«El subfluvial no es necesario, aumentará el tráfico y la contaminación»
Un millar de personas se manifiestan en Bilbao contra la construcción del túnel entre Portugalete y Getxo proyectado por la Diputación
Cerca de un millar de personas, según las estimaciones de la Policía Municipal, se manifestaron este sábado en Bilbao para pedir a la Diputación que ... retire el proyecto del subfluvial. Representantes de medio centenar de colectivos vecinales, ecologistas, juveniles y sindicales denunciaron que este gran túnel, que conectará Portugalete con Getxo bajo la ría, «no es necesario y será negativo para Bizkaia porque va a generar más tráfico y un aumento de la contaminación y de la emisión de gases de efecto invernadero».
Así lo afirmó Hodei Rodríguez, portavoz de la plataforma Subflubiala Ez. Este colectivo solicita que el presupuesto destinado a esta actuación se invierta en «mejorar el transporte público» y se apueste por «un cambio en la movilidad» como «solución para acabar con la congestión en las carreteras de Bizkaia».
Los convocantes de la movilización estiman que los 515 millones de euros en los que ha proyectado la actuación la Administración foral se quedarán cortos y la inversión final rondará los 1.000 millones. Un desembolso, sostienen, que no servirá para acabar con los atascos en el entorno del puente de Rontegi. «No va a resolver el problema del tráfico, como tampoco lo hizo la Súper Sur», valoraba José Ignacio Sáez.
Otro tema que preocupa al millar de personas que se concentró este sábado en Bilbao es el impacto ambiental que puede tener esta gran obra. Cuenta con un plazo de ejecución que, al menos, rondará los cinco años y que afectará a uno de los pulmones verdes más representativos de Getxo y de Leioa: Artaza.
«Las obras van a destrozar parte del parque. Van a sustituir árboles de gran porte por otros jóvenes que no van a tener nada que ver. Por no hablar de cómo van a afectar los trabajos al instituto, donde estudian unos 500 chavales. Se van a quedar sin parte del patio y la solución que les dan para mitigar los ruidos de las máquinas es que cambiarán las ventanas por otras con mayor aislamiento», alertaba Sáez.
3.2 kilómetros de longitud
El subfluvial es el gran proyecto de la Diputación para los próximos años. Este túnel tendrá 3,2 kilómetros de largo y discurrirá a 32 metros de profundidad para salvar la ría. La Administración foral confía en que sea empleado por una parte significativa de los 165.000 vehículos que cada día cruzan de la margen derecha a la izquierda y a la inversa.
La complejidad de la actuación dificulta el inicio de unas obras que, como pronto, no arrancarán antes de finales de este 2025. El Departamento de Infraestructuras ha notificado al de Medio Ambiente que será preciso realizar voladuras e instalar nuevas estructuras que no estaban previstas en el proyecto inicial. Al contrario de lo que pudiera parecer la zona más compleja de excavar no será la situada bajo la ría, sino la de la vega de Lamiako. Allí abajo no hay roca. El terreno es demasiado blando. Para salvarlo se valora inyectar una corona de hormigón que se perforará posteriormente.
Los manifestantes sostenían este sábado que todos estos problemas técnicos van a encarecer y dilatar una obra que consideran perjudicial para la zona. Por ello avanzaron que «seguiremos con las movilizaciones hasta que consigamos pararla».
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