Urkiola quintuplica los días en que se superó el nivel de ozono recomendado

El medidor ubicado en Urkiola, perteneciente a la red de vigilancia del Gobierno vasco, arrojó unos valores inusualmente altos hasta en cinco veces más días que los que admite la OMS (en todo 2018 fueron 72 jornadas en las que se superó el límite establecido). Aunque suene extraño asociar la contaminación a un lugar como el Parque Natural de Urkiola, lo cierto es que los lugares más afectados por el ozono troposférico son precisamente aquellos en los que se disfruta de la plena naturaleza. Zonas limpias y libres de dióxido de nitrógeno (NO2).

Sin superar los niveles de alarma, también han aumentado los datos en los otros tres medidores del Duranguesado con respecto al año anterior. El de Durango ha superado el máximo de 100 microgramos por metro cúbico en diez ocasiones, el doble que el pasado año, pero lejos aún de lo que recomienda la OMS.

En cuanto a los medidores ubicados en Montorra y el parque Zelaieta, ambos en Amorebieta-Etxano, también se han incrementado. Pero en ambos casos se mantiene por debajo de la recomendación. El primero de los detectores reveló que el valor aconsejado se superó en 11 ocasiones, frente a las siete del pasado año, mientras que el de Zelaieta ha estado por encima en 18 ocasiones, mientras que el año pasado lo superó 11 veces.

Una línea que han seguido las estaciones alavesas de Valderejo y Elciego, al igual que la guipuzcoana Jaizkibel, que registraron un total de 135, 101 y 81 superaciones, respectivamente. Estos picos coinciden con las mayores temperaturas. Valderejo repite así los peores datos de Euskadi, aunque pasa de contabilizar 80 jornadas en las que se superaron los valores a 135.

Ecologistas en Acción asegura que la «reducción general de la contaminación atmosférica no va de la mano de un recorte de los niveles del ozono malo». Este colectivo que reúne a más de 300 grupos, sostiene que la formación de ozono troposférico, que protege de la radiación ultravioleta, se mantenía «moderado» en Euskadi por «la inestabilidad frecuente, altas precipitaciones y baja radiación solar». Sin embargo, teniendo en cuenta que con el cambio climático cada vez va a hacer más calor, el ozono no tiene visos de bajar este repunte.

Se trata de un contaminante muy peligroso. Afecta tanto a nivel respiratorio como cardiovascular, ya que se cierran arterias y se aumenta la tensión arterial. También puede favorecer a la aparición de ictus e incluso puede provocar problemas reproductivos. Según los estudios publicados hasta el momento, hay una mortalidad anual de 500 personas al año en toda España atribuibles al ozono. Los ecologistas critican que Gobierno vasco no haya aprobado ningún plan de mejora de la calidad del aire referido a la superación de los valores objetivo de ozono para la protección de la salud y de la vegetación.