se popularizó el succionador de clítoris más vendido, capaz de regalar orgasmos en menos de dos minutos. Pronto se convirtió en el juguete sexual favorito de las 'millennials', el regalo perfecto entre amigas en los cumpleaños o en Navidad, cualquier excusa es válida. Un 'boom' que se ha extendido como la pólvora en pocos meses. Y si este objeto ha triunfado entre las mujeres, los hombres no iban a ser menos. Pues bien, aquí lo tienen amigos: el Satisfayer Men Vibration. Eso sí, tendrás que esperar, porque por el momento está agotado en varias tiendas de Bilbao. Su precio es de 39,90 euros.

Este juguete sexual tiene un mecanismo similar al del Satisfyer femenino. Y lo hace, nada más y nada menos, que con unos motores muy potentes y 14 programas distintos. «Estimula lo que es equivalente al clítoris en la mujer en los hombres, es decir, el glande. Es un aparato más grande para que se pueda encajar bien, como hacen ellas», explica Aritz Resines, sexologo bilbaíno. Es Alberto, trabajador del 'sex shop' Fantasías, situado en la calle General Eguía, quien asegura que en su tienda no es ninguna novedad: «Llevamos ofreciendo este tipo de artilugios para hombres aproximadamente tres años, pero por primera vez, el año pasado la marca lanzó uno que juega con el calor. Es calefactable, lo que da una sensación muy gustosa. Se calienta por dentro hasta los 32 grados», explica. También es impermeable para que se pueda utilizar en la ducha y tiene una cavidad de penetración de siete centímetros. Su diseño ergonómico permite manejar fácilmente las teclas durante su uso.

Es cierto que este vibrador ha tenido éxito, aunque no se puede comparar, ni de lejos, con el que ha cosechado el modelo para las mujeres. «Para que te hagas una idea, de cada 10 que se venden para las mujeres se llevan uno los hombres», explica Asier Alonso, propietario del 'sex shop' La Pera, ubicado en las torres de Zabalburu. Eso sí, su público es muy amplio y variado. «Lo compra desde el chaval que está empezando a experimentar y le parece una opción más fácil hasta el padre de familia que quiere algo nuevo», aclara. Y es que, su reducido tamaño (150 mm de longitud) hace que se pueda guardar y llevar fácilmente.

«Las mujeres no han tenido la costumbre de conocer su sexualidad como lo hacen los hombres. Por eso, el Satisfayer femenino ha sido un aparato revolucionario. El masculino no tendrá el mismo éxito», explica Aritz Resines, sexologo bilbaíno. Según él, los hombres no lo utilizarán demasiado por tres prácticas razones: la primera, porque «siempre se han apañado bien»; la segunda, porque entienden que si lo utilizan es porque «les falla algo» y la tercera, porque pensarán que es el «enemigo».