Urkiola abre la veda a los 'Robin Hood'
La Diputación autoriza la caza de jabalíes a un grupo de arqueros para controlar el exceso de ejemplares al estar prohibidas las armas de fuego en el Parque Natural
Manuela Díaz
Domingo, 17 de febrero 2019
Por unos días, el Parque Natural de Urkiola bien podría transformase en el bosque de Sherwood. Y no sería por su frondosa vegetación, sus hayedos ... o sinuosos senderos, sino por la presencia de algún 'Robin Hood', provisto de su arco y flechas, camuflado entre la maleza. La Diputación de Bizkaia ha autorizado la caza de jabalíes con este método para controlar la superpoblación de esta especie en la zona. Aunque se desconoce la fecha exacta en que tendrán lugar las batidas, este febrero concluirá la temporada que arranca en octubre para capturar a estos animales. No es la primera vez que un equipo de arqueros de la Federación Vizcaína de Caza colabora con el organismo foral cuando es requerido por problemas de seguridad o sanitarios en espacios naturales protegidos o en las proximidades de viviendas.
Así se lleva haciendo durante años en la reserva de la biósfera de Urdaibai. En Álava, precisamente, otro grupo de expertos actuará en los humedales de Salburua. Operaciones que han puesto sobre la mesa una modalidad desconocida por muchos, y que se alza como el método menos agresivo contra las invasiones cinegéticas.
La caza con arco es la última tendencia del sector, que busca un modelo más sostenible y selectivo. Según Juan Antonio Sarasketa, presidente de Adecap, la asociación para la defensa del cazador y pescador, «puede ser tan efectivo como un rifle y es el método idóneo para actuar en espacios protegidos dónde no se permite el uso de armas de fuego».
«Puede ser tan efectivo como un rifle y es el método más idóneo donde no se permiten armas»
Entre sus seguidores existen puristas que apuestan por arcos tradicionales, al más puro estilo 'Robin Hood' –una tendencia que en Francia sigue cerca del 90% de los arqueros–. Sin embargo, la caza con arco no ha permanecido al margen de los avances y tiene poco de rudimentaria en otros casos. El arco compuesto cuenta con poleas, visores y un disparador que funciona como un gatillo. La flecha viaja a 100 metros por segundo y se lanza a unos 30 metros del objetivo. Una distancia que se recortaría hasta los 10 o 14 metros en el caso de los arcos tradicionales. Esa cercanía con la presa les permite «sentir y oler la presencia del animal, generando una adrenalina que no todos los cazadores pueden soportar». Para Jon Olabarrieta, que lleva practicando este deporte más de dos décadas y ha sido delegado de caza con arco en Bizkaia y Euskadi, «es muy singular, pero efectiva al 100%, como así hemos demostrado en el control de especies en Urdaibai».
Quieto durante horas
La sobrepoblación de jabalíes también ha afectado a otros espacios protegidos, como es el caso de Urkiola. Allí, la Diputación vuelve a apostar por el uso de arco y flechas pero acota la batida a tres días, un periodo que los propios cazadores consideran escaso dada la complejidad orográfica de la zona y la meteorología. Un grupo de expertos se encuentra en estos momentos analizando los escenarios en los que se ubicarían los puntos de espera. «El cazador tiene que permanecer quieto durante horas –de cinco de la tarde a doce de la noche– aguardando a que aparezca el animal, aguantando el frío, la lluvia y la nieve y con 14 ojos para estar seguro a lo que tiras», apunta.
«Sentir y oler la presencia del animal genera una adrenalina que no todos pueden soportar»
Este tipo de caza, a juicio de Olabarrieta, tiene tanto de bucólica como de dura. Y es precisamente eso lo que ha hecho incrementar el número de adeptos en los últimos años. Bizkaia cuenta con cerca de un centenar de arqueros cualificados, el doble que en Gipuzkoa y Álava. Del centenar, solo ejercen cerca de una veintena. Son, en opinión de este instructor nacional de tiro con arco, «un grupo muy cualificado, técnico y muy reducido». Porque aunque hay mucha demanda de gente que quiere aprender, y cada año sus practicantes aumentan, «a la hora de la verdad no todos pueden hacerlo, muchos no soportan la cercanía con el animal, otros, el tirarte horas y no cazar nada...».
Controlar la población de jabalíes en Urkiola es una medida que lleva años demandándose ya que los daños que provocan en la agricultura y la ganadería debido a problemas sanitarios van a más. A todo ello hay que sumar los accidentes de tráfico que causa su presencia inesperada en la carretera, que han aumentado un 18% en el último año.
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