Bilbao se apaga para sumarse a 'La hora del planeta'

Monumentos históricos, edificios emblemáticos e institucionales del País Vasco han apagado este sábado sus luces durante una hora para sumarse así a la iniciativa mundial que se convoca anualmente por la lucha contra el cambio climático. En Bilbao, el Museo Guggenheim, que carece de iluminación directa porque según su arquitecto, Frank Ghery, posee «luz propia», ha apagado el alumbrado exterior que le rodea. Por su parte, el Ayuntamiento de Bilbao consciente de la necesidad de impulsar medidas que fomenten el ahorro energético, ha apagado las luces del edificio consistorial, la Basílica de Begoña, el Teatro Arriaga, el edificio Aznar, el Puente del Ayuntamiento, la Iglesia de San Vicente y el Edificio el Tigre. San Mamés y la Torre Iberdrola también se han sumado a la hora del planeta en la capital vizcaína.

El Corte Inglés ha apagado su establecimiento comercial de Bilbao y otra gran empresa, Eroski, se ha sumado con un apagón simbólico en su sede social en Elorrio. Otros municipios vizcaínos se han sumado a esta iniciativa, como Getxo donde se ha apagado la fachada de la Escuela de Música Andrés Isasi, así como a las luminarias paisajísticas de las playas de Las Arenas y Arrigunaga, al Muelle de Evaristo Churruca y a la explanada del Puerto Viejo.

En todo Euskadi

Con estas medidas, un año más, Euskadi ha secundado el apagón de La Hora del Planeta, la mayor iniciativa global en defensa del medio ambiente que ha sido visible en más de 170 países y 10.000 ciudades de todo el mundo, entre las 20.30 y las 21.30 horas, para demostrar el apoyo global a la acción contra el cambio climático.

El Gobierno vasco ha apagado las luces «prescindibles» de sus principales edificios en Lakua (Vitoria), Gran Vía (Bilbao) y Andia (San Sebastián), así como en la sede de Ihobe, del Centro de Biodiversidad de Urdaibai y del Centro de Interpretación Txingudi Ekoetxea.

Otras instituciones han hecho lo mismo, como el Parlamento Vasco, la Delegación del Gobierno en el País Vasco y las subdelegaciones de Bizkaia, en el Palacio Chavarri de Bilbao; de Gipuzkoa, en la sede de la plaza Pío XII y de Álava, en la vitoriana calle Olaguibel.

También se han quedado a oscuras las fachadas de las estaciones de Adif en las tres capitales vascas.

Vitoria, cuyo alcalde, Gorka Urtaran, quiere situar a la ciudad «a la cabeza de la lucha contra el cambio climático», ha dejado sin luz durante esa hora la Plaza de la Virgen Blanca, la Plaza Nueva y las luces ornamentales de la Iglesia de San Miguel. A escasos metros, la Diputación Foral de Álava y la Plaza de la Provincia también han hecho ese apagado simbólico.

San Sebastián se ha sumado a la iniciativa con el apagado de la iluminación de sus edificios más emblemáticos, como el Palacio del Kursaal. El Ayuntamiento donostiarra ha dejado sin luces ornamentales las iglesias de Santa María y San Vicente, en la Parte Vieja, la de San Ignacio de Gros, la catedral del Buen Pastor, el Palacio de Miramar, la bahía de la Concha, la isla de Santa Clara, las murallas de Urgull y el propio edificio consistorial.