Unicef apela a un pacto vasco por la infancia, que podría ver la luz el año próximo

A pesar de que un niño que nazca hoy en Euskadi podrá crecer con un nivel de bienestar infantil superior a la media europea, aún hay indicadores vinculados a la infancia que requieren una mayor atención pública en la región. Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del informe presentado esta mañana por Isidro Elezgarai, presidente de Unicef Comité País Vasco, que engloba datos recopilados durante el último año en torno a 36 indicadores vinculados a la situación de los menores vascos. Por ello, desde la ONG llevan un año reuniéndose con diversos actores políticos de la comunidad para impulsar un pacto por la infancia, que recoge 16 propuestas transversales de la organización. «Hemos hablado con líderes de todos los partidos, con la Consejería de Educación, la Consejería de Empleo y Políticas Sociales y con la Presidenta del Parlamento. Además el martes tuvimos un encuentro con el Lehendakari», ha asegurado Elezgarai, quien ha insistido en que la recepción a su propuesta ha sido muy positiva por parte de todos los agentes implicados. De hecho, según ha adelantado, el documento comenzará a trabajarse a nivel parlamentario en septiembre y «el próximo año podremos alcanzar ese gran pacto por la infancia».

La coordinadora de Unicef en Euskadi, Elsa Fuente, ha desgajado algunos de los puntos claves del informe y ha insistido en que «a pesar de que muchos indicadores han mejorado y la fotografía general es buena» queda mucho trabajo por delante. A pesar de que los niveles de abandono escolar temprano son los más bajos del conjunto del Estado, 1 de cada 4 niños vascos está en riesgo de pobreza o exclusión social. Además las tasas de obesidad infantil y el riesgo de mala salud mental también se han agudizado en la región en los últimos años.

Desigualdades intergeneracionales

Además, el gasto público en prestaciones de protección a la infancia y las familias es sensiblemente inferior a la media nacional. Si en Euskadi el gasto medio por habitante es de 223 euros, frente a los 292 euros que se invierten de media a nivel estatal. Unos datos que contrastan con los 3.000 euros que, según ha indicado Fuente, se destinan a políticas de apoyo y protección a las personas mayores. «No podemos avanzar en Euskadi si no avanzamos en ese foco a la infancia y a la adolescencia», ha reivindicado.