Un jabalí se pasea por Rekalde y otro baja desde Artxanda a Deusto
Tras unos minutos de expectación en Betolaza, el animal se ha adentrado de nuevo en el monte; mientras, otro ejemplar penetra en un patio vecinal de la Avenida Universidades
C. N. | I. F. L.
Miércoles, 8 de febrero 2023
En las últimas horas, los vecinos de Bilbao se han visto sorprendidos por la aparición de varios ejemplares de jabalí. Y ha sucedido, además, en ... dos puntos opuestos de la ciudad: en Rekalde y Deusto.
El caso más sorprendente sucedió en la tarde de este miércoles en Betolaza. Un ejemplar se paseó por las calles de este barrio próximo a Rekalde, y obligó a la Policía Municipal a acordonar la subida al monte Arraiz. Varios vecinos observaron la escena desde lejos, detrás del perímetro de seguridad que han instalado los agentes.
El ejemplar era una hembra «bastante grande», según confirmaron a este periódico fuentes de la Udaltzaingoa de la capital vizcaína. Tras unos minutos, el animal se alejó rumbo al monte de nuevo.
¿Una manada en Deusto?
Al otro lado de la Ría, los vecinos de un bloque de viviendas de la Avenida Universidades, en las faldas del monte Artxanda, han constatado en los últimos días la presencia de un nuevo 'inquilino'. Un jabalí se ha adentrado en el patio común e incluso se ha dejado fotografiar, según cuenta a este periódico Ignacio Amézaga, vecino de esta zona de Deusto.
No obstante, según el testimonio de varios residentes, es posible que el ejemplar no se encuentre solo. Algunos aseguran haber visto a una manada entera caminando por las vías de la vieja línea de tren a Plentzia. El ejemplar avistado formaría parte de este grupo, pero es el único que, por el momento, se ha atrevido a entrar en la zona de viviendas.
En la zona hay, además, una colonia de gatos a la que los vecinos cuidan, dan de comer e incluso se encargan de su castración para cumplir con la normativa municipal. Lola es una de sus 'cuidadoras'. A última hora de la tarde de este miércoles, cuando fue a darles de comer, notó un comportamiento algo extraño en los animales, que se mostraban nerviosos y bufaban hacia las faldas del monte. «Seguro que habían detectado a los jabalíes», cuenta, entre risas.
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